Título original: Star Wars: Agent of the Empire. Iron Eclipse TPB.
Guión: John Ostrander.
Dibujo: Stéphane Roux, Stéphane Créty.
Color: Wes Dzioba.
Edición: 120 págs, color. Planeta DeAgostini, abril 2013.
Precio: 12,95 €.
Traducción: V.M. García de Isusi.
Temática: Ciencia-ficción, cómic.
Correlación: Lectura independiente basada en el universo de "Star Wars". Primera entrega de la serie "Agente del Imperio".
El universo de
una galaxia muy, muy lejana puede dar lugar a todo tipo de historias, desde argumentos centrados en espectaculares batallas espaciales, pasando por guerras fratricidas llevadas a cabo por las ansias de grandeza de los Sith, o en el caso que ahora nos ocupa, la de un agente secreto que se ve envuelto en los más peligrosos líos. Es por eso que la editorial americana
Dark Horse ha querido incorporar al catálogo de la saga una refrescante historia protagonizada por un nuevo personaje surgido del repertorio de
John Ostrander, guionista que ha dado los mejores momentos de la saga en cuanto a cómic se refiere –como la serie
Legado o gran parte de la serie
Republic–, aunque en esta ocasión no cuenta con los lápices de Jan Duursema –la que parece ser su inseparable compañera de aventuras en "Star Wars"– , sino con los de
Stéphane Roux y
Stéphane Créty. quienes imprimen toda la fuerza necesaria para llevar a buen puerto la colección que cuenta ya con diez números en Estados Unidos, divididos a su vez en dos arcos argumentales.
El agente Jahan Cross a punto de ser convertido en papilla por la policía local
El parecido con James Bond es lo primero que nos viene a la cabeza, desde la composición de portada de Stéphane Roux, hasta la temática escogida par este Agente del Imperio: Eclipse de Hierro. Los paralelismos con el personaje creado por Ian Fleming son más que palpables, pero trasladados al universo de la galaxia de George Lucas y en el bando de los malos. En lugar del Agente 007 contamos con la presencia de Jahan Cross, un agente al servicio de la Inteligencia Imperial que no duda en utilizar los métodos necesarios para conseguir llevar a buen puerto la misión asignada, incluso si el último remedio es acabar a punta de bláster con la vida del sujeto. La compañera de cuerpo escultural que acompaña en todas las películas y novelas al agente del escritor británico se sustituye aquí por la versión femenina de un droide de último modelo llamada IN-GA 44 que cuenta con numerosos gadgets que ayudan a Bond –a Cross, quiero decir– a conseguir de manera eficiente las misiones encubiertas ordenadas por el idolatrado Imperio –el galáctico, no el británico– por el que Cross siente auténtica devoción arguyendo que de no haber un sistema unitario para toda la galaxia, ésta incurriría en el caos, lo que nos deja claro que al igual que tantos otros servidores del Imperio de Palpatine, no conocen toda la verdad que encierra el mandato del Maestro Sith.
El guión de John Ostrander está enfocado hacia la acción, con multitud de secuencias donde se nos hace partícipe de la pericia del protagonista en los momentos más delicados, bien por su excelente forma física, pilotando una nave o un speeder, o bien disparando con el bláster. Las femmes fatales es otro de los temas recurrentes en las aventuras de Cross, que como en las aventuras de James Bond, añaden el contrapunto erótico a la saga galáctica, aunque al estar dirigido para todos los públicos, las escenas subidas de tono tienen que quedar a la fuerza destinadas a la mente del lector porque el dibujante oculta las partes pudendas de los personajes con diferentes posturas u objetos, pero no vayáis a imaginar que este tipo de escenas abundan en el cómic, sino que hablamos de un par de secuencias únicamente. Aún así no deja de ser una de las novedades que añade este "Agente del Imperio", pues las escenas de sexo en la saga galáctica siempre han sido algo anecdótico.
Jahan Cross flirteando en un jacuzzi con Iaclyn Stark, la viuda de Iaco Stark
Por otra parte, para los que no estén muy puestos en la cronología interna de la saga, Agente del Imperio: Eclipse de Hierro se ambienta en el par de años anteriores al comienzo de la película Una Nueva Esperanza, es decir, en el 3 ABY –antes de la Batalla de Yavin que destruyó la Estrella de la Muerte– pudiendo encontrar algunas referencias a la misma gracias a la participación de un reconocible Han Solo que, acompañado por su inseparable amigo Chewbacca, actúa tan sólo movido por los negocios en cada una de las situaciones en que se ve involucrado –con el Halcón Milenario incluido, fielmente representado en el apartado visual al contrario de lo que hemos podido ver en muchos otros dibujantes que no han sabido representar fielmente las naves más características de la saga; hasta descubriremos que el famoso contrabandista y Jahan Cross se conocen desde los tiempos de la Academia Imperial–. En un nivel más detallado, podemos hallar incluso referencias a la Guerra Hiperespacial Stark que tuvo lugar 44 años antes de Una Nueva Esperanza, evento que fue retratado en una serie de cuatro números publicados más tarde en formato rústica bajo el título The Stark Hyperspace War, con guión de John Ostrander y lápices de Davidé Fabbri, inédito en castellano.
En el apartado artístico de Agente del Imperio: Eclipse de Hierro, contamos con una base sólida por parte de los dos dibujantes que intervienen en el cómic. Mientras que Stéphane Créty dibuja las páginas 51 a 94, lo que serían los números tercero y cuarto del original americano –para un total de cinco números incluidos en este volumen–, Stéphane Roux se encarga de los tres números que completan el arco argumental. El cambio o alternancia de dibujante augura en muchas ocasiones un resultado irregular en el apartado artístico de cualquier cómic, pero en esta ocasión es tan parecido el estilo de ambos autores que pasa por alto el hecho de que estemos hablando de dos dibujantes diferentes, aunque no deja de ser Wes Dzioba quien añada la paleta de color a todo el conjunto, lo que consigue añadir una mayor uniformidad. En el aspecto personal, debo reconocer que el estilo de Stéphane Créty casa más con mis gustos personales, su trazo en los personajes –aunque Han Solo y Chewbacca, a este último le falta la bandolera, se ven retratados con un estilo algo cartoon que no desentona–, expresiones o escenarios me parece más natural. En cualquiera de los casos, el arte de ambos dibujantes supone una buena primera aportación a la saga.
En resumen, el lector aficionado a las aventuras galácticas de "Star Wars" encontrará un buen cómic plagado de giros argumentales con mucha temática bondiana, bastantes secuencias de acción y un personaje interesante que aporta más frescura y dinamismo al panorama actual de la franquicia en el mundo del cómic, puesto que da exactamente lo que promete.
por Loren Sparrow
mayo 04, 2013
2 comentarios
A base de leer tus estupendas reseñas me estoy aficionando a géneros que hasta ahora tenía de lado. Los descubro y créeme los estoy gozando. Muchas gracias
Aunque me prometí no volver a comprar más cómics de Star Wars ahora que Disney se va a poner a toquetear el canon, me estoy planteando seriamente hacer una excepción con este cómic... El dibujo me gusta mucho, eché un vistazo a la trama y creo que no me disgustará.
¡Saludos! :D
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.