Tercera de las aventuras protagonizadas por el robot atómico de Red 5 Comics (Atomic Robo and the Shadow from Beyond Time).
En esta tercera entrega del personaje de cómic independiente creado por Brian Clevinger y bocetado por Scott Wegener, el robot atómico creado por el científico Tesla en 1923 (en el momento de esta aventura tiene una edad muy corta) se enfrenta a las pesadillas surgidas (literalmente hablando) de la cabeza del señor H. P. Lovecraft. Puro pulp lo que tenemos entre manos, en el que no faltarán las tortas contra un bicho tentaculado proveniente del espacio, a quien Atomic Robo deberá expulsar de la Tierra para que no siga causando el caos y la pesadilla en la Nueva York de los años veinte, una criatura que existe al mismo tiempo en pasado, presente y futuro. Paradoja temporal incluida es la que trae este Atomic Robo y la Sombra de Más Allá del Tiempo, que publica Norma Editorial en cómodas entregas recopilatorias al estilo de las ediciones originales de Red 5 Comics. Sinceramente, no me imagino un formato mejor para leer este tipo de aventuras que se leen con alarmante velocidad (sobre todo cuando vemos que el dinero invertido se esfuma en menos de media hora), tampoco me imagino la deseperación al tener que esperar a una nueva entrega mensual en grapa. Mejor en formato único y en rústica, para leer de una sentada y a otra cosa.
Esta tercera entrega del simpático robot atómico me ha parecido sumamente divertida por un par de razones. Primero porque es un tebeo de acción "porque sí", es decir, se plantea desde el inicio un motivo que da pie a la aventura, en este caso la entrada en escena de un paranoico Lovecraft que viene acompañado de un colega de ciencia del padre de Robo, pidiéndole ayuda para luchar contra una de esas cosas con tentáculos. Segundo, porque el tebeo tiene la suficiente enjundia para que no sea sólo un ejercicio de acción sin sentido (que tiene y mucha, a la acción me refiero), con una ambientación que se desarrolla a lo largo de varias épocas, surgen problemas científicos, y además sale otra vez Carl Sagan, el popular astrónomo y científico que ya apareciera en la primera entrega de la serie y que aquí tendrá un papel crucial durante el segmento de los años setenta. Su relación con Atomic Robo es curiosa y carismática, dando además ese aire a lo "comunidad científica" donde todos se conocen que le sienta tan bien al tebeo.
Tenemos entre manos un cómic perfectamente asequible para todo el mundo, tanto para los que no leen consumen demasiadas viñetas como para los que sí. Tampoco hace falta haber leído los números anteriores, pues se trata de historias autoconclusivas aunque todas ellas sean recomendables a la hora de querer leer algo fresco y sencillo, con bastante humor. Es al mismo tiempo un homenaje/parodia en general de las creaciones literarias de H. P. Lovecraft (aunque no en profundidad, el tebeo toma un derrotero distinto), siendo un aliciente para todos aquellos lectores que disfrutan de este tipo de mejunjes (entre los que me incluyo). Se ha comentado mucho que la serie de "Atomic Robo" está claramente inspirada en el Hellboy de Mike Mignola, y es punto de vista que afirmo totalmente, pues ambas series comparten grandes paralelismos, aunque sean en el fondo distintas (no se trata de una comparación negativa ni mucho menos). El nexo de unión más fuerte es el del pulp, presente en ambas creaciones como un valor a rescatar, y que ha supuesto la inspiración para su creador, Brian Clevinger, junto a los excelentes lápices de Scott Wegener (con un estilo cartoon que me gusta mucho), y el sobresaliente colorido de Ronda Pattinson, que por algo fue nominada a los Eisner de 2008 por el trabajo en esta serie. Mientras hablamos ha salido este mismo mes la quinta entrega en versión original, que recibe el título de Atomic Robo: Deadly Art of Science, que más tarde o más temprano veremos publicada en castellano.
Ventajas:
-Los dibujos y el colorido, una de sus mejores bazas.
-La personalidad del personaje protagonista y el tipo de historias en las que se ve involucrado (sencillo pulp).
Desventajas:
-En ocasiones se echa en falta un pelín más de profundidad en las historias de Atomic Robo (aunque la idea del tebeo es esa).
-Que se tarde un suspiro en leer (con frenar un poco el ritmo de lectura es suficiente).
0 comentarios
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.