Una de las novelas más conocidas del género gótico, y dicen que la primera en tratar la ciencia-ficción. Mary Wollstonecraft Godwin (más conocida como Mary Shelley), nacida en Londres el año 1797, era narradora, dramaturga, ensayista y biógrafa, y más conocida por escribir la novela que ahora nos ocupa. Describir todos los pormenores y penurias que pasó durante su vida nos llevaría varias páginas, por lo que haré un resumen de todo lo importante.
Pero el inició de Frankenstein llegó cuando Percy, Mary, Claire y John Polidori (médico personal de la pareja) hicieron una visita a Lord Byron en su villa de Suiza. Ese año de 1816 fue un año sin verano, debido a la erupción del Tambora, situado en Indonesia, en las Indias Orientales, y que sumió a todo el hemisferio norte en un año de invierno volcánico, debido a la cantidad de polvo que invadió la atmósfera. Por culpa de esto, la luz del Sol no ejercía su función y se echaron a perder todas las cosechas del norte de Europa y del nordeste de Estados Unidos debido a la drástica disminución en la temperatura. Pero volviendo al tema, decíamos que ese año surgió la idea de crear la novela Frankenstein. Tras leer una antología alemana de relatos de fantasmas, Byron propuso a los Shelley y a Polidori la creación de un relato de terror (supongo que también inducido por dicho año fatídico). Aunque solamente Polidori lo completó, fue la semilla de la novela más famosa de Mary. El avance en su escritura se debió a diversos motivos. Primero por una pesadilla que tuvo una noche, y segundo, por las conversaciones que Polidori y su marido sostenían acerca de los avances científicos de Darwin y Galvani. Percy le ayudó a completar su obra revisando los errores gramaticales y la fluidez del texto, llegando a publicarse de forma anónima en 1818 (en una edición en tres volúmenes con una tirada de 500). En 1823 se hizo una segunda edición en dos volúmenes, esta vez con el nombre de la escritora. Pero en 1831 reescribió la novela, algo que ya tenía pensado desde antaño. Le añadió un prefacio mucho más extenso y un comienzo mucho más embellecido. Volvió entonces a publicarse ese año, siendo hoy en día la versión más conocida, aunque la edición de 1818 sigue publicándose, y mucha gente la prefiere.
Mary Shelley y su marido abandonaron Inglaterra en 1818, mudándose a Italia, donde su segundo y tercer hijo murieron. Su último y cuarto hijo sobrevivió, Percy Florence (llamado así por haber nacido en Florencia). Percy Shelley murió en 1822 al hundirse su barco durante una tormenta. Mary regresó entonces a Inglaterra al año siguiente para dedicarse a educar a su hijo, así como a la carrera de escritora profesional. Los últimos diez años de su vida estuvieron plagados de enfermedades, terminando con ella en 1851, a los 53 años de edad.
Tras esta trágica vida, ¿qué podemos decir de Frankenstein que no se haya dicho ya? Siempre he querido leerla, pero nunca le he encontrado el momento hasta ahora, quién sabe si por esas causas mayores en la que diversas obras van guardándose en un aparte hasta el momento adecuado. Frankenstein reune muchos elementos propios de la novela gótica. De clara influencia romántica, en ella encontramos la clásica disensión entre el Bien y el Mal, simbolizadas por el monstruo de Frankenstein y el mismo doctor, así como claras referencias a la locura, al salvajismo, lo irracional o las características ultraterrenales. Junto a la exageración de situaciones y personajes, la contraposición entre terror y éxtasis, o esa profunda descripción (y diálogos) donde se nos queda patente la idea del abismo, de las tinieblas insondables, de la exaltación de la muerte... hallamos una de las piezas claves dentro del género gótico. Incluso ese componente oriental propio del género está presente (por lo misterioso), aunque en mucha menor medida y solamente de pasada.
Situada en una época de cambios científicos y religiosos, la novela nos plantea otro tipo de cuestiones aparte de la envoltura, y es la lucha o la sublevación de la criatura ante el creador. Un conflicto que ahora se ha convertido en todo un clásico y que vemos representado en muchas obras (qué si no son los robots que se revelan contra sus amos). La criatura es superior a dicho creador en capacidad física, aunque en inteligencia están muy igualados. Pero el creador debería mostrar mayor raciocinio, porque el medio para terminar con ella (a la criatura me refiero) no difiere mucho de los empleados por el monstruo en su espiral de violencia y crímenes (y eso sin contar la irresponsabilidad de haber creado tal monstruo sin haber hecho una mejor reflexión), ante su reivindicación del derecho a la vida y querer parecerse al ser humano, aunque en el fondo sepamos que no puede verse cumplido su deseo. Es por tanto un ser que me ha inspirado tristeza y compasión al principio, pero que me ha causado rechazo al terminar de leer la novela, no ya porque su causa esté perdida en un mundo donde se tiene miedo a lo desconocido, sino porque sus actos me han parecido totalmente viles, sin posibilidad alguna de justificación.
La estructura de la novela es lo que más me ha llamado la atención, puesto que la desconocía totalmente y pensaba que el proceso de creación del monstruo se describiría con más detalle, pero no es así en absoluto. Se trata solamente de pasada, como un medio para desarrollar todo lo que viene después. La narración en primera persona, a modo de carta (así comienza y así termina) y la fluidez del texto, ha hecho que la novela me resulte francamente entretenida, sin ningún punto donde flaquee, tal es el interés que me ha suscitado los monólogos del monstruo o el relato de la vida del Dr. Frankenstein. Incluso hay cierto componente de aventura o de viaje, en ese recorrido que se hace por tierras extrañas, además de la persecución del monstruo por Europa y más allá. El motivo del viaje, del desplazamiento en pos de una meta justa, del Bien.
Se han hecho muchas adaptaciones de esta obra, y ahora recuerdo unas cuantas, aunque para ser sincero, no recuerdo prácticamente nada de ellas (salvo la comedia de Mel Brooks y algo de la adaptación de Kenneth Branagh), por lo que tendré que efectuar un repaso al haber leído ya la novela. Pero lejos de adaptaciones, la novela de Frankenstein se merece un buen puesto en las lecturas habituales de cualquier lector que se precie.
2 comentarios
Para mi la mejor versión es la de 1931 protagonizada por Boris Karloff. Además de que esta es la versión que nos ha dejado la imagen clásica del monstruo que todos tenemos en la mente cuando pensamos en él, también es la pelicula que parodia esa gran comedia que es "El jovencito Frankestein"
Jo, la verdad es que me ha gustado mucho el artículo. No ya porque el libro me gustara y todo eso, sino porque me has hecho conocer muchas cosillas de esos años que no tenía ni idea de que habían sucedido. Como es el caso de la erupción esa tan tocha... O_O y que pese a que me flipe la idea de un año entero sin verano... debió de ser una auténtica catástrofe.
Así que bueno, lo cierto es que puedo decir que este artículo para mi, es el mejor de todos los que he visto escritos por ahora (dejame que siga subiendo y me lea los demás y lo mismo cambio de opinión xD).
Y bueno, ya para concluir decirte que me ha encantado ese guiño que has puesto al final del artículo. Quien se haya leído el libro seguro que lo pilla. ^^
(Yo no me lo terminé, pero cuenta igual).
Así que eso, te acabas de llevar un Mondié. Sigue así. ^^
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.