«Nunca te fíes de nadie», es el mensaje que continúa transmitiendo la serie.
Tras mi comentario de los dos primeros episodios de la quinta temporada de The Walking Dead, voy a explayarme un poco más en mi crítica de los dos siguientes, porque creo que es importante destacar las diferentes tramas que ahora mismo hay en curso: por un lado está la desaparecida Beth, por otra parte están Daryl y Carol –quienes salieron en pos del coche que secuestró Beth–, y por último los supervivientes comandados por Rick Grimes, sin olvidar al sargento Abraham Ford. Las tramas que terminan dispersándose nunca suelen durar demasiado tiempo, así que vamos a ver cuál de todas ellas es la primera que cortan de raíz.
The Walking Dead 5x03: Cuatro paredes y un techo
Como no podía ser de otra forma, la estancia de nuestros supervivientes en la iglesia del padre Gabriel Stokes termina por derivar en una lucha a muerte contra aquellos que ya intentaron comérselos en No hay santuario –primer episodio de la temporada–. La decisión comunitaria de no volver atrás para cazar posibles supervivientes de la maniobra de rescate realizada por Carol termina poniendo a todos en peligro. Si a esto le sumamos el que una vez más Tyreese haya mentido y haya sido incapaz de acabar con el que casi mata al bebé de Rick, desemboca en una situación de extremo peligro para todos ellos, mucho más pensando en el científico que es incapaz de defenderse por sí mismo. Contemplaremos entonces el enfrentamiento –que ya tardaba en surgir– entre el sargento Abraham Ford y Rick Grimes cuando, viendo el percal, el militar decide partir en plena noche hacia Washington llevándose el autobús que han arreglado.
Ni que duda cabe que nuestros protagonistas ya están a vueltas de todo y saben perfectamente qué es lo que han de hacer con los invasores. En este caso la lección de cara al pequeño Carl está más clara que nunca: no te fíes de nadie. Sacando a reluciar sus dotes de estratega, Rick decide dar una desagradable sorpresa a ese caníbal que parece ser que tiene más labia que seso. Una lección ejemplar de cara a posibles traiciones dentro del grupo de compañeros.
La partida de Maggie y Glenn junto con Abraham y Eugene, les hacen echar aún más en falta a Carol y a Daryl, quienes parecen haber desaparecido completamente de la faz de la tierra. Una sorpresa final nos hará sospechar que alguna aventura han debido de vivir cuando Mishone, una vez pasada la tormenta, se asusta al ver surgir de la maleza a Daryl de forma sospechosa.
Para mi gusto, ha sido un capítulo redondo, sencillo y conciso donde se muestran exactamente todos los factores que queremos ver los que llevamos siguiendo la serie desde hace tanto tiempo: coherencia. En todo momento he visto que Rick evoluciona, controlando esa bestia que casi le posee durante la pasada temporada en favor de la supervivencia colectiva. No se fía de nadie –como para hacerlo–, pero tampoco se olvida de quiénes son los suyos, cosa que le garantiza una lealtad total, tal y como ya dije en la anterior tanda de capítulos.
The Walking Dead 5x04: La ciudad de las mesas de autopsias
Desgraciadamente, para todos los que estábamos expectantes con las noticias que podría traer Daryl tras una amenaza como la de los caníbales de Terminus, en este episodio los guionistas no nos dan el gusto de centrarnos en él ni en Carol. Sin embargo, la historia no se desvía demasiado de su objetivo inicial, ya que podremos averiguar adonde ha llevado a Beth el coche negro. Sorprendentemente, está intacta salvo algún que otro arañazo tras el ataque del grupo de caminantes, y veremos cómo se despierta en una cama de hospital, uno que está demasiado pulcro para los tiempos que les ha tocado vivir –y desconfiando inmediatamente por ello–. La imagen de lugar perfecto en el que puede curarse de sus heridas, descansar y alimentarse para después proseguir su camino, es un mero espejismo, uno del estilo de Terminus. En pleno corazón de la arrasada Atlanta, Beth descubre que los que la han cuidado no quieren que únicamente friegue el suelo, lave los platos o planche la ropa para "devolver" de alguna forma el que la salvasen de morir. La maldad de aquellos hombres y mujeres que utilizan la adversidad para sojuzgar a los suyos está bien implantada entre los que la han acogido.
Tras un intento de huida, Beth se dará cuenta de que su situación es mucho peor de lo que habría imaginado. Pensando que Atlanta es una ciudad que ya dejaron muy atrás nuestros supervivientes, sería muy raro imaginar que pudieran haberla llevado hasta allí –y más pensando lo que en su momento le costó a Rick abandonarla–. La ciudad de las mesas de autopsias en realidad no aporta nada a la historia principal, salvo para sustentar en cierta forma el hecho de que Daryl y Carol hayan estado apartados de la acción durante el episodio anterior.
Espero que el siguiente episodio nos muestre quien será el libertador de Beth, o cómo puede escapar ella de allí, o directamente cómo le pega un tiro a la encargada de dirigir el hospital –una tal Donna–, a la que personalmente me encantaría echarla como pienso para los zombis.
3 comentarios
Una crítica muy interesante,
Gracias a estos comentarios podemos hacernos una idea del conjunto de la serie para los que no la seguimos. :D
Gracias gente. ^^
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.