Un año más, el mes de mayo ha sido el elegido para celebrar la XXXIII Feria del libro de Granada. La fecha oficial abarca desde el pasado día 9, viernes; hasta el domingo 18 de este mes. Pese a eso, el jueves ya comenzaron a organizarse ciertos actos como fue la mesa redonda titulada Una mirada a la literatura granadina reciente: Poesía, organizada por la Universidad de Granada y en la que intervinieron Virgilio Cara (Premio Internacional de Poesía Antonio Machado en Baeza, 2004), Érika Martínez (Premio de Poesía Joven Radio Nacional de España, 2009), Antonio Praena (XXII Premio Nacional de Poesía José Hierro, 2011) y Juan Carlos Friebe (Premio de Poesía Paloma Navarro, 2007). Todo con motivo de la revindicación de Granada como Capital Mundial de la poesía. Sin embargo, como bien podréis imaginar, no siempre se puede o interesa asistir a todos los eventos, por lo que desde La Espada en la Tinta hemos decidido cubrir una selección de ellos que se corresponden en mayor o menor medida, a los contenidos que solemos ofrecer por estos lares.
Taller de creación de personajes de Concha Perea y Teo Palacios
El primer acto del que nos gustaría hablar transcurrió a lo largo de todo el sábado día diez, desde exactamente las 12 del mediodía hasta casi las 2 de la tarde, y en el que pudimos asistir en la Asociación de la Prensa de Granada a un taller "exprés" gratuito de creación de personajes dirigido por Concha Perea (La Corte de los Espejos) y Teo Palacios (La predicción del astrólogo). Las plazas disponibles eran veinte, de las cuales únicamente se cubrieron unas diez, teniendo en cuenta que contamos con dos asistentes inesperados, como fueron Clara Peñalver (Sangre, Cómo matar a una ninfa) y su marido Paco Rodríguez.
Desde un principio se nos presentó el taller como algo ameno y distendido, muy alejado de las cada vez más frecuentes charlas magistrales en las que el asistente se debe resignar a dejar vagar sus ojos por una serie de diapositivas no muy llamativas y hacer de bulto entre los demás participantes esperando a que acaben los exponentes su discurso. Para quienes hayan escuchado en alguna ocasión el ya extinto programa de Apalabrados que llevaban Teo y Concha en Radio Tomares, sabrán la forma en la que empezaron a desfilar ante nuestros ojos una miríada de personajes tan diversos como Campanilla, Anibal Lecter, Harry Potter o Tom Builder entre otros. El diálogo entre ellos fue muy divertido, ya que las bromas no tardaron en aparecer en forma de distintas puyas que solían terminar en las diversas risas y sonrisas de los asistentes.
Entre algunos de los contenidos pudimos aprender la importancia que tiene un nombre para los personajes, la trascendencia de una buena definición y, en algunas ocasiones, el efecto que los secundarios pueden tener en ellos a lo largo de la narración. Salieron a colación estudiosos de la narrativa como puede ser el famoso Vladimir Propp, que tras estudiar al menos cien cuentos rusos, consiguió elaborar una lista que muchos consideran "la maldita lista de Propp", ya que prevee cualquier posible argumento que se quiera llegar a narrar, da igual lo original que intente ser el escritor o la forma en la que intente torturar a sus personajes, ya que cualquier elemento de la ambientación en la que se englobe o el género del que trate, ya estará apuntada en la lista de este erudito ruso. También se sacó a colación al linguista francés A. J. Greimas en relación a las funciones que cumplen los personajes en el entorno de una narración y su estructura.
Es una pena que la falta de publicidad en torno a este tipo de eventos (que en realidad se ha propagado en las redes sociales entre medios especializados como nosotros y conocidos de los escritores), hayan impedido que más personas pudiesen asistir al acto. El lugar era precioso, la compañía inmejorable y los consejos de los dos ponentes sobre la forma en la que se debe tratar una historia, los personajes principales y secundarios, o la manera en la que se debe de afrontar la estructura de una historia con perspectiva, fue realmente interesante. Lástima que únicamente durase dos horas y que fuese un solo día; podría haber dado mucho más de sí.
La quedada no oficial
El siguiente evento al que nos dirigimos sobre las cinco de la tarde fue de carácter más particular, ya que acabamos en un lugar muy especial que aparece en los escritos de la misma Clara Peñalver. Hablo de una cafetería-librería llamada La Qarmita, un rincón acogedor en el que lectores y escritores pueden disfrutar de un rato de solaz alejados de pantallas gigantes con partidos de fútbol, las terrazas masificadas de los bares más céntricos del lugar o cualquier otro espacio en el que tengas que sufrir los gritos ensordecedores de críos caprichosos con familias descuidadas. Esta cafetería es la que recuerda a la época en la que Granada era la cuna de las letras, en las que grandes escritores como los de la generación del 27 disfrutaban de extensas tertulias en el famoso café Suizo, aderezada con un entorno distendido a la par que acogedor. El aroma del café en el aire y la posibilidad de disfrutar con cualquier lectura de las que se ofrecen en las estanterías que hay repartidas por todo el local, hacen de este rinconcito un sitio único. No hemos sido pocos los que nos hemos enamorado de alguna historia, de algún escritor o de un poema y después nos lo hemos llevado a casa con una sonrisa de oreja a oreja.
Cual fue nuestra sorpresa, cuando al llegar nos encontrarnos a otros escritores, que junto a Concha Perea, Teo Palacios, Clara Peñalver y su marido Paco Rodríguez, estaban disfrutando de su café, como Antonio Martín Morales (El Oráculo de Estépal, última entrega de la pentalogía "La Horda del Diablo")), Blas Malo (El señor de Castilla), su mujer Blanca y Mª Ángeles López de Celis (la cual presentó a las seis de esa misma tarde su libro Las crónicas de Armikelo con Editorial Odeon). Es cierto que el encontrarse con un grupo de personas como aquel puede imponer bastante, no ya porque todos sean grandes escritores, sino porque era manifiesta la excelente relación de amistad que había entre ellos. Debo decir sin embargo, que esa sensación de reparo duró menos que un parpadeo, ya que fueron extraordinariamente amables, nos hicieron sentir parte de su círculo de amigos y en ningún momento vimos a nadie que hiciese distinción entre ellos y nosotros. Es más, había tan buen ambiente, que pudimos llegar a presenciar algo realmente interesante. ¿Habéis visto alguna vez un making-off de una mesa redonda? Nosotros sí y puedo decir que fue uno de los momentos más divertidos de la tarde, ya que el bueno de Antonio Martín Morales, cuaderno en mano, tenía que luchar entre su responsabilidad de hacer una mesa redonda "profesional", en la que todas las preguntas estuviesen firmemente planteadas, y la posibilidad de que en realidad la mesa redonda se terminase convirtiendo en una reunión entre amigos. Tras unas cuantas anécdotas –que juré no contar jamás a nadie– un cortado de excelente calidad y unas cuantas risas, fuimos al último evento de la tarde.
Mesa redonda: Distintas miradas a la novela
Participantes: Teo Palacios, Concha Perea y Clara Peñalver.
Preside la mesa: Antonio Martín Morales.
Lugar: Centro de exposiciones Caja Granada, 7 de la tarde.
Como os podéis imaginar, cuando veis a todas estas personas sentadas en una mesa, con caras muy serias después de haberlos visto riéndose a carcajadas cinco minutos antes, puedes llegar a pensar que en realidad todo han sido imaginaciones tuyas, que son escritores de éstos a los que da miedo acercarse para pedir alguna que otra firma. Inmediatamente tus ojos intentan buscar algún detalle, algo que indique que traman algo. Rápidamente localizamos una bolsa –que habíamos acompañado a comprar Paco, marido de Clara Peñalver–, llena de caramelos. En cuanto se reparten por la mesa y la gente que acude como público al evento los mira fijamente, se desencadena el caos. Clara alza la voz y dice: "Quien haga una pregunta se lleva un caramelo, y si hace una muy buena pregunta se llevará dos", Concha –como buena roedora– empieza a coger caramelos para ponerlos frente a su sitio cual buen alijo de bellotas, Teo coge uno de forma discreta y Antonio los mira fijamente para después tragar saliva y comenzar a hablar.
Como podéis ver, el inicio de esta mesa fue ciertamente peculiar, lo que provocó que los que asistieron a escuchar a los escritores fuesen participativos y se estrujaran el coco para hacer buenas preguntas, a la par que estuvieron atentos a todo lo que se comentaba. Cada uno de los escritores representaba a un determinado género literario. De izquierda a derecha, Clara Peñalver al género policíaco –por Cómo matar a una ninfa–, Concha Perea al género fantástico –por La Corte de los Espejos– y Teo Palacios al género histórico –por Hijos de Heracles principalmente–. Algunas de las preguntas de Antonio Martín Morales buscaron construir una base sencilla para que el público pudiese tener un conocimiento rápido y directo de los escritores de la mesa. Recuerdo algunas de ellas como por ejemplo "cuáles eran las motivaciones para haberse centrado en esos géneros, cómo habían conseguido publicar con éxito en un momento tan difícil como éste, cuáles eran sus siguientes proyectos, o la forma de encajar las críticas positivas y negativas.
Los asistentes, gracias a los caramelos o debido a la forma distendida con la que hablaban los diversos autores, también participaron con distintas preguntas. La respuesta a algunas de ellas las tenemos recogidas en una serie de vídeos –pido disculpas anticipadas si veis que el sonido no es especialmente bueno, pero creo que así podréis comprobar de primera mano cómo era el entorno en el que se estaba realizando la mesa redonda–. Creo firmemente que habría sido mucho mejor haber podido preparar el evento en el piso inferior, alejado de los ruidos del exterior y de la cháchara incesante de algún que otro personaje peculiar que parecía sentirse atraído por la recepcionista de la sala de exposiciones, pero era imposible debido a la actual exposición: La huella de los Jesuitas en Granada. Del colegio San Pablo a la Facultad de Teología de Cartuja: Humanismo y Teología.
Como colofón a tan buen rato, y acogiéndome a eso que se suele decir de que "el tiempo parece volar cuando uno se divierte", nuestros escritores se llevaron un rapapolvo de la organizadora de los distintos eventos de la feria –o del centro de exposiciones, lo cierto es que no conocemos este dato– porque el siguiente acto –la presentación de Rafael Infantes y Ernesto Lovera de Jack Malaespina. La leyenda de los leones de piedra (Editorial Amuzara bookabillo)– llevaba ya diez minutos de retraso. Tras un desalojo rápido y unos cuantos caramelos de disculpa, la tarde acabó llegando al temido momento de las despedidas.
Personalmente, el reencontrarme con algunos conocidos, el haber podido ver en persona a gente con la que únicamente tenía contacto mediante internet y a otros con los que nunca había tenido el placer de hablar, fue realmente estimulante. Salí de allí con ganas de comerme un buen helado –que hice con la mejor de las compañías, por cierto– y con ganas de reencontrarme con esa escritora que dejé encerrada y castigada en un baúl hace ya muchos años. Las lecturas que me esperan por delante son tantas y apetecen de tal manera que puede incluso provocar cierto nivel de estrés, pero es del bueno, ese que te espolea para no desanimar por el largo camino ante la ingente cantidad de horas que quedan para poder conocer todas y cada una de las palabras que te harán descubrir cosas nuevas y aprender otras tantas.
Por cierto, ahora que caigo, durante el making-off de la mesa redonda, Antonio Martín Morales trató de enunciar una pregunta muy interesante que al final no llegó a formular en la mesa redonda por falta de tiempo. ¿Os atrevéis a aventurar cuál podría ser?
Los vídeos de la mesa redonda
Presentación y Clara Peñalver: https://www.youtube.com/watch?v=z6Npp9Vuf6I
Concha Perea: https://www.youtube.com/watch?v=8p0xxJi81hY
Teo Palacios: https://www.youtube.com/watch?v=BGwGY7wC2EM
3 comentarios
Me encanta que se hagan actividades culturales alrededor de las Ferias del Libro.Seguro que el Taller de Personajes y la Mesa Redonda fueron estupendísimas. ¡Verde de envidia que estoy! :)
Estuvo muy interesante ciertamente, es una pena que a lo largo de toda la feria no hubiese otro tipo de temas relacionados con la novela por estar todo ligado a la poesía -y yo de poesía entiendo poco, sinceramente xD-, y el año que se encargó de la novela únicamente invitaron a gente del rollo gafapasta que se dedicaba a escribir cosas rarísimas. xDD Así que bueno, algo es algo. ^^
Gracias por pasarte a comentar, preciosa.
Jo, la verdad es que suena a que os lo pasasteis estupendamente bien. Qué rabia que aquí no organicen nada parecido. A ver si este verano puedo ir un par de días al Celsius y experimentar lo que es asistir a un evento de este tipo.
A Concha la conocí cuando vino a Valencia a presentar el libro y la verdad es que me pareció una persona muy interesante y divertida, así que me creo lo de las anécdotas que cuentas :P
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.