Título original: The League of Extraordinary Gentlemen Century 2009 TPB USA.
Guión: Alan Moore.
Dibujo: Kevin O'Neill.
Color: Ben Dimagmaliw.
Edición: 80 págs, color. Planeta DeAgostini, enero 2013.
Precio: 4,95 €.
Traducción: Diego de los Santos.
Temática: Fantasía, cómic.
Correlación: Tercera entrega de la trilogía "The League of Extraordinary Gentlemen: Century".
Las aventuras de los
gentlemen ideados por
Alan Moore tocan a su fin con el tercer volumen de la trilogía, aunque debemos decir que las aventuras del ahora reducido grupo con connotaciones literarias y heroicas han terminado siendo algo diferente a lo que apuntaban las dos primeras entregas del arco argumental, como pudimos leer en
Century: 1900 y
Century: 1969. La primera de ellas nos catapultó, tras los dos primeros volúmenes que todo aficionado al cómic debería leer, a los albores del siglo XX, siguiendo la estela del retoño de uno de los personajes del grupo principal en el primer
The League of Extraordinary Gentlemen. El segundo tomo de
Century avanzó mucho más en el tiempo hasta situarse en los años sesenta, donde las drogas y lo
hippie estaban a la orden del día en una Inglaterra con grandes visos de cambio. Llegados a la tercera entrega,
Century: 2009,
la primera década del siglo XXI sirve de escenario para poner la conclusión a las aventuras iniciadas en el siglo pasado con algunos detalles característicos del mismo con el que los personajes, todos ellos verdaderas reliquias de otros tiempos, tienen que lidiar.
Lo primero que uno le viene a la cabeza al terminar esta nueva entrega es en qué se le habrá pasado por la cabeza a Alan Moore para poder desarrollar una trama tan rocambolesca como la que tenemos entre manos. Es decir, todas las claves que han definido el cómic desde el principio siguen ahí, pero en cierta manera distorsionadas quizá debido al paso del tiempo y la capacidad de adaptación de los personajes a éste, pero el autor pone un precipitado punto y final a una trama que apuntaba hacia otra cosa, con cierto deus ex machina que deja un sabor algo agridulce que cierra todo de un plumazo, como si Moore estuviera cansado de las referencias, de las posibilidades de interacción con la historia de un grupo que ha nacido de las páginas de la literatura, de la cultura pop y de cualquier otra oscura referencia que en muchas de las ocasiones tan sólo el autor conoce –el lector seguro que pilla un buen puñado, pero otras tantas me temo que se quedan en el limbo–, si es que son referencias en sí, aunque sólo por eso ya merecería la pena el cómic.
En absoluto afirmo que The League of Extraordinary Gentlemen, Century: 2009 sea un mal cómic, tan sólo que es una obra que lee con agrado, tiene una cuantas teorías interesantes –como la brutal, aunque forzada eso sí, alusión al mundo de J. K. Rowling–, además de continuar las aventuras de un concepto de grupo de personajes que a mi particularmente me resulta tremendamente llamativo por sus características en sí y porque todo lo que sea referencial, literariamente hablando, a la fuerza me termina llamando. Pero le falta chispa, le falta garra a esta tercera conclusión de los gentlemen, ha perdido fuelle desde el segundo volumen –que sin duda fue todo un señor cómic con las múltiples alusiones a H. G. Wells, además de otras cosas que sin duda no hace falta que comente si los lectores de esta reseña lo han leído, que espero que sí–, y echando la vista atrás a la calidad del conjunto de este tríptico es de un nivel inferior al de las dos primeras entregas, más si tenemos en cuenta que por el camino se ha perdido en la edición española la publicación del Black Dossier, lo que da al lector la sensación de que si no ha degustado éste, se pierde algunas referencias que sirven para comprender mejor el cómic que ahora nos ocupa, aunque tampoco pasa nada si no lo tenemos a mano pues de por sí funciona perfectamente bien como un cómic de aventuras en el que los personajes vienen y van por los escenarios propuestos por el autor sin mayores quebraderos de cabeza.
La calidad del apartado artístico se mantiene exactamente en el mismo baremo, con Kevin O'Neill a los lápices poniendo cara a cada uno de los personajes que desfilan por las páginas del cómic de Moore, desde una consumida Mina Murray hasta un Orlando que cambia de sexo cada dos por tres, con su estilo personal e intransferible que no será del agrado de todos por sus formas algo cuadriculadas, pero debemos reconocer que goza de un punto grotesco que le sienta bastante bien. Porque grotesco es la palabra que andamos buscando par definir este Century: 2009, con muchas escenas de corte surrealista –aunque no más que en Century: 1969, por razones obvias–, donde la fantasía, lo irreal, lo paranormal y la magia se dan la mano para ofrecer un argumento de aventuras con muchos elementos que podrían haber dado bastante más de sí, pero que donde el autor parece falto de ideas o no quisiera desarrollarlas para ofrecer un final a la altura de los dos primeros volúmenes. Los hombres extraordinarios merecían un final de saga mejor, más complejo, con mayor carga épica, quizá un menor punto de decadencia –porque tres aventuras completas se nos antojan pocas para que el grupo termine únicamente con dos miembros–. Por el contrario, aunque el cómic se deja leer con atención sólo por ver qué nos depara el autor a la vuelta de la página, la edición española a cargo de Planeta DeAgostini no puede tener un precio mejor. Es cierto que cada una de las entregas de este tercer volumen no llega a las cien páginas, pero por sólo cinco euros nos llevamos cada una de ellas a casa, lo que supone un aliciente para poder acercarse una vez más a los gentlemen. Pero aún así estoy convencido de que cuando salga la próxima aventura del grupo seré de los primeros en la tienda de cómics.
por Loren Sparrow
abril 20, 2013
5 comentarios
5 Euros que nada mas acabar de ller el comic me he arrepentido de gastar. Si es cierto hay muchas referencias culturales, muchas coñas incluso ataques (muy basicos) a la situacion politica y economica en al que nos encontramos. Pero al final me ha quedado la sensación de que todo el comic no es mas que mal chiste que se le ha ocurrido a Moore acerca del anticristo y Harry Potter. Poco bagaje para alguien del que espero muchisimo mas en cualquiera de sus obras aunque esta claro que desgraciadamente ya ha pasdo su mejor tiempo (como el de Frank Miller, John Byrne y tantos otros grandes autores de los 80)
Pues sí, el autor parece demasiado aburrido como para acabar de una manera diferente este tercer cómic, con lo que me molaron los dos primeros volúmenes. Como si tuviera prisa por acabar, no cuajan del todo todos los elementos que sí podemos apreciar en anteriores entregas (hablo de las dos primeras series, no las dos primeras de Century, que son similares, aunque un pelín mejores).
Un saludo y gracias por comentar.
Las dos primeras series son una maravilla, la primera, por la novedad, resulta altamente gratificante, divertida, emocionante y sorprendente: imprescindible! Yo tengo pendiente leer las correspondientes a Century, pero después de leer la reseña, me he deshinchado un poco. Aún así, Alan Moore sigue siendo diferente dentro del mundillo.
Salud!
Es posible que Alan Moore se haya cansado ya de dibujar nada sobre esta serie y por eso quizás os haya decepcionado un poco este último trabajo. Como bien ha dicho Alfonso en su anterior mensaje, muchos autores tienen su época dorada y luego simplemente inician un descenso (en ocasiones más digno que en otras), pero al fin y al cabo descenso hacia obras que podrían haber dado mucho más de sí pero que al final parecen perder fuelle.
Es cierto que siempre será "La Liga de los Hombres Extraordinarios", pero creo que el autor no debería haberlo interpretado como una serie de "superheroes" en la que poder permitirse cierta laxitud en cuanto al argumento y a la conclusión del mismo. Al menos esa es mi opinión.
Perdón, me refería a "realizar nada sobre esta serie" no dibujar, que me he colao ahí. xD
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.