Pero independientemente de la cantidad de nominaciones o premios recibidos, que pueden o no dar un apunte sobre lo que podremos encontrar en la obra, la novela es de una temática fantástica ambientada en las historias de Las mil y una noches, lo que pone de manifiesto que en Fantascy ha calado la literatura fantástica de temática árabe, empezando por Alif el invisible, novela que llegará muy pronto a las librerías, y Sindbad en el País del Sueño, la cual llegará a las librerías a comienzos del año próximo.
Es demasiado pronto para hablar de la edición española de Throne of the Crescent Moon, aunque no cabe duda de que será en rústica con solapas (como todo lo de Fantascy hasta ahora), pero para darnos una idea, la novela tiene unas trescientas páginas en su versión original, y la portada de la edición americana en tapa dura es obra de Jason Chan –en el enlace podéis echar un vistazo a la ilustración completa para la portada–, aunque por el momento desconocemos si la edición española contará con ella, con la portada inglesa –que puede verse en estas líneas– o bien con una de cosecha propia. La portada polaca, por cierto, es idéntica a la edición alemana de El prisma negro, de Brent Weeks, aunque personalmente, la descartaría rotundamente porque entonces se haría pasar por una de las novelas de este último.
El mapa es obra de Priscilla Spencer, en cuyo trabajo puede apreciarse el sabor oriental de esta novela de fantasía que llegará el año próximo a las librerías españolas. En el caso de que pudiera elegirse una de las dos portadas, ¿por cuál os decantaríais? ¿Por la americana, donde deja poco a la imaginación del lector al mostrar el aspecto completo de los personajes de la novela y transmite una sensación innegable de aventura, o bien la inglesa, más sutil, más misteriosa?
comentarios
Que buena pinta, es bueno un poco de aire fresco y diferente en la fantasía moderna.
La portada americana está genial, con esos gouls putrefactos o lo que sean :D
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.