La mejor forma de tener una conciencia del peligro que corre el medio ambiente de nuestro mundo es simplemente sentándonos en cualquier lugar para observar nuestro entorno. El simple acto de pensar "voy a frenar durante un instante y voy a prestar atención a lo que me rodea", puede significar un gran paso para poder percatarnos de cosas a las que normalmente no prestamos atención. Si lo hacéis descubriréis que nuestra civilización está construida sobre elementos que, de por si, están acabando poco a poco con ella. Si miramos al pavimento, veremos que los materiales utilizados en la mayoría de las ciudades precisamente requieren tratamientos que no fomenten la aparición de maleza o musgo, ya que podría ser peligroso. Cada segundo, minuto y hora, utilizamos productos como coches, móviles, ordenadores, pequeños electrodomésticos y útiles de limpieza; por citar únicamente unos cuantos ejemplos, que ocasionan un empobrecimiento de los recursos naturales de este planeta que nos sustenta a todos.
La mitad de los material de los que están compuestos esos productos acaban en vertederos alrededor del mundo, normalmente en las zonas más desfavorecidas, y la otra parte termina en el aire para que todos respiremos un poco de ese veneno. Si os fijáis, sin todos estos factores no podríamos considerarnos una sociedad civilizada, ya que todos los avances de los que nos sentimos orgullosos o incluso de aquellos que ni sabemos que existen, son la base sobre la que se ha construido toda nuestra evolución como raza planetaria, donde se han sustentado los grandes avances científicos y tecnológicos de nuestra historia, y lo que ha inclinado la balanza hacia unas potencias u otras. Imagino que todo esto ya lo sabréis muchos de vosotros. El mundo se mueve con la maquinaria creada a medida por aquellos que disponen de la materia prima con la que la sociedad se retroalimenta. Nos crean necesidades surgidas de la estupidez. Nos animan a consumir sin pausa algo que en realidad no necesitamos, como por ejemplo, cambiar de móvil únicamente porque nos hacen pensar que, de no hacerlo, estaremos al margen de la sociedad al no seguir la moda que alguien ha decidido que hay que seguir.
Jay Kristoff hace de Tormenta una historia de fantasía ambientada en un Japón feudal con marcadas características propias del steampunk para explicar de una forma más sencilla todo lo que yo acabo de deciros. El núcleo de la narración lo marcará Yoritomonomiya, Noveno shōgun de la Dinastía Kazumitsu, un ser narcisista, egoísta, indolente, violento en ocasiones y caprichoso. Kigen, la capital de su imperio, ha doblado su población bajo su mandato, llegando a tener el núcleo más poblado del mundo conocido. Un gobernante que es capaz de vestir ropas llenas de oro y de cortar las alas a los gorriones para poderles ver en todo momento desde el balcón que da a sus jardines, aparece como contraste de una población casi totalmente dedicada a la mendicidad, teniendo que vivir en las alcantarillas, comiendo basura y reprimidos para que no alienten las antiguas creencias en ciertos dioses y mitos que podrían animar su rebeldía contra el régimen, haciéndoles creer sin embargo, que viven de la mejor forma posible y que en realidad no tienen nada por lo que luchar. Esta opulencia lucida de forma tan descontrolada por los poderes dominantes, la favorecerá el loto de sangre, una flor extremadamente tóxica, –similar, salvando grandes distancias, al opio que provocaría las llamadas "Guerras del opio" a mediados de nuestro siglo XIX–, usada como droga y combustible que provoca el total exterminio de la riqueza del suelo donde se planta.
De fondo de todo esto tendremos tres grandes sectores que ayudarán al shogunato a desempeñar mejor su saqueo de las fértiles tierras de Shima –que es como los personajes llaman al mundo en el que viven–. Dentro del Gremio encontraremos a los Artífices. Aquellos que se dedican a manipular la maquinaria que mueve el chi, seres conectados por distintos enchufes a lo que ellos llaman "su piel". Grandes corazas de acero repletas de mecanismos extraños, poleas y almacenajes misteriosos con los que se ayudan a la hora de realizar su trabajo, evaluar cómo sacar más provecho del loto, tratarlo para crear incluso nuevas especies de seres vivos –formas obscenas de vida que no tienen en realidad voluntad ni alma– y, por supuesto, conseguir que los cultivos en los que se planta el loto sean fértiles durante el mayor tiempo posible, hasta que sea necesario trasladar la plantación cada vez un poco más lejos dejando tras de sí inmensos páramos estériles. Otros participantes de ese Gremio son los Purificadores. Su labor es una de las que más me han impresionado en la historia, ya que como estamos hablando de una civilización ambientada en un mundo fantástico, muchos de los adoradores de antiguos dioses como es Kitsune, la diosa zorro, poseerán habilidades especiales que los destacarán por encima del resto, como pasa con nuestra protagonista Yukiko. A todos los que encuentran utilizando esas "habilidades especiales" se les lleva al llamado "Altar de la pureza" o como las gentes de Kigen le llaman, "Las piedras ardientes", donde se les incinera de forma pública y se les convierte en una loseta que adorna la extensa plaza, como muestra de su castigo.
El tercer grupo que considero más importante son los Samuráis de Hierro, bravos soldados a las órdenes del emperador, fieles seguidores de la senda del bushidō, que serán la mano del shōgun en todos los asuntos militares o de seguridad interna. Una forma de hacernos dudar de si el camino del samurái es el correcto si sigues a un amo que es indigno de tu lealtad, mucho más cuando las riquezas que podrían servir para paliar las necesidades de los habitantes de Kigen, están siendo destinadas a distintas campañas militares que únicamente satisfacen la avaricia y ambición del shogunato.
Como os podréis imaginar, cuando Yoritomo hace llamar a Yukiko y a su padre Masaru, que es el más famoso cazador del shogunato, el aclamado Zorro Negro de Shima, y le exige que le lleve un arashitora, un grifo de la tormenta que ha visto en sueños y que cree que vuela cerca de la zona conocida como las Montañas Iishi, la reacción no se hace esperar. Todos los presentes, temerosos del carácter violento de su shōgun, agachan la cabeza en señal de respeto y parten de inmediato en una espléndida nave voladora llamada La hija del Trueno para ir a su caza y captura. Sin embargo, no os estaría recomendando este libro si considerase que la historia puede ser predecible y cargada de tópicos, ya que podréis encontraros con demonios salidos de los mismos abismos, con una magia tan sutil como la que utilizaba Tim Powers en sus libros y con un perfecto equilibrio entre moraleja y acción a la hora de desarrollar toda esta historia. Uno de los libros más interesantes y adictivos que he tenido el placer de leer y que encima tiene una portada obra de Jason Chan que ha sido nominada a distintos premios como el David Gemmell Legend y el Morningstar. Estoy esperando impaciente la siguiente entrega, porque bien puedo decir que Jay Kristoff me ha terminado dejando en lo mejor de la narración, con toda la miel en los labios.
Quizás si tuviese que destacar algo negativo, es que tratándose de palabras japonesas, tanto armas, lugares, nombres propios y de dioses, no haya insertado el autor un anexo para poder explicar lo que significan algunas cosas o al menos un dramatis personae para una mayor claridad de lectura. Por todo lo demás, no tengo nada más que decir, ya que incluso la cuidada forma en la que está editado el libro me ha gustado muchísimo.
Fecha de publicación: 21 octubre, 2013. Editor: Editorial Hidra. Géneros: Fantasía, Steampunk.
Traducción: Guiomar Manso de Zúñiga. Páginas: 496. Precio: 16,50 €. Electrónico: No. Correlación: Primera entrega de la trilogía 'Las guerras del Loto'.
3 comentarios
Lo he visto en Amazon para kindle, pero solo en inglés y a un precio bastante apetecible.
Sabeis si lo van a publicar en castellano en ebook?
La verdad es que tiene una ambientación muy llamativa (Japón feudal + steampunk + fantasía), y las nominaciones a premios seguro que son merecidas. Lo terminaré leyendo en cuanto se acerque la publicación de la segunda entrega, que según la editorial, será antes del verano. No hay muchas obras de fantasía que recurran a este tipo de ambientaciones, la mayoría son fantasía épica de corte medieval bastado en el canon occidental.
Guardiaoscura, de momento la editorial no tiene planes para sacar la edición electrónica, aunque se descarta que aparezca en un futuro.
Yo la acabo de comprar y sí tiene un glosario de armas, seres mágicos, religión, vestimenta entre otros en la parte final del libro. Gracias por tu reseña, ahora que entro en las vacaciones de la universidad lo leeré. Ya tengo los 2 primeros, espero conseguir la saga completa
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.