Título original: Millénium, tome 1.
Guión: Sylvain Runberg.
Dibujo: José Homs.
Color: José Homs.
Edición: 144 págs, color. Planeta DeAgostini Cómics, octubre 2013.
Precio: 18,95 € (tapa dura).
Traducción: Olga Marín.
Temática: Thriller.
Correlación: Primera entrega de la bande dessinée basada en la trilogía de novelas de Stieg Larsson.
Ambientada en la siempre aparente Suecia perfecta, Stieg Larsson nos presentaba hace ya unos cuantos años una trilogía realmente interesante en la que una chica llamada Lisbeth Salander y un hombre llamado Mikael Blomkvist, personas muy diferentes entre sí, se unían para investigar una serie de acontecimientos que, a simple vista, no parecían tener conexión. Ella, dedicada a investigar mediante el hackeo de sistemas, él convertido en un denodado defensor de las libertades que ha llegado a poner en jaque a algunos de los hombres más poderosos del país, se unieron como si fuesen las dos piezas de un mismo puzle, para protagonizar tres de las novelas del género negro que más fama han tenido en la actualidad. Si no os suena este argumento en papel, quizás sí que os suene una miniserie de factura sueca llamada precisamente “Millenium”, en la que Michael Nyqvist –como Blomkvist– y Noomi Rapace –en el papel de Lisbeth Salander– nos mostraban palmo a palmo cada uno de los capítulos de los libros que os he mencionado, dividiendo las distintas entregas de la miniserie en tres episodios titulados como la novela correspondiente: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y por último La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Es cierto que, recientemente, gracias al exitazo que tuvo la trilogía, también se hizo un remake de factura americana de la primera película, con Rooney Mara –Lisbeth– y Daniel Craig –Blomkvist–, de la cual se espera continuación en 2014, aunque en la actualidad aún no tenga director. Personalmente, prefiero la producción sueca más que la americana, más que nada porque en una los actores tienen una mayor carga dramática, mientras que en la otra las cosas parecen ser un poco más light, dándole más importancia a Daniel Craig que no a la chica, pero considero que esto ya es una cuestión de gustos, así que os animo a verlas y llegado el caso, a comparar.
A lo largo de todo el volumen me he dado cuenta de la calidad plástica de la que posee Homs. Ha sido capaz en todo momento de transmitir las sensaciones de los personajes, sabiendo que aunque en una escena pase tal o cual cosa, en realidad el personaje está pensando en otra. Tanto Lisbeth como Blomkvist tienen muchísima profundidad, cosa que no se suele ver en adaptaciones del estilo, ya que ésta se suele perder en favor de mostrar más elementos de la historia total. Para mi gusto, la forma en la que ha tenido de presentar a Lisbeth ha sido perfecta. Una mujer dura, que ha vivido todo lo malo que puede vivir una persona, pero que en el fondo tiene un gran concepto sobre la justicia. En ocasiones veremos que la Lisbeth del cómic puede llegar a resultar mucho más cautivadora que la de la película –a la cual se hace referencia al principio de este tomo, ahora que caigo, cuando aparece una de las portadas de la revista Millenium en la que se muestra el nombre de Noomi Rapace en la portada–. Con esto no quiero decir que la actriz hiciese mal trabajo, para nada, si no que Homs ha conseguido captar exactamente la esencia de la Lisbeth que le habría gustado ver al propio Stieg Larsson. Esto, junto con el uso de los tonos sepias para realzar recuerdos y el de los tonos fríos en los lugares adecuados para cargar la escena de un tono tétrico, consiguen que el lector parezca bailar un vals con las líneas y los colores.
Con respecto a Runberg, no puedo mencionar mucho sobre él en este trabajo sin revelaros puntos importantes de la trama que debéis descubrir por vosotros mismos. Simplemente quiero reincidir en lo que he dicho anteriormente; alguien tan capaz de sintetizar una obra como esta en tan pocas páginas con tan buen resultado es digno de elogio. Es como si cogiésemos la mejor comida del mundo y la convirtiésemos en una pastilla para comer en el espacio. Está concentrado, sí, pero tiene todo el alimento posible.
Por esta razón no solo os recomiendo que leáis el cómic –siempre y cuando os hayáis leído la novela o al menos visto las películas suecas–, sino que considero que estos tres tomos se van a convertir en un imprescindible en las estanterías de todo fan de los cómics que se precie. Por mi parte, ya estoy esperando como loca el segundo.
0 comentarios
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.