Título original: Elric: The Balance Lost vol. 1.
Guión: Chris Roberson.
Dibujo: Francesco Biagini.
Color: Stephen Downer.
Edición: 128 págs, color. Panini, octubre 2012.
Precio: 12,95 €.
Traducción: Gonzalo Quesada.
Temática: Fantasía, aventuras, cómic.
Correlación: Primera entrega de
Elric: El Equilibrio Perdido.
No es la primera vez que el popular antihéroe creado por Michael Moorcock para la literatura fantástica protagoniza diversas historias en el mundo del cómic. Por ejemplo, sus aventuras, además de las novelas iniciales escritas por el autor británico, se han extendido hasta sellos como Marvel Comics o First Comics, en series limitadas que adaptaban algunas novelas de la serie. Una de las más famosas es 'The Dreaming City' (La Ciudad de los Sueños, publicada en España por ediciones Forum dentro de su colección "Novelas gráficas Marvel" a principios de los años ochenta), pero también ha hecho un par de apariciones junto a Conan el Bárbaro en una historia escrita por Roy Thomas con dibujos de Barry Windsor-Smith durante los años setenta. Pero no queda ahí este pequeño apunte sobre los cómics de Elric de Melniboné, ya que el sello americano Dark Horse también hizo lo propio con Stormbringer, una serie limitada de siete números con guión de P. Craig Russell y Neil Gaiman –con dibujos del propio Russell– que Planeta DeAgostini publicó en España hace un par de años bajo el título Elric: Portadora de Tormentas. DC Comics también aportó su granito de arena en 2007 con Elric: The making of a sorcerer ("Elric: La forja de un hechicero" Planeta DeAgostini, 2007), otra novela gráfica de cuatro números con Walter Simonson a la cabeza del apartado artístico y el propio Michael Moorcock a la batuta del guión.
Llegamos así a la nueva adaptación del popular personaje que en 2011 lanzó BOOM! Studios bajo el título Elric: The Balance Lost (Elric: El Equilibrio Perdido, Panini Cómics, 2012), serie que a estas alturas consta ya de tres volúmenes recopilatorios en su lengua original. Se trata de una nueva serie, escrita por Chris Roberson –¿Sueñan los Androides con Ovejas Eléctricas?, Cenicienta: Desde Villa Fábula con amor– con dibujos de Francesco Biagini que entre sus páginas no sólo hace un recorrido por algunos aspectos conocidos de la parafernalia de las novelas de Michael Moorcock protagonizadas por el albino más popular, sino que también podremos ver desfilar a otros personajes que protagonizan otras tantas novelas como Corum Jhaelen Irsei –el Príncipe de la Túnica Escarlata–, Dorian Hawkmoon o Erekosë.
Es por tanto,
una serie que parece indicada especialmente a los que previamente han leído las novelas de Michael Moorcock sobre los personajes anteriormente citados, que han disfrutado con ellas y que desean darle continuidad a una ambientación con tantas posibilidades como es el Multiverso, algo que ha dado fama a Michael Moorcock por su contribución a la imaginería de la literatura fantástica –dando pie a productos tan recomendables y exquisitos como el escenario de campaña de
Planescape, para el juego de rol "Advanded Dungeons & Dragons", que tampoco sería lo mismo sin otros tantos escritores que han marcado su importa como J. R. R. Tolkien, Robert E. Howard, Fritz Leiber o Jack Vance–. ¿Pero qué pasa con los lectores de cómic que no hayan leído ni una sola novela protagonizada por algún
Campeón Eterno? Sin duda alguna no conocerán a los personajes ni tampoco extraerán nada de ellos salvo que hayan previamente catado anteriores adaptaciones en cómic, ya que
Chris Roberson, como guionista de
Elric: El Equilibrio Perdido, recurre tanto a la forma de ser de los protagonistas –pese a que Moorcock no fuera un gran artífice de personajes, sino un gran esbozador de ellos– como a hechos ocurridos anteriormente en las novelas en que se inspira, aunque
el guionista se encarga de ponernos en algún que otro antecedente para que la lectura del cómic no esté exclusivamente dirigida a los gurús del Multiverso.
En el apartado artístico, destaca –como ha sido habitual en todas las series en cómic protagonizadas por Elric de Melniboné– la similitud con la que los autores han sabido plasmar la apariencia tanto del aspecto físico de los personajes, sus rasgos, su armamento e indumentaria, algo que los fans de Moorcock agradecerán. Estamos ante un cómic que no posee un gran derroche de medios, con un apartado visual que cumple las expectativas puestas en un cómic de estas características, pero que no destaca especialmente por su contenido. El guión, por otro lado, aunque plagado de giros y momentos que, como decíamos anteriormente, se involucran con el Multiverso que todos conocemos, no aporta realmente nada nuevo a lo ya conocido por la lectura de las novelas, aunque se agradece esa especie de crossover que es el Multiverso –como los lectores de las novelas sabrán– con la aparición de otros tantos personajes que no son sino encarnaciones del propio Campeón Eterno en sus diferentes dimensiones, siendo Erekosë el único que posee la bendición –¿o maldición?– de recordar sus anteriores reencarnaciones.
Se trata, en resumen, de un cómic apto para la lectura por parte de cualquier tipo de lector interesado en el cómic americano de fantasía heroica, que no busque ningún tipo de complicación en su argumento o en su apartado artístico, pero que sin duda los sabedores de este complejo Multiverso que comenzó a tejer Michael Moorcock en los años sesenta, en una lucha perpetua entre el Bien y el Mal, el Orden y el Caos, sabrán apreciar más profundamente, siendo lo contrario una experiencia confusa, puede que desalentadora por la falta de información acerca de esta completa ambientación si anteriormente no se ha experimentado gracias a las novelas o los diferentes cómics que han contribuido a su enriquecimiento.
por Loren Sparrow
enero 30, 2013
0 comentarios
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.