A título personal, La Novia Cadáver se ha ido convirtiendo en una de mis películas favoritas del género de animación. Presenta el indudable imaginario fantástico que caracteriza la filmografía de Tim Burton, que aquí dirige junto a Mike Johnson, así como diversos puntos en común con otras de sus obras tales como Pesadilla antes de Navidad, o Beetlejuice, por esos fabulosos contrastes entre el mundo de los vivos (anodino, gris y bizarro) y el de los muertos (pintoresco, colorido y muy marchoso). La Novia Cadáver se me antoja de una puesta en escena exquisita, unas tomas muy bien seleccionadas, unos decorados en miniatura muy detallados, y una historia que emplea el drama de ambientación victoriana como punto de partida, pero al que también se le unen elementos de terror e incluso humor, pues es una película para todos los públicos, aunque algunos de los más pequeños pueden verse algo sobrepasados por estos toques terroríficos.
La cinta protagonizada por Jack Skelleton podría decirse que fue la que originó todo esto, con la que comparte ciertas similitudes, como una muchacha enamorada que sufre por el protagonista (Sally, la muñeca de trapo), e incluso un perro fantasmal o muerto (Zero es cambiado por Sobras). Utilizando la famosa técnica del stop-motion, se consigue dar vida a un montón de personajes que resultan divertidos, cómicos, trágicos, melancólicos, nostálgicos, con el que el espectador se puede sentir identificado. Todos tenemos nuestros favoritos, y en La Novia Cadáver, el mío es es sin duda Emily, la que da título a la cinta. Aún muerta, resulta un personaje de gran belleza, que despierta una profunda melancolía, y con un pasado realmente trágico, que se enamora de Victor Van Dort por el simple motivo de que durante el ensayo de bodas de éste, y al salir huyendo del mismo por pudor, coloca el anillo de su recién conocida prometida en una aparente rama del bosque, que termina no siendo otra cosa que el huesudo dedo de la Novia Cadáver.
Esa puesta en escena, como digo, es lo más llamativo de la película, y ahí radica tanto la fotografía, el color, el sonido, la animación… Estamos, en mi opinión, ante una pequeña joya del cine de animación que no me canso de ver. Los buenos ratos que me ha proporcionado, tales como el primer momento en que Victor toca el piano en casa de su prometida (con ese homenaje a Ray Harryhausen en la chapa), o la primera aparición de Emily, sencillamente magistral. La alusiones a leyendas o cuentos populares se remontan en el tiempo a lo largo de diferentes países, y ya puede convertirse en un recurso clásico (tenemos algo parecido en la novela de Tim Powers, La Fuerza de su Mirada, por ejemplo), aunque ahora mismo no consigo recordar sus orígenes, pero ahí están de todas formas. Hay incluso una escena de la película que ahora que la vuelvo a ver, tiene cierto punto de comparación con otra semejante en la novela El Libro del Cementerio, la obra juvenil de Neil Gaiman. Seguro que los que la han leído recordarán ese punto de inflexión.
Aunque considero que toda la filmografía de Tim Burton no es ni mucho menos perfecta, pues en ocasiones el director no llega a ofrecer lo mejor de sí mismo (es una humilde opinión del que escribe), aquí se reafirma como de los mejores a la hora de ofrecer historias extrañas, extravagantes, misteriosas, macabras, e incluso románticas, salvo excepciones. La Novia Cadáver me parece una buena muestra de ello, pues creo que este hermoso cuento no dejará indiferente a nadie, tanto para bien como para mal, y si no arranca una lágrima final por todo este drama romántico victoriano, es porque algo falla, y no tiene porqué ser necesariamente el espectador. Burton ha recurrido una vez más a sus actores fetiche para las voces de los actores principales (para los que recomiendo recurrir a la versión original), como Johnny Depp en la voz de Victor, o Helena Bonham Carter para Emily, aunque también tenemos a Emily Watson (Victoria), Albert Finney (el cochero) o el imperecedero Christopher Lee (el pastor). Y qué decir de la banda sonora compuesta por Danny Elfman para la ocasión, quien también se encarga de las secuencias musicales. Sencillamente sensacional, consigue exprimir cada sentimiento de la cinta de manera sorprendente, no hay más que escuchar el tema principal.
5 comentarios
Bastante de acuerdo contigo, Loren.
Siempre he pensado que esta peli fue acogida con cierto menosprecio sencillamente porque no tiene de su lado el "efecto sorpresa" que ganó Pesadilla de Henry Selick, y en menor medida porque la banda sonora, que en el caso de Pesadilla era una genialidad, con ésta es "sólo" estupenda, pero nada de eso sirve para hacer que no nos encontremos ante un peliculón taaan disfrutable...
También es una de mis películas favoritas de Tim Burton y en general, me gusta más que "Pesadilla..." incluso.
La banda sonora es genial, me encanta Danny Elfman *_____*
adoro esta pelicula (y a Tim Burton, por supuesto..., es una de mis favoritas de Tim... nunca me cansare de verla...
saludos!!!!
Pues sí, Pedro, creo que la peli ha pasado bastante desapercibida por la sombra de Pesadilla, pero para mi son películas muy distintas, lo que pasa que al venir de un Burton que usa el stop-motion, muchos parecen pensar que se repite el esquema, pero nada de eso ni mucho menos. La banda sonora aquí tira menos de canciones, y suena distinto. Pesadilla era más "completa" en ese aspecto, pero la de la Novia me parece muy buena también.
Me encanta esta cinta de Tim Burton, es la mezcla perfecta entre romanticismo y elementos tenebrosos, principalmente en el personaje de Emily, quien es el eje central a lo largo de la trama, además es ideal para ver en familia una tarde de fin de semana.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.