Mientras tanto, Ganoes Paran, señor de la baraja, sigue intentando mantener en equilibro el juego que libran los poderes inmortales que, como siempre, afecta a la humanidad sin consideración alguna. Pero recordemos que en Malaz la línea que separa lo divino de lo humano es muy tenue; los dioses pueden meterse con los mortales, pero no deberían sorprenderse si de vez en cuando, es un mortal quien les para los pies. Paralelamente a la persecución que lleva a cabo su hermana Tavore, Paran también recorre Siete Ciudades siguiendo su propia agenda, que pasa por frustrar los planes de los Sin Nombre y estudiar las intenciones de Poliel, diosa de la pestilencia, que siembra la devastación propagando la enfermedad por doquier.
Los cazahuesos, sin embargo, es quizás una novela menos estructurada que las precedentes: carece de un tronco central claro. Muchas tramas entrelazadas, y sus protagonistas –Ben el Rápido, Karsa Orlong, Kalam, Icarium, Apsalar, Tavore– se mueven, parece, a la deriva, siguiendo instintos puntuales, ideas peregrinas, empujados aquí y allá por la voluntad de algún ser superior. Multitud de pequeñas tramas se abren y se cierran, aparecen y desaparecen personajes que hacen o dicen cosas cuyo significado o importancia no comprendemos pero que seguramente serán revelados en posteriores entregas. Y el caso es que muchos de estos instintos o impulsos que guían a los personajes me parecen cuanto menos cuestionables Parece que a veces, ante un problema, su tendencia natural sea enfrentarlo del modo más grandilocuente posible, el más exagerado. En esto son un reflejo preciso del autor. Cuestiono la necesidad que tenía Paran de recurrir a los Deragoth para contrarrestar a lo que desencadenan los Sin Nombre, y cuestiono la decisión de los Sin Nombre de desencadenarlo. No acabo de ver claro que hubiera ninguna necesidad real detrás de sus decisiones más allá de la de Erikson de proveernos de escenas emocionantes y épicas. Aún así, esto forma parte de la gracia de "Malaz"; el histrionismo mostrado con el despliegue de un mundo tan colorido y plagado de poder bruto se contagia a las decisiones de sus personajes, que por lo menos en este libro, abandonan todo comedimiento y optan por matar moscas a cañonazos.
Otro tema que volvemos a encontrar es el del Apocalipsis de Sha'ik. Es ya un tema recurrente y no estoy seguro de si eso es intencionado, si Erikson quiere reflejar su naturaleza cíclica mencionándolo continuamente, continuamente volviendo a él, o es simplemente una obsesión suya como autor. Personalmente, aunque puede que en futuras novelas se revele una razón válida para insistir tanto en ello, es un punto que empieza a cansarme. Pero en resumen, Los cazahuesos es un libro a la deriva porque muchos de los personajes, muchos de los puntos de vista –más de los habituales– confluyen en un mismo punto, y lo hacen porque Erikson quiere dejarlos bien encaminados, cerrar algunas tramas de tomos anteriores y prepararlas para encarar lo que vendrá; y lo que viene es ya la recta final de la saga, que se intuye superará toda expectativa en cuanto a épica pura y dura. Y no podría estar más impaciente por disfrutarla, de manos de La Factoría de Ideas, cuanto antes mejor.
Fantasía épica Literatura Novela
✔ Leer después de Mareas de medianoche
Los cazahuesos.
(The Bonehunters. A Tale of the Malazan Book of the Fallen).
Traducción de Marta García Martínez.
La Factoría de Ideas, enero de 2014.
864 páginas.
Disponible en ebook.
29,95 € (rústica con solapas), 12,99 € (electrónico).
Sexta entrega de "Malaz: El libro de los caídos".
Primeras páginas
3 comentarios
Muy buena la reseña, ademas esta de lujo para recordar como se quedaron las cosas en "Casa de Cadenas".
Empece ayer con "Mareas de Medianoche" y el único "pero" que de momento he sacado a esta saga (que por cierto me encanta) es que una vez retomas la lectura con un nuevo tomo te las ves y te las deseas para poder recordar todo lo leído con anterioridad.
Es tan grande el mundo de Malaz creado por Erikson que a veces dan ganas de esperar a que estén publicados todos los tomos para leerlo todo de un tirón....pero a ver quien es el guapo que se espera :D
Ayer llegue al punto de ponerme a buscar por internet pequeños resúmenes de los libros anteriores para poder refrescar la memoria XD
Bueno, me has dejado con hambre de Malaz, yo he leído hasta Mareas de Medianoche y estoy esperando con ansiedad que Los Cazahuesos alcancen las costas americanas en dos o tres meses.
Muy buena reseña. Estoy un poco como tu. SPOILERS. En mi caso es la primera vez que me termino un libro de Erikson y me doy cuenta que si no fuera por el universo en que está basado lo hubiera dejado. Disfruto como el que más con esta saga, me gusta que me dejen piezas para montar el puzzle pero lo que no puedo aceptar es el desorden y este continuo "dejo frases en el aire porque el lector ya sabe que quiero decir". Señor Erikson este recurso puede ser utilizado en algunos momentos pero no abusar de ello. Tampoco se puede aceptar el desdibujo de Karsa Orlong. Habitualmente es huraño pero en este libro no tienen ninguna explicación las cosas que hace aparte de ponerlo en situaciones de combate imposibles para otro mortal. Entiendo que este es un libro transitorio para Karsa. De Icarium en cambio nos dan las dos versiones, por una parte le dan un poco más de protagonismo (que agradezco) y por otro lo atontan para que sea una máquina de matar. Realmente su amnesia es tan a corto plazo?
Este libro también adolece de que el clímax (Y'Ghatan) se encuentra antes de la mitad del tomo. Es un momento intenso y épico pero después parece que al escritor le cuesta volver a poner las piezas del juego. Estoy contigo que no se si era necesario liberar a los deragoth cuando hay "mortales" que le dan un repaso al t'robarahl.
Y sí es cierto que el final está bien y te recoloca el tablero pero no me compensan los momentos tediosos para llegar hasta él (Heboric y la troupe, Mappo y Rencor...)
Esperaré al siguiente libro para ver si esto es un pequeño socabón o una tendencia.
Saludos
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.