Título original: Assassin's Creed, tome 4: Hawk.
Guión: Eric Corbeyran.
Dibujo: Djillali Defali.
Color: Cyril Vincent.
Edición: 48 págs, color. Planeta DeAgostini Cómics, octubre 2013.
Precio: 12,95 € (tapa dura).
Traducción: Albert Agut Iglesias.
Temática: Aventuras, ciencia ficción, cómic.
Correlación: Primera entrega del segundo ciclo de “Assassin's Creed” en formato BD.
Todos aquellos que siguiesen las aventuras de Accipiter en el último tomo editado por Planeta DeAgostini, están de enhorabuena. Los dos grandes, Corbeyran y Defali vuelven a unirse para presentarnos otra entrega de las aventuras de los Assassini a lo largo de las eras, para poder encontrar más objetos fabricados a partir de Fragmentos del Edén. En esta ocasión, el guionista jugará con más retrosujetos a la hora de contar la historia que nos lleve a la recuperación del Cetro de Aset, un objeto que facilitó la revolución de los esclavos egipcios en el año 1250 y por lo tanto la desaparición de la tirana Dinastía Ayubi. Alzándose pues la Dinastía Bahrita gracias a la intervención de los asesinos y a la influencia de este objeto fabricado con una parte importante de la teconología recuperada de la Primera Civilización, los asesinos Stella –descendiente de su antepasado Ludus– y Jonathan Hawk –al que ya vimos en el tomo anterior como Accipiter–, tendrán que viajar a los siglos XII y XIV para poder seguir la pista a este poderoso objeto. El descubrimiento de un naufragio en las costas de una pequeña isla del mediterráneo y la posterior venta de este objeto a un mercader egipcio, será el detonante para poder lanzarse en una ardua búsqueda. Un nuevo arco argumental, una vez que el Ank de Isis fuese encontrado en los anteriores volúmenes.
A diferencia de tomos anteriores, Desmond Miles –el retrosujeto protagonista de los videojuegos y de los anteriores entregas– no tendrá una relación directa con este antepasado, por lo que a lo largo de las casi cincuenta páginas de las que dispone este álbum, únicamente veremos los acontecimientos vividos por el antepasado de Hawk llamado “El Cakr” a partir del año 1340 en Egipto. Pese a esto, considero que sigue siendo necesario haber jugado a los videojuegos y haber leído los tomos anteriores. Más que nada, para no desvelarnos la actual ubicación de nuestros protagonistas y las razones que les han llevado hasta allí.
Por razones evidentes, lo mejor que tiene esta entrega es que la acción no se centra únicamente en el Egipto del siglo XIV, sino que Corbeyran mezcla estos acontecimientos con la época actual en la que los Templarios siguen intentando coger desprevenidos a los Asesinos. Maletines oscuros, teléfonos de prepago y citas en lugares recónditos, aderezan esta historia con una tasa de misterio e intriga que termina culminando en algo realmente inesperado. Algo que con seguridad nos dejará con ganas de más y deseando que salga cuanto antes el siguiente tomo.
Como un dato a tener en cuenta, me gustaría destacar la gran labor que ha realizado Vincent al utilizar colores anaranjados, rojizos y ocres para la historia de “El Cakr” en Egipto. Considero que ha sido capaz de atraer para sí todo el carácter exótico y toda la magia de la que está cargada esta cultura. También me ha encantado la forma en la que están plasmados algunos de los interiores de algunos lugares de máxima importancia y cómo están tratadas las escenas diurnas y nocturnas de la ciudad de El Cairo, en el que tanto las vestimentas como las mismas calles plagadas de mercados parecen salirse de las páginas satinadas del cómic. En el caso del periodo situado en la actualidad, el color predominante ha sido el azul claro e incluso el blanco, quizás para transmitirnos esa sensación de esterilización tan particular que poseen los altos rascacielos, las oficinas de última generación y toda la tecnología que rodea al mismo Ánimus.
En definitiva, un cómic que no pasará a ser parte de los grandes clásicos, pero que sí que puede ilustrarnos sobre otras aventuras relacionadas con los Asesinos y que no tienen que tener necesariamente relación con Altaïr, Ezio Auditore, Connor o con el último antepasado que veremos en nuestras pantallas, Edward Kenway. Nos servirá para pasar un buen rato y como ya he dicho, para dejarnos con la miel en los labios para la siguiente entrega.
2 comentarios
A ver si le doy un tiento a los dos últimos juegos de la saga y me pongo con este nuevo cómic, que no quiero que me spoileeen nada. XD Hay que reconocer que el factor sorpresa y el que no te cuenten nada sobre el argumento en los videojuegos de "Assassin's Creed" es fundamental.
En cuanto al nuevo asesino del cómic, me parece muy interesante que hagan otro retroceso hasta una época que no han explorado aún en los juegos (¿habrá alguna vez uno anterior a las Cruzadas?).
A mi me encantaría ver un juego ambientado en la India, como sale en los cómics americanos, aunque no me hagas mucho caso, que siempre me confundo. xD Y también me encantaría ver un juego ambientado en Japón. Con esa cantidad de pagodas y templos tochos que escalar, tiene que ser un gustazo ver todos los interiores, a parte de las posibilidades que te da el poder asesinar a través de las paredes de papel de arroz. El juego con las siluetas y los jardines. Me parece un entorno precioso para poder llevar a nuestro asesino de turno y poder saber un poquito más sobre la historia tanto de China como de Japón. Me encantaría verlo si señor.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.