Supongo que muchos de los que pasáis por La Espada en la Tinta conoceréis algo de "Star Wars". Sabéis quiénes son los malos y quiénes los buenos. También habréis visto alguna que otra película –no me dedicaré a debatir sobre si las películas de la trilogía original son las únicas que se deberían haber realizado o si las nuevas conforman o no una precuela perfecta–. El caso es que en ellas seguramente descubristeis algo nuevo, algo que nunca os habían explicado en la primera trilogía de películas. Me refiero a la Regla de Dos. Ésta regla se basa precisamente en lo que dice Yoda en el funeral de Qui-Gon Jinn: "Siempre dos hay. No más, no menos. Un maestro, y un aprendiz".
Digo todo esto porque en Darth Bane: Camino de destrucción podremos conocer los orígenes de esa norma y porqué, después de muchos años, los Sith la vuelven a adoptar para su propia defensa ante los Jedi. Esta narración nos situará exactamente en el año 1020 ABY (antes de la Batalla de Yavin), en plena Edad Oscura de la República en la que una guerra galáctica entre el Imperio –formado por los Sith, pero no únicamente por aquellos que tenían capacidad para canalizar La Fuerza– y la Antigua República, termina derivando en la llamada Nueva Guerra Sith –para la República– o en la Guerra de los más aptos, Traición y La Maldición de Qalydon –para el Imperio Sith–, ya que el conflicto se centrará principalmente en el planeta de Ruusan, donde pasarán a llamarse respectivamente El ejército de la Luz y la Hermandad de la Oscuridad. Como veréis, un enfrentamiento de este calibre siempre suele sacar a flote a aquellos personajes que tienen una mayor presencia y personalidad. Entre ellos podremos ver a algunos como Lord Kaan, Lord Kopecz, Lord Qordis, por parte del bando de los Sith, y a un aguerrido General Hoth, líder del Ejército de la Luz, y Lord Valenthyne Farfalla, un Jedi muy peculiar que será su segundo al cargo.
El autor, del que aún no os he comentado nada, es Drew Karpyshyn, al que conoceréis principalmente por haber colaborado en la creación de juegos tan memorables como Baldur's Gate II: Shadows of Amm, Jade Empire, Knights of The Old Republic, The Old Republic y Mass Effect, así como por la creación de algunos libros relacionados con sus juegos como pueden ser la trilogía de Darth Bane –Camino de destrucción es el primer volumen–, Revan, así como Throne of Bhaal y otros tantos sobre "Mass Effect" como son Revelación, Ascensión y Castigo. Como podéis ver, ha llevado de la mano muchos de los argumentos más interesantes de los videojuegos de los últimos veinte años logrando distintos grados de éxito. En el caso de Darth Bane, creo que su pasión por estos videojuegos le ha jugado una mala pasada. Me explicaré.
Hay quien dice que cuando se escribe la novela de un videojuego, es como cuando se adapta un libro a la gran pantalla. La extensión utilizada para explicar todos los detalles que nos pudieron gustar tanto en el juego como en el libro siempre nos van a parecer insuficientes cuando después se debe de hacer una adaptación mucho más reducida de aquello que tanto nos conmovió e impactó. Normalmente siempre lo tomaremos como un resumen, realizado con mayor o menor acierto, pero un resumen al fin y al cabo. Como ejemplo, imaginaros que habéis jugado a los juegos de "Mass Effect", consiguiendo todas las insignias (logros) con armas, habilidades bióticas, de exploración y matanza de enemigos. Habéis conseguido llevar hasta la última línea de diálogo las historias que vuestro protagonista puede desarrollar con sus compañeros, descubriendo que cada una de las respuestas que ellos dan y que nosotros escogemos, afectan a la trama principal. Tenemos como resultado un juego con más de cien horas de experimentación, pasión y diversión. Si eso lo reducimos a trescientas páginas o a varias horas de metraje en las que la historia ya viene predefinida no dejándonos escoger a nuestro libre albedrío como antes hicimos, ¿creéis que nuestra experiencia es igual?
En el caso de Darth Bane pasó algo parecido, ya que el libro está construido directamente sobre una gran mezcla de escenas que podemos encontrar en el juego Knights of The Old Republic. Es cierto que en el juego podemos escoger quién queremos ser, si del Lado Luminoso o del Lado Oscuro de la Fuerza, utilizando nuestras decisiones para inclinar la balanza, y que realmente no tendremos ningún tipo de impacto sobre la antigua orden de los Sith porque el juego se desarrolla varios miles de años antes de lo que sucede en Darth Bane: Camino de destrucción. Pero si eres el mismo creador del juego y en tu libro describes exactamente los mismos paisajes, las mismas situaciones e incluso pareces tener ciertos momentos de dejà vu en pasajes de la historia que recuerdas con nitidez gracias al juego, es que en sí la historia cojea de algún lado.
Con esto no quiero decir que la historia en sí no me haya gustado. De hecho, me ha parecido muy interesante la primera mitad de la novela, en la que conoceremos al verdadero protagonista, un minero llamado Dessel que trabaja en las minas de cortosis del planeta Apatros. Podremos observar cómo en esos planetas tan alejados de la guerra que enfrenta a los Jedi contra los Sith las cosas raramente sufren algún cambio. Dessel seguirá teniendo un padre que le maltrate y que beba hasta caer rendido, teniendo que reunir la suficiente cantidad de créditos como para poder pagar una deuda inventada que la empresa que lleva a cabo las prospecciones en el planeta tiene bien registrada de parte de cada uno de sus trabajadores. Mientras tanto, todos ellos sufren las consecuencias de tener que estar en túneles muy por debajo de la superficie del planeta picando un material venenoso, con herramientas defectuosas y sin ningún tipo de protección ante los peligros que implica su trabajo o hacia los que tienen a su alrededor. Mineros también en la más absoluta pobreza que podrían perfectamente intentar matarte por conseguir una taladradora mejor que la que ya tienen o la que se les ha roto al intentar perforar uno de los materiales más duros de la galaxia. La muerte en extrañas circunstancias del padre de Dessel y la extraña habilidad que tiene para poder percibir el peligro, de ralentizar el tiempo unos cuantos segundos e incluso de preveer los movimientos o las consecuencias de una acción en el futuro, le llevarán a destacar como alguien especial. Como os podéis imaginar, que nuestro minero termine en la panza de un carguero de un contrabandista para poder alistarse en el Imperio nos promete todo tipo de emociones que seguramente encontraremos. Por eso digo que en cuanto a esto, la novela va bien encaminada. Es cierto que la exploración de lugares remotos, como las tumbas de Korriban y demás, está sacada directamente de los juegos –y encima con poco detalle–, pero considero que merece la pena ver la evolución de Dessel dentro del Lado Oscuro de la Fuerza.
Quizás lo que más nota le baja al libro es que si pensamos que la novela está dividida en tres partes, a partir de la segunda mitad las cosas empiezan a desarrollarse de forma demasiado acelerada. Todo el camino recorrido para que podamos reconocer las verdaderas sensaciones e impresiones de este minero misterioso, empieza a acortarse a pasos agigantados hacia el cataclismo acaecido en Ruusan con la Bomba de Pensamiento. Si además a todo esto le sumamos el hecho de que la bomba que describe Karpyshyn ya apareció en el cómic Los Jedi contra los Sith, escrito por Darko Macan en 2001 con dibujos de Ramón F. Bachs, y que esta novela fue publicada en 2006 –cuando además antes también tuvimos el videojuego de Knights of The Old Republic, en el que participa el escritor, como mencioné antes–, tenemos ante nosotros un verdadero pastiche en la definición más perfecta de la palabra, para describir esta primera entrega de la trilogía de Darth Bane. Por esta razón considero que es un libro prescindible, pero es cierto que puede servir para leer algo suave entre lecturas más pesadas y que incluso puede hacer descubrir un poco mejor la razón de que los Sith regresaran a la famosa Regla de Dos. Estoy convencida de que hay novelas mucho mejores de la franquicia, como es el caso de Velo de Traiciones –y que sirve como perfecta precuela de La amenaza fantasma–.
Como nota aclaratoria diré que también cabe la posibilidad de que haya quienes no hayan jugado a los antiguos juegos de "Knights of The Old Republic" (la primera y segunda parte) y que por lo tanto no se fije en estos detalles; es por lo que quizá podría reducirse en cierta forma esta opinión negativa que he mostrado en esta crítica. Ya se sabe que la expresión "hay gustos como colores" se suele aplicar a prácticamente todo, por lo que ésta es únicamente mi impresión personal. No considero que el libro esté orientado a aquellos que tienen un gran contacto con la franquicia, ya sean juegos, libros y películas, sino quizás a aquellos que estén empezando a dar sus primeros pasos dentro de este enorme universo.
Ciencia ficción Literatura Novela
Darth Bane: Camino de destrucción.
(Darth Bane: Path of Destruction).
Traducción de Albert Agut Iglesias.
Timun Mas/Planeta DeAgostini Cómics, septiembre de 2013.
384 páginas.
19,90 € (rústica con solapas).
Primera entrega de la trilogía sobre Darth Bane en el universo de "Star Wars".
4 comentarios
La verdad es que estoy cien por cien de acuerdo con tu reseña. La novela la leí en su momento y me dejó con la sensación de que el autor podría haberse esforzado más. Independientemente de que acabara de terminar el KOTOR 2, hay que reconocer que emplea demasiado los términos y elementos del juego, y no le saca todo el potencial que debiera a una novela sobre Darth Bane como a lo mejor si hubieran hecho otros autores como por ejemplo James Luceno, Matt Stover o Troy Denning.
Se deja leer, pero no es ni de lejos la mejor novela de la saga en cuanto a estilo o recursos propios de la franquicia. Los que empiecen a leer "Star Wars" por esta seguramente se sientan decepcionados por calidad literaria (o puede que no, y no les importe), pero que sepan que hay muchas otras novelas buenas con las que empezar, y dejar esta para un momento concreto, que es el de buscar información novelada de un resumen de la vida de Darth Bane sin demasiadas exigencias de calidad en lo que a una novela de franquicia se refiere.
Debido a que no me hizo mucho tilín, no seguí leyendo el resto de la trilogía, aunque ahora que va a salir en español a finales de este mes, seguramente le de una oportunidad.
infelizmente esos libros perdieron la relevancia debido a falta de respeto de la *disney en rechazar el universo expandido. una pena.
En realidad no debería perder ninguna relevancia, salvo si uno quiere. Lo que haga o no una empresa no debería para nada influir en la historia que todos nos hemos formado, y por tanto no puede decidir sobre los libros, cómics, videojuegos y demás material que ya poseemos. Es una cuestión de perspectiva. XD
Un gran favor yo estoy por comprarla pero sus comentarios no me animan mucho yo soy fan desde los 7 años y tengo mucha información. No soy fan de los juegos nunca me han gustado. Lo comorare.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.