Por fin he podido leerme de una sentada el primer volumen de La Primera Ley. Llevaba un tiempo queriendo leer esta nueva trilogía de fantasía épica desde que aterrizó hace algunos años en tierras españolas de mano de la editorial Alianza, y desde que comencé a oir buenas críticas sobre ella, de sus buenas cualidades. Ni que decir tiene que la obra del inglés Joe Abercrombie ha suplido todas mis expectativas, al menos en esta primera entrega titulada La Voz de las Espadas, y eso que tengo entendido que los siguientes son aún mejores, y más extensos. Con esta primera novela, lo convierto en un autor a destacar, una nueva voz en el género que ha supuesto una excelente revelación, al que convendría seguirle la pista si continúa en esta tónica.
Lo verdaderamente importante de La Voz de las Espadas no es lo que cuenta (aunque también tiene su importancia), sino cómo lo cuenta. Es cierto que parece que no vamos a encontrar nada nuevo entre sus páginas, pues el autor recurre a ingredientes clásicos de la fantasía como el rudo bárbaro norteño, fuerte y diestro en el uso de las armas, el mago con una comprensión del mundo superior al de los demás, un órgano del gobierno que antepone sus intereses por encima de todo (la Inquisición), un mundo al borde de la guerra… Pero con todos esos elementos tan recurrentes, Abercrombie ha sabido construir una fantasía interesante, con unos personajes tremendamente sólidos, y donde el autor nos va dando pinceladas sobre lo que subyace tras ese mundo en apariencia convencional, compuesto por el Norte, las Ciudades Libres, el Viejo Mundo o la Unión. Detalles como la magia (que está presente en sus dosis justas), el pasado de los protagonistas, o zonas geográficas que aún quedan por descubrir.
El motivo de que me haya parecido tan interesante esta primera toma de contacto con el autor ha sido su estilo. Me ha recordado un poco al cine que hace Guy Ritchie (Snatch, Lock & Stock o RocknRolla, debe ser cosa del humor inglés), en el sentido de que cada uno de los personajes tiene un par de cosas que lo convierten en algo especial (incluso apodos identificativos), y cuya importancia en la trama es relevante. Para cuando eso ocurre, comprobamos con nuestros propios ojos que todo (escenas, conversaciones, acontecimientos) se desliza de manera muy sutil, con giros inesperados, revelaciones sorprendentes, un puzzle cuyas piezas deberían encajar mejor en los dos siguientes tomos de la trilogía. Abercrombie ha escrito una novela dinámica, que a poco que nos demos cuenta estaremos pasando páginas sin parar, saltando del punto de vista de un personaje al siguiente, pues esa es otra de sus señas de identificación, junto a la crudeza de los combates (no escatima en violencia, como debe ser), el humor negro y los irresistibles diálogos. Es disfrutable por todo el mundo, incluso de los que no gusten del género, pues pocas son las ocasiones en que es evidente su intención de novela puramente fantástica (salvo el detalle del mundo inventado, claro está), donde todo se convierte en algo natural. Incluso diré que a mi a veces me ha parecido que estaba ambientada en una época de regencia alternativa, sobre todo por los momentos de paseos por el enorme parque de la ciudad principal donde se desarrolla la trama, los entrenamientos de esgrima, la historia de amor, el trajín de los palacios gubernamentales, o el regusto de los detalles como los uniformes o el mobiliario, aunque posiblemente se trate de una mera percepción mía.
No hay un personaje más preferente que otro, pero cada lector tendrá su favorito. En mi caso es Logen Nuevededos (sencillamente, me suelen gustar bastante los guerreros norteños, y este es especial), pero el resto del reparto es igualmente interesante: Jezal dan Luthar con sus quejas y altanería de noble, Bayaz con su imponencia de mago importante, Glokta con su cinismo y pensamientos interiores (el cual me recordó bastante al Dr. House, todo hay que decirlo). Si juntamos los personajes, los diálogos, el excelente ritmo (con las justas descripciones), la traducción y el buen hacer del autor (con transiciones de escena muy cinematográficos, Abercrombie sabe cortar en el momento preciso), tenemos un libro al que merece mucho la pena echar un vistazo, entre los más recomendables que se encuentran (y se encontrarán) actualmente en las olvidadas estanterías del género fantástico.
*Otras reseñas relacionadas:
· La Voz de las Espadas, de Joe Abercrombie · La Primera Ley I (por Cyram).
· El Último Argumento de los Reyes, de Joe Abercrombie · La Primera Ley III (por Cyram).
· La Mejor Venganza, de Joe Abercrombie (por Cyram).
· [Fotoreseña] La Primera Ley, colección "Runas" de Alianza.
Título Original: The Blade Itself / Editorial: Alianza, colección "Runas". / Formato: Tapa dura con sobrecubierta, 648 pág. (también disponible en bolsillo, 750 pág.) / Año: 2006. / Precio: 24,40 euros (9,90 en bolsillo). / Traducción: Borja García Bercero.
4 comentarios
En reyes me lo regalan. Ya estoy deseoso de leerlo.
Me alegro que el libro te haya gustado, lo cierto es que cuando me lo estuve leyendo y conociendo los gustos que tienes, supe que te gustaría tanto por lo que el argumento se refiere, como por los personajes o la misma narración en sí misma. ^^
También lo acabé yo hace un par de días.
Bastante de acuerdo contigo en todo. Promete mucho esta saga, y sobre todo este escritor.
Ya escribiré mi reseña próximamente.
Salu2.
Pues, como te dije, ya la he escrito Loren, a ver si estás de acuerdo :D
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.