En San Valentín no podemos evitar sacar nuestra vena romántica, por lo que hemos elaborado una lista con catorce relaciones amorosas muy especiales que nos ha dejado el género fantástico. En ella podemos encontrar ejemplos de clásicos de la literatura fantástica o el cine, así como otras obras que se han convertido rápidamente en un referente popular. ¿Crees saberlo todo sobre las relaciones de los personajes en el mundo de la fantasía? ¿Buscas una forma de ser más creativo? ¿Inspiración para llevar a cabo aquello que te propones? En Catorce relaciones amorosas imprescindibles de la literatura fantástica tenemos poderosas razones para destacar el amor en la fantasía, porque... ¿qué sería de una buena historia si no hubiera romanticismo de por medio? Avisamos de que la recopilación contiene algunos spoilers en determinados apartados, pero en general hemos intentado evitarlos –aunque resulta irremediable no caer en ellos– para no contar demasiado sobre el desenlace de algunas relaciones o el transcurso de las mismas.
Lúthien y Beren, de El Silmarillion (por Cyram)
Imagino que todos los que leáis esta entrada habréis pensado al instante en Arwen y Aragorn a la hora de identificar una relación amorosa tan particular como todas las que aparecen en esta lista. No obstante, me gustaría referirme a otra que en realidad sirvió como referencia para el mismo Elrond, cuando se encontró con que el enamorado jefe de los dúnedain del norte y exiliado heredero de Isildur estaba enamorado de su hija. Me refiero a una de las historias más bellas de los llamados Días Antiguos: el romance de Lúthien y Beren. Ella de raza elfa, hija del gran Thingol rey de los Teleri y los Sindar, enamorada completamente de Beren, un edain destinado a vivir una efímera vida mortal. A diferencia del reticente Elrond, que termina por aceptar la decisión de su hija, el rey Thingol le encargó una misión imposible a Beren como condición para conseguir la mano de su hija: robar en las fauces del mismo Morgoth –el primer señor oscuro– uno de los silmarils de su corona. El final prefiero no desvelarlo, aunque haya muchos que ya lo sepan.
Denna y Kvothe, de El nombre del viento (por Cyram)
Esta podría ser una de las parejas más tumultuosas de los libros publicados durante estos últimos años. Kvothe, un chico que ha crecido educándose así mismo y que puede llegar a conseguir realizar las hazañas más impresionantes, no puede evitar caer en las fauces del amor. En este caso Denna, una misteriosa y camaleónica mujer que sabe jugar con su aspecto y su encanto para poder conseguir todo aquello que necesita en cada momento, es quien ha conquistado su corazón, para bien o para mal, ya que mil problemas surgirán entre los dos por la forma de ser de uno y de otro. Esta chica siempre estará presente en la mente de Kvothe de una forma muy especial, motivándole para poder conseguir su atención y haciéndole aprender a marchas forzadas cómo blindar sus sentimientos. ¿La conclusión de este romance? Por suerte aún no lo sabemos, ya que el último libro, el que cierra la trilogía –Las puertas de piedra–, aún no se ha publicado.
Elend y Vin, de Nacidos de la bruma (por Cyram)
Él hijo de un gran noble, ella una ratera que no conoce sus orígenes. La forma en la que estas dos personas tan distintas entre sí se terminan encontrando y uniendo de forma realmente asombrosa es algo que debéis comprobar leyendo vosotros mismos esta gran historia. No podría decir que esta relación llegue a ser tumultuosa como tal, pero sí que creo que es una de las más bonitas que he podido ver en mucho tiempo. Asistir al hecho de cómo dos personas tan diferentes son capaces de complementarse el uno al otro para luchar ante la peor de todas las adversidades, el fin de todo lo conocido, merece la pena de figurar en una lista como esta. La férrea determinación de Vin y ese vacío existencial que parece copar el interior del príncipe Elend hasta que la conoce a ella, demuestra que el amor es una de las fuerzas más poderosas del mundo.
Olwen y Ciarán, de La huella blanca (por Cyram)
Siempre se ha dicho que no hay nada más atractivo que aquello que nos es prohibido. En el caso de estos dos personajes podremos ver una progresión perfecta, desde el cariño de la infancia, pasando por la pasión de la adolescencia, hasta el amor puro, casi obsesivo y anhelante, de la edad adulta. Cómo los caminos de la vida parecen a veces conspirar contra nuestros deseos para enredarnos en una pesadilla muy real de la que únicamente los dioses podrían terminar salvándonos. En este caso la paciencia unida a la sensación de desesperación es una de las muchas razones por las que he decido incluir a Ciarán y a Olwen en esta lista. La prueba evidente de que se puede amar en la distancia sin perder ni un ápice de deseo e ilusión.
Yennefer y Geralt, de La saga de Geralt de Rivia (por Cyram)
Una frase hecha que suele utilizarse a menudo reza así: “Del amor al odio hay un solo paso”. Posiblemente esto sea lo que puede marcar a dos personajes como son el brujo Geralt y la hechicera Yennefer. Ambos dedicados a una vida plagada de magia y misterios, sufren ciertos problemas a la hora de poder engendrar descendencia, cosa que marca profundamente su relación. Se aman a su manera, utilizando la pasión esporádica como una forma de desfogar su mutua frustración con sus vidas y con el cariz que su relación ha ido tomando a lo largo de los años. Las intrigas y las traiciones estarán siempre presentes a su alrededor, lo que les llevará en la mayoría de las ocasiones a utilizar a otros para sus propios fines, ella por ambición y él por supervivencia. Lo más interesante de Yennefer y Geralt es que siempre se tienen presentes aunque termine cada uno en la punta opuesta del mundo. Una forma de amor muy particular que únicamente he visto en esta saga.
Tuala y Bridei, de Las crónicas de Bridei (por Cyram)
Cuando empiezas a leer una historia en la que te explican que ese niño pequeño de cuatro años terminará siendo uno de los reyes más poderosos de los priteni –antiguos pictos– y que también tendrá que tener conocimientos druídicos, no puedes más que esperar una historia en la que se te presente la vida de esa persona, llena de peligros y de fuertes emociones. En este caso, sus mayores preocupaciones no se centrarán únicamente en desempeñar correctamente sus funciones, sino en poder amar a alguien que parece haber surgido de la nada y que nadie termina de aceptar completamente: Tuala. Una chica con capacidades propias del mundo de los llamados “seres buenos”, que es capaz de hablar con ellos y de moverse entre mundos como si su presencia estuviese a medio camino entre los humanos y los seres feéricos. La aparición del cristianismo desde el sur de su territorio será una prueba que hará enfrentarse a la pareja a muchos retos. Otra pareja muy interesante de "Las crónicas de Bridei" y con la que podremos comprobar la fuerza del amor en situaciones desesperadas es la de Faolan y Eile.
Kahlan y Richard, de La Espada de la Verdad (por Cyram)
Cuando eres la última de tu estirpe, de tu orden o de tu raza y tienes que atravesar miles de kilómetros de tierras en plena ebullición por culpa de un señor de la guerra que quiere verte muerta para poder pedir ayuda, cierto afecto termina uniéndote de una forma o de otra con aquel que consigue salvarte la vida. Es el caso de Kahlan –la Madre Confesora de la Tierra Central–, cuando se encuentra con Richard, el Buscador de la Verdad. Aquel que figurará en una buena ristra de profecías y al cual se unirá casi de inmediato en una relación que resistirá ante todo tipo de agresiones, desde el secuestro y la tortura, hasta los crímenes de la guerra y las maldiciones vertidas por algunas personas maliciosas. El mal como tal también intentará separarlos intentando por todos los medios que esa fuerza que sacan el uno del otro, ese amor incondicional, no termine por dar fuerzas al bien para que venza en la batalla final.
Conan y Bêlit (por Loren)
Conan de Cimmeria se ha labrado la fama, no sin razón, de ser un personaje fiero, duro como el diamante, capaz de contener sus sentimientos pero no su gusto por las mujeres, además de ser un ente independiente que deambula por la vieja Hyboria buscando aventuras que le hagan madurar y de paso ganar monedas de oro para sobrevivir un día más. Pero antes de casarse con Zenobia, la que sería su reina, existió otra mujer de armas tomar que embrujó su pétreo corazón: Bêlit, la Reina de la Costa Negra. Esta shemita pirata saqueó el Argos, el barco a bordo del cual iba nuestro personaje, hecho que propició el enamoramiento del bárbaro para con la pirata. Durante dos años saquearon juntos a lo largo de la Costa Negra, pero los amores del cimmerio no duran mucho, y el que se dice fue el gran amor de la vida de Conan se evaporó por culpa de una dura elección personal.
Remo y Lania, de La Horda del Diablo (por Loren)
Remo, el antiguo cuchillero de La Horda del Diablo, tuvo quizá la desdicha de salvar a la que sería su futura esposa: la bella Lania. Pero la rivalidad amorosa y los celos no conducen a nada saludable ni provechoso, razón por la cual Remo recorre el mundo en pos de su desaparecida esposa, con la esperanza de hallarla en algún lugar del vasto continente. "La Horda del Diablo" plantea en cinco libros la consecución de un objetivo amoroso, una búsqueda de lo imposible, de tener esperanza y fe en los sentimientos, por más que por el camino puedan interferir otros de igual índole –véase la intrépida Sala–. Una de las premisas aventureras más clásicas y al mismo tiempo más descorazonadoras que existen. ¿Haríamos nosotros lo mismo que Remo? ¿Buscaríamos al amor arrebatado cueste lo que cueste?
Aillas y Suldrun y la Trilogía de Lyonesse (por Loren)
Es uno de los amores más trágicos de la literatura fantástica, el del joven príncipe Aillas y la princesa Suldrun. Encerrada y aislada del mundo por su padre en un jardín inmenso al borde del mar, la joven encuentra el amor con el joven Aillas gracias a la casualidad, ya que el barco de él naufraga y termina en la costa que da al jardín de Suldrun. El fruto de su unión da como resultado un hijo, pero la tragedia sufrida por esta pareja es de tal magnitud que él termina encerrado en el fondo de un pozo durante largos años por culpa de la maldad y la ambición del padre de ella. La historia de Suldrun es otro cantar, pero de lo que no cabe duda es que el toque mitológico de esta relación está más que presente y nos hace pensar en las desgracias sufridas por esta pareja que no pudo ver cumplidos sus sueños de ningún modo.
Raistlin y Crysania, de Leyendas de la Dragonlance (por Loren)
Él un mago túnica negra, ella una sacerdotisa de Paladine. No puede existir una pareja más dispar, pues las aspiraciones de ambos no discurren por caminos paralelos. Es por ese motivo que Crysania cree poder redimir con su compañía y empecinamiento al hechicero túnica negra, inclinando la balanza del bien a su favor. Pero no puede estar más equivocada. Raistlin es un ser egoísta que busca su propio beneficio (como todo personaje de alineamiento "malvado" según el juego de rol Dungeons & Dragons), y sus intenciones al final de la obra dejan claro que no se dejará convencer por nada ni por nadie y llevar a cabo su propósito: derrotar a la diosa Takhisis en su propio terreno. Una relación turbulenta, donde prima una voluntad sobre la otra, de amores equivocados, y que en realidad incluye un tercero en discordia, pues Caramon, el hermano gemelo de Raistlin, también está enamorado de la clériga. ¿Llegaría el túnica negra a amar alguna vez a Crysania?
En "Canción de hielo y fuego" los personajes sufren, aman y mueren, aunque no necesariamente en ese orden. Las relaciones románticas son difíciles en el mundo de Poniente y más allá del Mar Angosto, pero existen. Entre todas las relaciones románticas, sean estas turbulentas o no, que encontramos en la saga de George R. R. Martin y que no están motivadas por el odio, los celos o la traición, está la de Ned y Catelyn. Con un principio plagada de dudas –con, por ejemplo, la aparición de Jon Nieve, el bastardo de Ned–, está demostrado que el amor puede curar ciertas heridas. Estos dos personajes se demuestran allá en Invernalia su incondicional afecto, pero la llegada del rey Robert Baratheon lo cambiará todo para siempre. El resto es pura cultura popular, aunque hay amores como este que no se borran pese a las adversidades.
Esta es una de las películas de fantasía con una de las relaciones amorosas más desfavorecidas de cuantas se han visto. Él un soldado, ella una mujer hermosa. Por culpa de los celos y un pacto con el demonio de uno de los pretendientes de ella, Navarre se transforma de día en un lobo negro, mientras que ella en un halcón durante la noche. Destinados a vivir eternamente separados por dos mundos bien diferentes, es uno de los ejemplos de porqué el amor no tiene fronteras, pues pese a la distancia y la imposibilidad de estar juntos, Navarre e Isabeau se profesan fidelidad eterna. Lady Halcón es gracias a esta pareja y al tema romántico, una de las películas de fantasía mejor consideradas desde los años ochenta.
Westley y Buttercup, de La princesa prometida (por Loren)
“Hola, soy Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre, prepárate a morir". Esta lapidaria sentencia es una de las más famosas del mundo del cine y de las películas de fantasía, pese a estar basada en una novela de William Goldman –uno de los casos en los que la película supera en fama al libro–. La princesa prometida representa la clásica historia de capa y espada y aventuras en la que el héroe debe luchar por su amada. La desilusión de Buttercup al creer que su amado ha muerto por culpa del asalto del pirata Roberts a su barco, y el posterior secuestro de la chica a manos del príncipe Humperdinck, hace que el reaparecido Westley mueva cielo y tierra para encontrar a su amada, cueste lo que cueste el precio. Por el camino tendrá que luchar contra ratas gigantes, batirse en duelo y soltar ingeniosas frases. La princesa prometida es todo un clásico en este aspecto.
21 comentarios
Este post me lo he apuntado. Una historia sin algo de romance es como un huevo frito sin pan. La mitad de ellas las he leído y corroboro.
Me ha molad mucho el post, muy al margen de lo que la gente tilda de ñoñerias. Nada más lejos en relaciones como la de Geralt y Yennefer de Vengerberg.
Aunque algunas las estiraron hasta volverlas cansinas, como la de la Espada de la Verdad (es una opinión pero, citando a Bilbo, se me acabó convirtiendo de "muy poca mantequilla sobre demasiado pan"). Era genial, pero creo recordar que la mitad de los libros incluían en sus sinopsis la repetitiva tarea de salvar a una desaparecida Kahlan. Admitó la abandoné porque el síndrome de Princesa Peach se me hizo insostenible.
¿Una lista sin Jaime y Cersei? :( Se echan de menos, lo suyo si que es amor jaja
Hombre Lord Beric, teníamos muchas más relaciones que poner, pero queríamos ceñirnos a un número simbólico y limitado, porque entonces no acabaríamos nunca. :D De todas formas, a mi personalmente me gusta más la relación Ned con Catelyn que la del Matarreyes y Cersei, que no es que no me guste, pero veo más romántica la otra.
Manu, de La Espada de la Verdad no opino porque no la he leído (de eso se encarga Cyram), pero de Geralt y Yennefer sí puedo decir que me gusta como queda en la historia, la de veces que se alejan y la de veces que se encuentran incluso de casualidad, como si estuvieran destinados a encontrarse. Es raro.
Y gracias a los dos por comentar, se ha intentado hacer una lista lo más equilibrada posible. :)
Loren, deberíamos decirle a Lord Beric que en realidad en el lugar de Ned y Cat estaban Tyrion y su desaparecida Tysha. xDDD Pero sinceramente, los dos decidimos cambiarlo porque la relación de los Stark nos parecía algo de eso que es destacable dure lo que dure la saga. Sobre Geralt... a fuerza de ser honesta, iba a comentar en su lugar Añoranzas y Pesares pero considero que la relación de Simón y Miriamele no tiene verdadera importancia y había que dejar espacio para otras más importantes.
Como bien ha dicho El Capitán, queríamos ceñirnos precisamente a un número simbólico, el 14 precisamente, por lo que se nos quedaron mil opciones en el tintero. Y con respecto a La Espada de la Verdad... sinceramente Manu, yo dejé de leer a la altura del libro 14 (curiosa coincidencia ahora que lo pienso), por lo mismo que dices tu. La historia se me hizo repetitiva, no me gustaba nada la forma en la que el autor empezó a presentarme los acontecimientos -más como libro de autoayuda barato que como saga de fantasía- y porque la política de división de volúmenes de la editorial al precio al que se vendían... me sirvió de aliciente para dejarla completamente en el olvido.
Es evidente que esto no es nada más que una opinión personal. Supongo que me he vuelto más crítica con los años. Por lo que animo a todo aquel que quiera a leerse la saga pese a lo que me haya visto decir aquí, porque bueno... puede que le atraiga. Sobre gustos... ^^
Ufff, que tiempos desde Añoranzas y Pesares. Lo llamaban "el otro Señor de los Anillos" en su época; pero la relación era más bien floja con Miriamele. Casi hubiese preferido que se liase con la hermana de Jiriki, Aditu (si no mal recuerdo).
De Kvothe, me vais a matar, pero la historia romántica me parece que no acaba de coger fuerza. Lo está dilatando mucho, de un platonismo rayano en aquella gran historia romántica que PUDIERON tener Drizzt Do'Urden y Catti-Brie.
Pues la verdad es que ahora que lo dices, también está la relación de Drizzt Do'Urden con Catti-Brie (la humana, no el queso). Pero la verdad es que esa relación siempre me ha parecido muy forzada y demasiado superficial, muy al estilo de la de Tanis y Kitiara, por ejemplo (en Dragonlance).
Herejes!!! ¿Cómo podéis decir que la relación de Simón con Miramele es floja? XD XD
No, ahora en serio, creo que falta precisamente este romance, como he comentado por Facebook. Me parece una historia maravillosa, con un Simón enamorado hasta las trancas de Miri desde que la conoce (no digo nada sobre eso, para no spoilear) y una Miriamele que se resiste a enamorarse de él debido a lo que le ocurre durante su huida. Es en la cuarta novela donde la relación entre ambos alcanza el nivel romántico que esta lista exige (qué moñas me ha quedado eso).
¡Así que reivindico un puesto para Añoranzas y Pesares, u os envío a Sauron!
Ni siquiera la de Tanis y Laurana tuvo mucha emoción. Estaba todo hecho, solo hacía falta que Tanis sentase la cabeza. Dragonlance nunca tuvo grandes romances, ni tampoco Weiss y Hickman en general. Buenas parejas, pero la historia no se desarrollaba mucho. A veces creo que tenían más gancho incluso los intereses románticos de secundarios (SPOILER)
Hugh e Iridal (Ciclo de la Puerta de la Muerte)
Gilthanas y el dragón de plata (Dragonlance)
Puck y Asrial (La Rosa del Profeta)
Ahora que lo pienso, amores trágicos, condenados e irresolutos. Cabrones Tracy y Margaret... (desde el cariño y la admiración) XD
Para mí la historia de Etienne Navarre e Isabeau es la más pasional y tiene momentos que te ponen los pelos de punta (aquellos en que los amantes casi pueden rozarse, en el crepúsculo o el alba). Tiene todos los ingredientes del amor romántico: la lucha, el imposible, el hechizo... Aquí el romance no es secundario, como en otras historias, sino que está en el núcleo de la trama, además de que Hauer y Pfeiffer lo bordaron.
Otros grandes amantes, marcados por un amor maldito, aparecen en la tradición irlandesa (de los que Ciarán y Olwen son herederos), que luego pasa a Gales y al ciclo artúrico: Deirdre y Noise, Diarmait y Gráinne, Tristán e Isolda (en el cuadro que encabeza el post) y Lancelot y Ginebra (espectacular la plasmación de John Boorman en "Excalibur", con la espada en tierra, entre ambos cuerpos).
Coincido en que a la historia de Kvothe con Denna le falta mucha chicha, no veo un fácil arreglo en el tercer tomo. Tanis y Kitiara siempre me gustaron, ¡qué le vamos a hacer! Todos hemos tenido adolescencia :D Y Beren y Lúthien, por supuesto, inmortales.
Hubiera estado bien ver en la lista una relación tan disfuncional como la de Tyrion-Tysha, me conformaré con verla el año que viene :P
Muy buena lista, hecho a faltar la historia de amor de "La espada rota".
¡Muy buena selección!
Mi pareja favorita es la de Elend y Vin, la escena del libro donde se conocen para mi es inolvidable y la evolución de sus personajes a lo largo de la trilogía es genial.
Muy bueno, me han entrado ganas de leerme la espada de la Verdad, que abandoné haace tiempo.
Quizás entraría en fantasíajuvenil, pero la historia de los protagonistas de la saga materia Oscura (o la brujula dorada según el cine) es bastante bonita y trágica tambien.
Con la de ideas que nos estáis dando, el especial del año que viene seguro que nos sale de lujo. ^^ Pensad también que queríamos ceñirnos al número 14, por lo que nos dejamos miiiil y una parejas por el camino. ^^ Gracias por pasaros por aquí y dadnos vuestra opinión.
Gran idea y mejor contenido. Me quito el sombrero ante vuestra selección romántica-San Valentín. :)
Excelente :D . Ahí mi aplauso: Clap, clap, clap
¡Buenas!
Una entrada muy interesante. Aunque no he leído todos los libros que comentáis, me gusta que hayáis incluido la de Geralt y Yennefer. Es una relación turbulenta y de una gran carga dramática, muy adulta.
De "Canción de hielo y fuego" destacaría (ojo, spoilers de la tercera entrega) la de Jon Nieve y Ygritte, de las más románticas de la saga. Y bueno, aunque incestuosa, la de Jaime y Cersei.
¡Un saludo y felicidades por el post!
Felicidades por el artículo y por ese repaso "romántico" a la fantasía épica y sus historias de amor. De todas, probablemente, me quede con la de Geralt y Yennefer (sin desmerecer a las demás, por supuesto) por compleja, por las idas y venidas, por la tirantez y la cercanía y por ser un amor capaz de resistir a todos los obstáculos.
P.d.- La relación amor-odio entre Logen y Ferro también merecía un huequito, pero la lista es, con perdón, cojonuda. ;)
Añadiría a Brashen y Altea de Las leyes del Mar de la gran Robin Hobb.
Si hay que hablar de Añoranzas y Pesares, yo también soy team Seomán-Aditu. ¡Lo que podía haber salido de ahí!
Me gusta mucho la elección (las que he leído). Como relación romántica "rara", habría que hablar de la que tienen los protagonistas de "Memorias de Idhun", de Laura Gallego. Vaya triángulo amoroso, ¡y vaya resolución! Y ya que estamos con el mercado nacional, la pareja que formaban en "La corte de los Espejos" Nicasia y Marsias también me encantó.
Sin duda, de las citadas, me quedo con Navarre e Isabeau, aunque la princesa prometida también tira.
Faltarían Raoden y Sarene de Elantris, Wrack y Marion o Lorette y Gryal de La maldición de Gryal, y de canción me quedo con Jaime-Cersei, por lo "original" de la misma, y la trágica Turin-Niënor... Pero no se pueden poner todas.
¡Buena colección!
Jordi Balaguer
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.