Cuando comencé a leer El juego de las sombras, segunda entrega de la tetralogía "Shadowmarch", lo hice con la confianza que me daba tanto el escritor como la historia que había leído a lo largo de su primer tomo, La frontera de las sombras. Puedo decir sin temor a equivocarme, que la historia ha conseguido alcanzar exactamente las expectativas que me había creado en torno a ella. Como ya dije en su momento, en un tiempo en el que hay todo tipo de experimentos en lo que a narrar fantasía se refiere, se agradece poder refugiarse en un oasis de aquella fantasía más clásica que en su día a todos nos embrujó. Tad Williams, al igual que hizo con su famosa saga de "Añoranzas y Pesares", es único para reflejar un mundo realmente inabarcable con aparentemente poco esfuerzo. Algo que todo amante de la fantasía adora y que estoy segura que conseguirá atraer a muchos nuevos lectores a nuestro mal llamado “lado oscuro”.
Todos los que habéis leído alguna que otra obra de este autor, sabéis que es especialista en crear miles de tramas que aparentemente parecen no tener ninguna relación entre sí, para después sorprendernos con una buena traca de acontecimientos inesperados que pueden llegar a rozar el deux ex machina. Su pericia consigue que esos trucos tan arriesgados consigan un resultado realmente impactante, tanto por la gran personalidad que tienen la gran mayoría de sus personajes, como por el peso que le otorgan las descripciones a la misma historia. Siempre cuidadoso en cuanto a trasfondo se refiere, Tad Williams además, ha conseguido crear un verdadero panteón de dioses que nada tiene que envidiar al sumerio, al griego o al egipcio, por poner unos cuantos ejemplos. Al inicio de cada capítulo veremos un extracto de distintos libros sagrados, en el que podremos conocer las guerras internas que hubo entre los dioses hace miles de años, y cómo surgieron de aquello otras religiones que hoy en día pueden llegar a imbuir a sus seguidores de extraños y perturbadores poderes especiales. Podremos contemplar incluso, como los nietos de los bastardos de los dioses que una vez caminaron por la tierra siguen teniendo ciertas habilidades que los hará únicos y que quizás tengan algo que opinar sobre el avance de la línea de sombra y sus consecuencias.
Otro secundario que para mi gusto tiene una fuerza realmente impresionante en la historia es el crepuscular Gyir, al que veremos a lo largo de toda la novela evolucionar de distintas formas. Es de una raza especial que oculta su rostro bajo una membrana y que le permite captar sensaciones, sonidos e incluso poseer cualquier mente debilitada que pueda rondar en su entorno; un fiero soldado, un certero asesino y un gran sabio que intenta salvar a su pueblo pese a que el universo entero parezca estar en su contra. Quizás si Tad Williams se animase, podría crear historias únicamente de los crepusculares y de algunos membránidos como éste personaje. Bien pensado, creo que le he cogido verdadero cariño, mucho más que al príncipe Eddon, a quien me cuesta trabajo soportar.
Sinceramente, intento mantener al mínimo todos los detalles que se me pasan por la cabeza porque no quiero desvelar nada por accidente –ya sabéis que aquí llevamos a gala nuestra tradición de no introducir spoilers en las reseñas, y así seguirá siendo–. Por esta razón me gustaría animar a todos los que no hayan empezado a leer "Shadowmarch" a que lo hagan pronto. Si empezasteis a leer fantasía gracias a los ejemplos más puros del género, estoy convencida de que Alamut habrá dado en el clavo con estos cuatro libros. Como aviso a navegantes, me siento obligada a advertiros de que quizás esta segunda entrega pueda hacerse un poco densa en ocasiones, a la vez que posee partes en las que tendremos la sensación de pasar mil páginas sin habernos dado cuenta. Si es una lectura que queréis emprender después de haber terminado algo más pesado os aconsejo que lo meditéis antes con calma y paciencia. Tad Williams siempre ha tenido un ritmo peculiar, por lo que hay que saber leer entre líneas la mayoría de las veces, y en otras deberemos prestar verdadera atención a detalles que aparentemente no nos resultarán importantes. Al igual que con algunas delicatessen gastronómicas, creo que este libro es mejor disfrutarlo en solitario –me refiero a no compaginar con otras lecturas–, paladeando cada personaje, cada pasaje, cada descripción y cada acontecimiento. Un verdadero canto al clasicismo de la fantasía con un toque bastante oscuro para que nadie crea que el género debe ser únicamente para niños. No encontraréis sexo y violencia de forma explícita como parece estar últimamente de moda, pero tampoco lo echaréis en falta. Hay cosas peores que eso, mucho más cuando los mismos dioses parecen estar revolviéndose en su pesado sueño tocando el mundo de todos estos personajes de formas realmente impredecibles. En esta tetralogía, las sombras no es lo único que puede resultar amenazador y os aseguro que cuando lo acabéis también tendréis esa impresión. A menudo nos encontramos con verdaderas joyas de la literatura sin habernos parado a pensar en ello. "Shadowmarch" es un diamante en bruto y estoy deseando comenzar el siguiente para ver cómo se desarrolla todo.
Fantasía épica Literatura Novela
Leer después de Shadowmarch: La frontera de las sombras
Shadowmarch: El juego de las sombras.
(Shadowplay).
Traducción de Carlos Gardini.
Alamut, mayo de 2013.
624 páginas.
No disponible en ebook.
27,95 € (rústica con solapas).
Segunda entrega de "Shadowmarch".
Primeras páginas
8 comentarios
Vale, otra saga a la que habrá que dar una oportunidad. ¿Merece realmente utilizar parte de mi tiempo en ella? ¿Alcanza el nivel de otras sagas de fantasía? En esta vida no hay tiempo para leer absolutamente todo...
Terminado ya el tercer libro de Shadowmarch debo decir que Tad Williams ha sabido crear otro universo fantástico de la nada y poco parecido a Añoranzas y Pesares. Le deseo toda la suerte del mundo a este escritor que ha sabido reglarnos dos de los mejores universos de fantasía sin dejarse llevar por las nuevas modas, y desde mi punto de vista superando a la campeona en ventas actualmente Canción de Hielo y Fuego. :)
Es cierto que las comparaciones son odiosas y que el tipo de novela de Shadowmarch no se parece en nada a la de Canción, pero sí, hay que reconocer que Tad le ha dado un matiz a los libros realmente interesante. Javier, si quieres leer fantasía de la de toda la vida, de calidad, de la de aquellos años en los que uno se quedaba con algunos personajes en la cabeza y los recordaba a medida que pasaba el día... ésta es tu tetralogía. Creo que están muy bien realzados como ya he comentado en la reseña, por lo que anímate. No es una saga interminable, y además Alamut siempre se ha comprometido a acabar sus sagas, al igual que hizo con Las monarquías de Dios, por lo que no te vas a quedar a medias.
Seguro que te gustan. ^^ El tercero Alberto, no he podido empezarlo por ahora, pero también tengo que reconocer que estos libros no los considero aptos para darse un atracón leyendo uno tras otro sin pausa intermedia. Tienen muchísima información y viene bien un descanso entre uno y otro, así que por mi parte, será más adelante cuando me lance a la lectura del tercero. ^^
Gracias por pasaros a dar vuestra opinión. ;)
Yo no tengo leído nada de Williams pero esta saga me atrae mucho , aunque antes tengo pendiente Añoranzas y Pesares saga que mañana caerá en mis manos , pero antes tengo que terminar las monarquías de Dios , la primera ley y la saga de los demonios .
La verdad es que a mi esta saga me gusta mucho, pero tiene muchos puntos en común con la saga Añoranzas y Pesares, Barrick y el Principe Josua, la utilización de los sueños, los qar y los sitha. Con esto no quiero decir que la saga no merece la pena, yo me la estoy leyendo y me encanta, pero si que tiene bastantes similitudes con Añoranzas y pesares.
Eso si la historia de los dioses ha mejorado muchisimo.
Terminado este segundo tomo. Y desoyendo los consejos de Cyram, he empezado inmediatamente el tercero xD.
La historia guarda muchas similitudes con Añoranzas y Pesares, es cierto, aunque yo diría que Barrick y Josua se parecen solo en lo físico, al igual que los qar y los sitha solo en su condición de "hadas". Lo que yo sí veo es un clarísimo paralelismo entre Marca Sur y Hayholt. De todas formas, Tad se separa muchísimo de las tramas de Añoranzas en cuanto aparecen Lisiya y Jikuyin, haciendo las cosas mucho más "explícitas".
En fin, igual soy yo que como apasionado de Añoranzas y Pesares no soy objetivo, pero a mi el ir rastreando similitudes con esa saga en esta tetralogía no me ha molestado. Para los que quieran una saga de fantasía a estilo clásico (esto es, CON MAGIA), esta saga es muy buena recomendación.
Estupenda reseña, Cyram, como siempre :)
Aunque no os lo creáis, me encanta que desatendáis ciertos consejos que doy en mis reseñas, porque considero que es bueno tener distintos puntos de vista. ^^ Así que me encanta saber que te ha gustado tanto Er-Murazor. Es cierto que Marca Sur podría ser el verdadero heredero del castillo de Hayholt, sobre todo pensando en sus respectivas "profundidades".
Creo que esta serie será una de las grandes obras de Tad Williams en español, pero claro, como toda lectura, hay que saber elegir el momento para acometerla y poder llevarla a término con el 100% de los sentidos volcados en ella. Espero poder estar de tal forma para el siguiente. Me interesa mucho la continuación. ^^
Gracias por vuestros comentarios. ^^
Ya que estáis hablando de "Añoranzas y pesares", no olvidéis que Tad Williams está escribiendo una nueva trilogía ambientada treinta años después de aquella: http://www.laespadaenlatinta.com/2014/04/tad-williams-nueva-trilogia-despues-anoranzas-pesares.html
:D
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.