La segunda entrega de las aventuras del robot creado por Tesla en 1923 está centrada exclusivamente en la Segunda Guerra Mundial. Atomic Robo y los Perros de la Guerra se sitúa a medio camino entre la ucronía ligera y una aventura de acción protagonizada por el carismático Atomic Robo, que a modo de poderoso héroe metálico (aunque también le dan para el pelo, si lo tuviera), es enviado a misiones de vital importancia para el futuro desarrollo de la lucha. De no ser por él, el destino de la Gran Guerra hubiera sido otro muy diferente para los Aliados, con la victoria aplastante del Eje. Pese a ser ya un terreno muy explotado el de ambientar diversas historias en una Segunda Guerra Mundial algo ficticia, debo decir que los autores se desenvuelven con soltura y nos ofrecen un trabajo fresco, divertido y muy dinámico, pese a no poseer un argumento extremadamente original.
Atomic Robo pelea contra los nazis del Tercer Reich a lo largo de todo el volumen, como ya pudimos comprobar en los diversos flashbacks de Atomic Robo y los Científicos de Acción de Tesladyne, primer volumen de la colección. Se fantasea con la historia, que da fruto a unas máquinas de ingeniería avanzada, los mecanizados Laufpanzers, así como superhombres modificados genéticamente (y que me recordaron a los aparecidos en el videojuego Return to Castle Wolfenstein), pero además me han gustado especialmente los detalles de las armas, que se corresponden con la realidad, tales como los fusiles M1 Garand de los americanos, las Thompson, o los rifles Mauser de los nazis. A quien le guste el dibujo de esta serie, como a mi, encontrará irresistible la parte artística de Wegener, que nos dará la impresión de estar viendo una serie de dibujos animados, pero que no sería lo mismo sin el brillante color de Ronda Pattinson, nominada a los Premios Eisner de 2008 gracias a su trabajo, y que aquí nos ofrece un aura de colores algo apagados, de excelente iluminación, pues muchas de las escenas transcurren en la noche (el mejor ejemplo es el del desembarco inicial en Sicilia).
Los que disfruten con este tipo de historias alternativas, los cómics de aventuras y de acción, "Atomic Robo" puede ser una propuesta muy interesante. Es una serie puramente aventurera, de corte muy pulp, con mucho humor, que fantasea en ocasiones con la propia historia para hacerla algo más divertida en un terreno tan explotado (en los cómics, en los videojuegos, en la literatura…) como es la Segunda Guerra Mundial, caso del segundo volumen. A los que gusten de este recurso, Atomic Robo y los Perros de la Guerra parece una ocasión perfecta para leer en cómic algo similar a lo acostumbrado. La única pega que le pongo es que me ha parecido demasiado corto. En lugar de las historias breves que completan el volumen a modo de extras (y que se comen buena parte del mismo), hubiera preferido de lejos que todas ellas fueran integradas como parte de la misma ambientación de nazis y experimentos, pero no ha podido ser. Una de ella sí merece más la pena, el número del Free Comic Book Day de 2008, donde Atomic Robo se enfrenta a unas máquinas rusas en Siberia. Esperaremos a leer la tercera entrega, que bebe de fuentes como H.P. Lovecraft, en Atomic Robo y la Sombra de Más Allá del Tiempo.
Título Original: Atomic Robo & the Dogs of War / Editorial: Norma Editorial. / Formato: Rústica, 168 pág. / Año: 2010. / Precio: 15 euros. / Traducción: -.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.