La séptima entrega de Malaz está llena de subtramas.
Edición: La Factoría de Ideas. 888 págs. 29,95 €.
Traducción: Marta García Martínez.
Paralelamente, multitud de subtramas al más puro estilo malazano compiten por la atención del lector. Silchas Ruina, el Cuervo Blanco, liberado de su milenario confinamiento en la moribunda casa de Azath, viaja hacia el norte con un variopinto grupo de compañeros persiguiendo una venganza –o de hacer justícia–; de sus acciones aprenderemos que Anomander Rake, su hermano, no es el más cruel de la familia. Y qué familia, pues sus primas –las tres hermanas Soletaken– conspiran para destruirle. Al este del Imperio se concreta aún otra amenaza; Mascararroja, antiguo paria de su tribu, ha vuelto para guiar a los suyos, para unirles y convertirles en un ejército capaz de desafiar a los Letherii que se establecen –al estilo de los colonos americanos en tierras Indias– sin ningún pudor ni respeto en sus territorios ancestrales, corrompiendo o asesinando a las tribus. Y al oeste, ni más ni menos que una legión entera de malazanos desembarca en el continente para ajustar las cuentas a estos escurridizos Edur que en entregas anteriores habían atacado las costas de Malaz.
¿Pueden complicarse aún más las cosas? Pues parece que sí, porque el propio Imperio Letherii se desangra por dos conflictos internos cuya resolución determinará su destino. Por una parte, están los Patriotas y la Consigna Libertad; los primeros, cual Inquisición, tienen sometida a la población a un reino de terror persiguiendo a traidores reales o imaginarios y acumulando poder en el proceso; los segundos, grandes comerciantes, ejercen el poder de un lobby, y libran una guerra económica contra un adversario oculto que busca hundir al Imperio en la peor crisis imaginable.
Como he dicho más arriba, La tempestad del segador tiene una gran cantidad de subtramas, tantas y tan interesantes, que es difícil escoger una como la principal. Sin embargo, hay una que me resulta más fácil descartarla por ser la más insubstancial y desconcertante en ocasiones: Mascararroja y su guerra tribal. Este es, para mi, es uno de los puntos débiles de la novela. Se trata de un planteamiento –el choque entre la civilización colonizadora y la indígena– del que Erikson abusa. Ya lo vimos con los Seti, o con los Wickanos: tribus orgullosas que se niegan a disolverse entre las hordas invasoras e intentan un último esfuerzo heroico para defender sus tierras y su identidad. La trama de Mascararroja peca pues de repetitiva; y el que su resolución sea polémica empeora el pronóstico. Me sobra completamente.
A priori, puede parecer que estamos ante una entrega cuyos eventos están aislados de lo que podríamos llamar la trama principal de la saga, el conflicto latente con el Dios Tullido, y esta podría ser la mayor crítica de La tempestad del segador. Sin embargo, Erikson es un tejedor sin igual y nada escapa de su plan maestro: los sucesos en Lether también están relacionados con el conflicto final con el Tullido.
Recomiendo por tanto sin reparos este séptimo volumen de "Malaz: El libro de los caídos". No creo que pueda decepcionar a nadie que haya avanzado hasta este punto de la saga. Cualquiera que haya llegado hasta aquí ya se habrá acostumbrado al estilo a menudo críptico del autor, y a su afición a racionar la verdad con pequeñas dosis. Lo que toca es sentarse y disfrutar con el libro, y después de terminarlo seguir disfrutando al tratar de conectarlo con las lecturas previas e hilvanar teorías acerca de las lecturas futuras, porque todavía queda Malaz para rato.
6 comentarios
Me lo acabe hace una par de días y ami me ha gustado mucho,Erikson se merece estar entre los grandes si aun lo esta.
A ver si Factoria acaba publicando toda la saga que ya faltan poquitos
Malaz ya empieza a jugar fuerte contra mi memoria. El hecho de continuar la trama de Mareas de Medianoche, libro que me leí hace 2 años ha hecho que el inicio se me haga duro por encontrarme un poco perdido con los personajes y recordar exactamente en qué punto los dejé.
De momento voy por el libro Segundo y la trama de Mascarroja, aunque parecido a anteriores tribus no se me hace pesada. A Udinaas (no el grupo en general) en cambio le tengo un hastío.... Por otra parte cada vez que aparece Tehol y Bicho sube el pan.
En cuanto lo termine os haré otro comentario.
Saludos y ánimos que solo nos quedan 3 libros de la trama principal.
Lo siento, pero yo debo de ser tonto. No me entero de nada. Después de los 4 anteriores estoy con Mareas de Medianoche (y me he leído tbn el primero de Esslemont) y todavía no sé de qué coño va la saga, ni si hay trama de algún tipo o cómo demonios es el mundo en sí (no hay mapa global). Además, el hecho de que vaya saltando geográfica y temporalmente de novela en novela no ayuda precisamente. Creo que hasta él mismo se hace a veces la picha un lío con el sistema de magia, dioses y ascensiones. Y ya, los pensamientos supuestamente filosóficos de algunos personajes me matan (tampoco ayuda que la única manera de saber que alguien está pensando algo es que lo pone en cursiva).
Si alguien puede echarme una mano, se lo agradecería, porque estoy por abandonar la saga. Y no veas la rabia que me da. Y lo tonto que me siento.
Carlos te recomiendo que te pases a consultar tus dudas por abretelibro:
http://www.abretelibro.com/foro/viewforum.php?f=11&sid=69d3e7b29f60593e45f677fb6200f61e
Ahi podemos comentar todas las dudas. Lo cierto es que es una saga compleja, en la que entras o no. Y con fantasía por todos los lados desde el primer párrafo. A mi me encanta.
Gracias Gorka, me pasaré por ese foro a ver qué se comenta
Me he reventado los primeros seis y me tienen vuelta loca, me encantan. Hay que reconocer que las historias son complicadas, porque, su orden cronológico salta de acá para allá al igual que las locaciones de la acción, pero creo que ese es su maldito encanto. Cierto que hay una o dos historias que me dan harta flojera, pero la mayoría están súper bien y otras megacardiácas. Las batallas de los abrasapuentes contra los K'Chain Che'Malle en "las memorias del hielo" me tuvo con el corazón a mil por hora, así como las batallas de los Wikanos al mando de Coltaine o el escape de los cazahuesos con Violín. También ya leí los dos primeros de Esslemont y aunque es más sencillo en las historias que se desarrollan, son también de una alto contenido emocional, como en el final de "El regreso de la guardia carmesí", sinceramente no me esperé ese desenlace y me quedé anonadada como me ocurrió con Whiskeyjack e Itkovian.
Tengan paciencia y si se requiere tomen nota y DISFRÚTENLO! ;)
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.