Hablar de "Canción de hielo y fuego", a día de hoy, es hablar de una saga de fantasía épica que se ha convertido con el paso de los años –desde su publicación en castellano a principios de este siglo XXI– en un referente del fantástico. La exitosa y excelente serie que la HBO ha perpetrado ha conseguido que las ventas de los libros aumenten todavía más, aunque antes de eso las novelas de la saga ya gozaban de una salud envidiable, no hay más que ver el ansia con que los
fans esperan una nueva entrega –que devorarán en un par de tardes a lo sumo, y seguirán pidiendo una nueva a gritos–, aunque hemos visto suplida esa carencia con el lanzamiento durante este verano de
A Dance with Dragons –Danza de dragones, por Gigamesh
–, ahí es nada. No os preocupéis los que penséis que voy a destripar el libro, nada más lejos de mi intención. Como siempre, se trata de una reseña
SIN SPOILERS, por lo que leed tranquilos a no ser que la ligera mención de algún que otro personaje se considere en sí misma un
spoiler. Sé de buena tinta que al hablar de "Canción de hielo y fuego" estamos hablando de folletín, de
cliffhangers a tutiplén, de un culebrón de fantasía épica con todas las letras y de que cualquier dato puede dar al traste con la sorpresa –así es, pero también como en cualquier otro libro–, pero entonces... ¿de qué podríamos hablar?
Según mi parecer, Festín de cuervos es una más que notable adición a la serie. Es cierto que no es poca gente la que ha visto a la primera una sucesión de inconvenientes –o al terminar el libro–, como el hecho de que la trama principal desatada en anteriores entregas se vea por el momento algo frenada, cosa que se soluciona echando mano de Danza de dragones, que para eso está. Tal como yo lo veo, Festín de cuervos se recrea en la presentación de nuevos personajes que se suman al plantel de otros conocidos, amén de presentarnos por vez primera dos zonas de Poniente que antes sólo se mencionaba de pasada en boca de otros personajes. Una de ellas es el conjunto que forman las Islas del Hierro –de fuerte ambientación nórdica o vikinga, con una remarcable incidencia en lo mítico–. La segunda es Dorne, otro de los Siete Reinos, ubicado al sur de Poniente, de costumbres diferentes, con sol y desierto por doquier, aunque no exento de cierta belleza otorgada por lujosos jardines repletos de fuentes, albercas y árboles frutales al más puro estilo musulmán. Creo que la presentación de estos nuevos personajes originarios de Dorne, así como el propio entorno, supone un punto de interés considerable para los aficionados a la saga. Un cambio de aires, por así decirlo, aunque ni mucho menos va a ser el único lugar que nuestros castigados ojos –de tanto pasar páginas con fruición, se entiende– visiten. A todo esto debemos sumarle además los habituales caminos embarrados, las fortalezas, los campos, los acantilados, los mares, un poco del Muro... todo ello tan característico del mundo "civilizado". Queríamos eso y más en Festín de cuervos tras el parón dejado por Tormenta de espadas, así que lo vamos a tener.
Pero aparte de ser, en mi opinión, una excelente novela de fantasía épica, Festín de cuervos también puede leerse como una flamante novela de aventuras –un factor que ya tenían las anteriores entregas, pero en mucha menor cantidad–, que vemos reflejada en la figura de la única mujer de Poniente que ha tenido los redaños suficientes como para vestir armadura, portar escudo y espada, y lanzarse al cruel y violento mundo de los hombres. En un lugar donde la presencia masculina es lo que predomina sobre todas las cosas palpables –también las no terrenales–, el papel de las mujeres se queda en la corte, donde pueden ejercer su influencia de una manera bastante estrepitosa, si no que se lo pregunten a Cersei Lannister, paranoica y destructiva en esta novela, más si cabe. Es por ello que Brienne de Tarth –apodada también "la Doncella de Tarth"–, dotada por el autor con su propio punto de vista en la novela, protagoniza una intensa búsqueda por ciertas zonas de Poniente en pos de ver una promesa cumplida y, de paso, demostrar al mundo que pese a ser mujer, su arrojo o su hombría virtual están muy por encima de los que vierten duras críticas hacia su poco femenina actitud, arguyendo que debería dejar su espada a un lado, por su propio bien, encajarse un vestido y parir muchos hijos.
Novela de aventuras, intrigas palaciegas, cliffhangers por un tubo, nuevas revelaciones (unas las podíamos imaginar sin problemas, otras no), el estilo inconfundible de Martin, algunos de los personajes de siempre, con una evolución apreciable... Festín de cuervos es una novela para no perdérsela en todas sus virtudes y defectos. Por un lado es una entrega más a la altura de cualquier tomo de la colección, aunque la trama quede algo aparcada, y algunos personajes con los que queríamos encontrarnos de nuevo todavía no aparecen hasta la quinta entrega de la serie. Sea esto un defecto o no, lo que sí está claro es que el autor se vio en la obligación de dividir un gargantuesco ejemplar en dos mitades, reorganizándolo todo para que Festín de cuervos no quedara cojo en su esencia, como si de un volumen de relleno se tratase. El resultado me parece cuanto menos satisfactorio. Sus más de ochocientas páginas no llegan a aburrir en ningún momento, gracias sobre todo al sutil, enérgico, ligero (póngase aquí la palabra más apropiada) estilo del autor, que consigue hacer de Festín de cuervos un pasapáginas en toda regla, difícil de soltar, difícil de aburrir al lector, y dejándolo listo para coger Danza de dragones con más ganas todavía.
Información adicional
Fantasía épica Literatura Novela
Leer después de Tormenta de espadas
Festín de cuervos.
(A Feast for Crows).
Traducción de Cristina Macía.
Ediciones Gigamesh, diciembre de 2007.
864 páginas.
Disponible en ebook.
28 € (rústica con solapas), 14,95 € (bolsillo), 7,50 € (electrónico).
Cuarta entrega de "Canción de hielo y fuego".
por Loren Sparrow
octubre 16, 2011
5 comentarios
Se agradece que la reseña sea no spoiler, Loren. Así, no he tenido problema en leerla entera. :)
Este verano me he leído Juego de Tronos (que aún tengo pendiente de comentar algo en mi blog sobre mis impresiones, por cierto) y ahora mismo estoy viendo la serie de la HBO, dado que abarca este primer libro ya leído, y así combino una cosa con otra. En fin, qué decir... por lo que llevo de esta grandiosa saga, estoy encantado. Antes de fin de año quiero leerme Choque de Reyes. Como la publicación de los nuevos tomos es lenta, prefiero ir tomándomelo con calma.
Tenía entendido que efectivamente este Festín de Cuervos suponía un cierto parón en la acción general de la saga, pero es lógico por lo que apuntas: si hay que situar a nuevos personajes, en algún momento tendrá que ejercer su presentación. Pero bueno, aún me queda mucho para llegar a este (de hecho, por ahora tengo comprado hasta Tormenta de Espadas).
Saludos!
Recuerdo y comparto la sensación general de parón en la trama principal de la saga, echando de menos a personajes claves (en mi caso Tyrion). Pero si Martin hace esto es por algo, que en mi opinión es abrir puertas para el futuro desarrollo de la novela, que visto como van las cosas, está más incierto que nunca.
Hola Loren.
Yo no tengo ningúna objeción que hacerle a este tomo, pese a las críticas que ha recibido por lo que bien comentabas. En cualquier caso, sí me da la sensación de que ha sido un pequeño ejercicio de reconducción de la trama hacia unos horizontes que al principio no tenía bien dibujados el señor Martin. De alguna manera la propia historia se lo estaba pidiendo.
Veremos a ver como evoluciona.
¡Un saludo!
Ya sabes Jolan, tratamos de hacer reseñas sin spoilers precisamente para que opiniones sobre libros como estos los pueda leer todo el mundo. :D Estoy deseando conocer tus impresiones sobre Juego de Tronos, que seguro han sido enormemente positivas. Ahora a por Choque de Reyes, si el otro te ha gustado, este te va a dejar flipado.
Mr. Gibson:
Efectivamente, los caminos de la saga, como también apunta Sobrasada más abajo, son bastante extensos, sobre todo en lo que a personajes se refiere. El final desde luego va a ser apoteósico...
Sobrasada:
Tal como estaban sucediendo las cosas, han sido tantos los acontecimientos tipo "mazazo" en la toda la jeta al lector, que sinceramente agradezco este pseudo-parón, y digo a medias porque en este Festín de Cuervos también pasan muchas cosas interesantes. Ha sido un tomo relajación bastante logrado.
Tengo que empezar A Dance with Dragons enseguida, que lo tengo comprado desde verano y aún no he podido ponerme con él!
Un saludo a todos, y gracias por comentar.
A mi me han llegado opiniones de personas que se han leído Festín de Cuervos y que lo han dejado por los suelos, haciendo precisamente referencia a que los personajes no son los que ellos esperaban y que, por lo tanto, no tenían el mismo atractivo. Quizás, este tipo de libros sean los que me recuerdan más a la antigua fantasía, aquella en la que mil tramas distintas, campaban a su antojo para después unirse en un explosivo final -y en ocasiones, también impredecible-. Personalmente, lo que más me gusta de este libro ha sido la aparición de esa religión de "Los Mil Rostros", creo que se llamaba. Eso sumado al hecho de que aparece Dorne, unas tierras que considero, aún no han sido suficientemente explotadas. Tienen mucha carga argumental, a mi entender, y bastantes detalles hacen de Festin de Cuervos una verdadera maravilla de libro.
Bien puedo decir que Festín me ha gustado mucho más que el primer tomo de Tormenta de Espadas sin lugar a dudas.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.