La reseña de hoy es especial, tan especial como el libro que tengo entre mis manos. Es más, tengo la sensación de que diga lo que diga, no voy a ser capaz de hacer justicia a un libro tan maravilloso como Sueños de piedra, de las jóvenes autoras españolas Iria G. Parente y Selene M. Pascual. Veréis, soy fan irredenta de la colección juvenil de Nocturna Ediciones, me pirran todos y cada unos de sus libros. Adoro el gusto que tienen al elegir las publicaciones que editan y siempre, siempre, siempre son una apuesta segura cuando quiero sumergirme en las aguas de la literatura juvenil. Y con esta novela se han superado.
Con esto quiero decir que mi objetividad, porque siempre trato de ser lo más objetiva posible, se ha ido por el caño con esta novela. Sueños de piedra me ha sorprendido por lo bien planteado que está, por su estructura interna, por el desarrollo de los personajes, la ambientación y el romance, por el cambio en el juego de roles masculino y femenino, por cómo rompe los tópicos de los cuentos de hadas y las novelas de fantasía clásicas. Pero sobre todo, lo que más me ha gustado es como habla sin tapujos y con inusitada elegancia de ciertos temas que parecen tabú en la literatura juvenil (dícese sexo). Y todo esto sin mencionar el final, ¡absolutamente fantástico! El de Sueños de piedra es uno de los mejores finales que he leído en mucho tiempo, el más coherente, el más valiente y el que le da un verdadero broche de oro a la historia: atrevido, melancólico y lleno de esperanza a la vez. Y autoconclusivo, chapeau.
Fuera ideas preconcebidas con esta novela. El príncipe encantador tiene el mismo encanto que un mulo y sus motivaciones son egoístas, egocéntricas y hasta cierto punto vengativas. La doncella en apuros, ni es doncella ni tiene problema alguno en utilizar su puñal o su rodilla en entrepierna ajena cuando es necesario poner los puntos sobre las íes. Y el mago en cuestión ni es anciano ni poderoso. Es más, ni siquiera tiene ni madera para serlo. Todo lo contrario: en un jovencito imberbe y cualquier hechizo que lanza está abocado al más absoluto desastre. Con semejante trío, ¿alguien dijo problemas?
Cada capítulo está narrado desde el particular y personal punto de vista de Arthmael y Lynne. Esto no solo le da ritmo y riqueza a la narración, sino que además las autoras han sabido dar suficiente entidad a los dos personajes principales para que realmente nos importe su peculiar visión de la historia, todo ello sin dar la sensación de repetir algo que ya había sido contado en el capítulo anterior, punto importante. El desarrollo de ambos está trabajadísimo y son el pilar fundamental sobre el que se construye la novela. Además, la interacción de ambos es muy divertida, sus diálogos son ingeniosos y chispeantes. En más de una ocasión estallaréis en carcajadas, os lo aseguro. Los cambios en los roles de los protagonistas es otra de sus virtudes más logradas: ni el príncipe va al rescate ni la doncella en apuros espera languideciendo en la más alta torre. ¡Ni falta que hace! Además, siempre está ocurriendo algo en la novela y son los personajes el eje conductor de estos sucesos. Desde luego, el libro no se puede soltar y es imposible dejar de leer, siempre esperando por el siguiente capítulo.
Otro punto a favor de la novela, para mí francamente importante y que no quería dejar pasar, es el mensaje feminista que subyace en sus páginas. Cuando digo feminista aludo a la igualdad entre género, no a posiciones extremistas ni radicales. Es decir, ni una mujer es menos mujer por aspirar a realizar el trabajo de un hombre, ni un hombre es menos hombre por demostrar sensibilidad y capacidad para cuidar a una criatura. Ese mensaje que transmite Sueños de piedra, ambientada en el patriarcal y medieval reino de Silfos donde el papel de la mujer es casarse y tener hijos abandonando toda aspiración por el camino, me parece digno de destacar. La realización personal, ya sea de un hombre o una mujer, independientemente de su condición social o pasado, es el gran mensaje que esconde la novela. Fantástico.
La edición es simplemente una cucada. Pero eso ya lo sabéis, es la marca de la casa en Nocturna Ediciones. El libro se presenta en tapa blanda reforzada con solapas, tiene papel de calidad, un mapa del continente de Marabilia y unas preciosas y pequeñas ilustraciones que acompañan a cada capítulo: una corona para Arthmael y unas monedas para Lynne. Además, como detalle editorial, el libro llegó a casa con dos marcapáginas: uno de ellos, la corona dorada de Silfos. ¿Cómo no enamorarse de una edición así?
Sueños de piedra es un libro absolutamente fantástico que nadie, nadie, nadie debe dejar pasar. Es una novela con más significado del que aparentemente se muestra. Un verdadero alegato al amor de verdad, que es siempre, pero siempre, generosidad y respeto hacia el otro y, por supuesto, una verdadera defensa al amor propio, que no es menos importante. ¿Cómo amar a alguien si antes no te has puesto en paz contigo mismo? También es un canto a los sueños, al poder de las convicciones, a que todo se puede conseguir si se pone el suficiente corazón y empeño, no importa cual grandes o altos sean los obstáculos. Y todo ello envuelto en la brillante y colorida atmósfera que solo los cuentos, los verdaderos cuentos, pueden dar. ¿Quién puede pedir algo más? Para acabar la reseña de esta fantástica novela solo me queda decir una única cosa: Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.
Nocturna Ediciones, 21 septiembre 2015
Rústica con solapas, 573 págs. 16,50 €
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.