Correlación: Primera entrega de la trilogía "Los Assassini".
La figura tradicional del vampiro tal como la conocemos –al más puro estilo del Drácula de Bram Stoker– lleva introduciéndose en el género de la fantasía épica desde hace décadas, más ahora teniendo en cuenta que los chupasangre han tenido un empujón bastante considerable gracias al auge de cierto tipo de literatura para jóvenes que ha tenido un éxito arrollador en el mundo de la lectura y el cine pese a alejarse de lo que se considera el clásico vampiro de la literatura que se remonta a siglos atrás. ¿Pero cómo ha evolucionado el vampiro en la literatura fantástica? Desde los interesantes estereotipos malvados de mundos de fantasía como Warhammer, pasando por las elegantes y glamurosas plasmaciones del mito en Vampiro: La Mascarada o en Vampiro: Edad Oscura –sendos juegos de rol con muchas y variadas novelas de apoyo–, hasta los vampiros en rehabilitación de Terry Pratchett para su hilarante Mundodisco o las sutiles estampas del vampiro de toda la vida en novelas como Sueño del Fevre, de George R. R. Martin o La Fuerza de su Mirada, de Tim Powers, sin dejarnos por supuesto otras encarnaciones como las criaturas a las que ocasionalmente se enfrenta el brujo Geralt de Rivia en la saga de fantasía de Andrzej Sapkowski.
El paso de los años no ha hecho más que hacer que la figura del bebedor de sangre, aquel que teme a la luz del día, de fuerza sobrehumana y rapidez extraordinaria, se incremente hasta formar parte del imaginario colectivo en todas sus vertientes de la literatura, el cine o el cómic. La Espada maldita no es una excepción, ya que para su obra Jon Courtenay Grimwood construye un personaje con tintes románticos –entiéndase aquí como el que anhela, sueña con algo inalcanzable–, pero que al mismo tiempo representa un relato iniciático debido a que Tycho –así se hace llamar el protagonista de La Espada maldita– es el primer vampiro conocido de la historia, y estamos hablando del siglo XV, muchos años antes del Drácula de la leyenda.
"El autor denota un gran conocimiento tanto del escenario, como de la indumentaria de la época, los medios de transporte y la historia del lugar"
La premisa inicial que cimienta la novela es la de ambientar su trama en
un escenario tan popular e interesante como es la Venecia de finales de la Edad Media, un lugar cuajado de conspiraciones políticas, gente que se gana la vida con las maquinaciones a gran escala o en pequeñas dosis –juntas pueden suponer un gran quebradero de cabeza para los conspiradores rivales– y en general todo un sembrado para el asesinato, político en la mayoría de los casos, y sí, la palabra que estamos buscando es
maquiavélico.
Es aquí donde entran en juego
los Assassini, colectivo que da pie a la trilogía sobre la que se soporta esta primera entrega,
historia ficticia entremezclada con acontecimientos y detalles fidedignos que tuvieron lugar hace seis siglos –uno de los ejemplos que me vienen a la cabeza es la ceremonia de desposarse con la mar mediante un anillo.
Lo que entra en juego entonces al leer La Espada maldita son un grupo de asesinos cuyo centro de operaciones se encuentra en una de las ciudades por excelencia del disputado territorio italiano y un conjunto de tramas políticas en la que se ven envueltos todos los personajes que actúan, por así decirlo, en esta fantasía histórica que bebe de algunas fuentes conocidas para el lector como la del poeta de Stratford-upon-Avon, ni más ni menos que William Shakespeare con su Romeo y Julieta de toda la vida –¿qué nos dice el nombre de Giuletta?–, es lo que sirve a Jon Courtenay Grimwood para establecer de fondo una relación romántica entre dos mundos paralelos: el humano y el del vampiro, personificado este último en la figura de Tycho, el muchacho de pelo plateado y origen incierto, único ejemplar conocido de su especie que termina trabajando para los Assassini en calidad de aprendiz por sus innumerables ventajas.
¿En qué se parece a Assassin's Creed?
La ciudad veneciana, un gremio de asesinos, intrigas políticas... ¿no nos nos recuerda todo esto a
Assassin's Creed, una de las sagas de videojuegos más famosas desarrolladas por UbiSoft? Está claro que no parece una casualidad que Jon Courtenay Grimwood haya puesto empeño en desarrollar una atmósfera similar –aunque sin vampiros y con un desarrollo argumental diferente– como la que podemos disfrutar en
Assassin's Creed II, una de las mejores entregas de la franquicia, la primera protagonizada por
Ezio Auditore de Florencia quien, como el Tycho de
La Espada maldita, se ve envuelto en una serie de tramas políticas mientras se abre camino como miembro más prominente de los Asesinos, o Assassini en el caso de
La Espada maldita.
Mientras que el juego de UbiSoft explora la mencionada sociedad milenaria como un ejemplo de la lucha del bien contra el mal, el gremio de
La Espada maldita es más cercano a la realidad histórica, con sus miembros al servicio de los poderosos en lugar del pueblo humilde que necesita de vigilantes que guarden sus intereses. En cualquiera de los dos casos, la lectura de
La Espada maldita consta de algunos puntos interesantes que pueden resultar atractivos para los jugadores de
Assassin's Creed y viceversa, tales como los estamentos del gremio de asesinos, su gestión interna –no indaga demasiado en ello, que no lleve a engaño–, la manera del protagonista de moverse por la ciudad –pero al contrario que Ezio, Tycho no emplea tantas herramientas o
gadgets para sus cometidos– y, cómo no, el mismo escenario –lo que conlleva alusiones a edificios significativos o hechos históricos– que comparten ambos productos, con tan sólo unas décadas de diferencia. Más allá de eso es pura coincidencia.
La novela goza de ciertas claves inherentes al género fantástico, como la magia en pequeñas dosis –personalmente, las alusiones al comportamiento del vampiro o los apaños mágicos de Tycho son mis momentos preferidos– o las criaturas sobrenaturales, una suerte de hombres-lobo, que pueblan las traicioneras calles de Venecia –los krieghund–, que hacen de La Espada maldita un híbrido que toma prestado un poco de la novela fantástica y otro poco de la novela histórica. El estilo del autor, sin embargo, resulta en muchas ocasiones parco, puede que incluso confuso, tanto en las secuencias de acción como en las descripciones que puedan hacer de «la ciudad de los canales» un lugar más atractivo literariamente hablando, aunque los que han podido acudir a tan mágica ciudad podrán hallar multitud de referencias que les serán conocidas, dado que Jon Courtenay Grimwood denota un gran conocimiento tanto del escenario, como de la indumentaria de la época, los medios de transporte empleados y la historia del lugar, todos ellos puntos fuertes de la novela, pero sin dejarnos por el camino que, como en todos los lugares de la vieja Europa –una práctica que desgraciadamente hoy en día se sigue llevando a cabo–, los estratos sociales son una parte fundamental de la vida en la ciudad, con la gente pobre por un lado y los pudientes, la nobleza poderosa que mira por encima del hombro a los seres inferiores, por el otro, enfrascados en sus rencillas políticas con poderes en la sombra mientras el pueblo llano se muere de hambre.
Pero en el conjunto de esta novela no nos abandona la sensación de que La Espada maldita podría haber sido mucho más que una mera conjugación histórico-fantástica. Los elementos están ahí para armonizarlos a la manera correcta, pero con una mayor implicación por parte del autor tanto en las descripciones como en los movimientos políticos de los personajes de este primer acto de "Los Assassini" estaríamos hablando de una novela histórica con tintes fantásticos para recordar, dado que todos los elementos parecen rozar cierto grado de ligereza con tal de avanzar la trama a buen ritmo, lo que finalmente hace que La Espada maldita sea un entretenimiento de primer orden, refrescante e intencionadamente ágil sobre la aparición del primer vampiro de la historia. Lejos de esta premisa, no vamos a encontrar en La Espada maldita nada más que acontecimientos históricos con unas pinceladas de magia entre sus poco más de cuatrocientas páginas, donde se alude al nacimiento del primer ser vampírico, aunque quedan por vislumbrar algunos misterios e interrogantes que arrojen algo de luz sobre ciertos aspectos de la novela. Independiente sí, autoconclusiva también, pero como suele ser habitual en toda trilogía que se precie, La Espada maldita deja pequeños cabos sueltos para que queramos tomar la segunda entrega con más ganas.
7 comentarios
Mnn... qué interesante, una novela ambientada en una de las ciudades que más me gustan del renacimiento, en un periodo especialmente fructífero por la gran cantidad de mecenas de los que disfrutaba la ciudad y encima aderezado con magia y sucesos oscuros.
La última partida que dirigí de Vampiro Edad Oscura, precisamente estaba ambientada en Venecia. Las intrigas, como bien he podido leer, fueron lo primero que me vino a la mente cuando me imaginé todo el argumento, por lo que no me extraña que alguien tan experto como el autor -ya que ha sabido escribir un libro tratando tal menester- haya sido capaz de captar el ambiente perfecto para introducir un argumento tan especial como este.
Me recuerda en cierto sentido a Entrevista con el Vampiro, un libro -que se versionó en la gran pantalla de manos de Brad Pitt, Tom Cruise y Antonio Banderas- para mi gusto realmente perfecto, en el que se mostraban las tribulaciones que asediaban constantemente a Louise, la parte buena digamos, de ese dúo tan impactante que Brad Pitt hacía con Lestat, interpretado por Tom Cruise.
Así que pensando que la suma de las partes parece reunir una gran cantidad de factores que a mí personalmente me gustan... en cuanto acabe mi montaña de libros prometo darle una oportunidad. ^^
Buena reseña por cierto.
Pues me lo voy a anotar. Me parece muy interesante la historia vampírica y la ambientación. Ya es hora de que se abandone a los gusiluces vegetarianos de Crepúsculo :P
Gracias por la reseña, también me lo apunto y como bien dice Eilonwy se necesita auténticos vampiros, más que los de ahora que están embadurnados de purpurina por todo el cuerpo, jeje.
Mmm... me había pasado completamente desapercibida esta novedad... y pinta interesante, el de las ciudades estado italianas es uno de mis marcos históricos favoritos. Habrá que darle una oportunidad :)
Pues la segunda parte sale además en una semana, así que ya tienes dos lecturas acumuladas. XD
Mejor! Alianza Runas acertó de pleno con Los caballeros bastardos y La primera ley, a ver que tal ésta...
Suena muy bien. Anotada. :D
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.