Street of Shadows, segundo volumen en la trilogía "Coruscant Nights", dedicado a la saga de Star Wars. Novela escrita por Michael Reaves, nos cuenta las peripecias de Jax Pavan y su compañeros por los bajos niveles de Coruscant, capital de la galaxia, ahora rebautizada como Ciudad Imperial. Como recordaremos del volumen anterior, Jedi Twilight (cuya reseña podéis encontrar aquí), Jax Pavan es uno de los muchos Jedi que se han quedado sin hogar tras la fatídica Orden 66, planeada por el ahora Emperador Palpatine. Coruscant es quizá el sitio más peligroso que pueda existir para un Jedi, pero desde luego, no es mi mucho menos el único sitio donde los Inquisidores, e incluso el mismo Darth Vader, buscan a aquellos que son sensibles a la Fuerza para acabar con ellos y hacer desaparecer por siempre de la galaxia las costumbres, religión y saber Jedi. Con el paso del tiempo (aunque sólo han pasado aproximadamente dos meses desde La Venganza de los Sith), y ya inducido por una personalidad un tanto extraña, Palpatine se ha vuelto paranoico respecto a las especies inteligentes, aquellas que muestran un tipo de sensibilidad artística o filosófica especial. En definitiva, aquellas que podrían representar una rebelión intelectual e inconformismo respecto a la nueva forma de gobierno imperial, donde las leyes estrictas y restricciones están a la orden del día.
En esta segunda novela de la trilogía, un miembro de la especie caamasi (del planeta Caamas) es asesinado. Dicho ser era un artista, un escultor que emplea la luz refractada por medio de cristales y otros materiales para crear esculturas de gran belleza, todas diferentes entre sí y nunca una igual a su predecesora. Dichas esculturas son muy preciadas dentro de las clases altas (ahora que ha muerto, mucho más), donde se compran por grandes sumas económicas y acaban por engrosar las salas privadas de la gente adinerada. Es arte para el que lo sabe apreciar, puesto que algunos de dichos consumidores eran buenos mecenas de Ves Volette, como se llamaba el artista. Pero dichas esculturas recuerdan demasiado a la forma de un sable láser por su luz tan característica y por los cristales empleados en su realización, y los sables láser eran armas Jedi. Por tanto, las esculturas recuerdan demasiado a la cultura Jedi, cuya erradicación es uno de los objetivos del nuevo Imperio. Por tanto, Ves Volette aparece brutalmente asesinado. ¿Los motivos? Algo que está por descubrir. Es la ayudante de Ves Volette, una zeltron muy atractiva llamada Dejah Duare (cuya especie suelta una especie de feromonas para atraer a su oyente) quién decide contratar a un detective privado para que solucione el misterio. Y ese detective no es otro que Jax Pavan, el protagonista de la anterior novela de la trilogía. En vista de que la policía sufre tantas demoras en empezar siquiera a investigar el asunto, ¿qué mejor que un usuario de la Fuerza para resolver el caso? Además, Jax tiene una manera peculiar de ver las conexiones entre las personas y los hechos. Zarcillos que se comunican con otros y pueden llevar a puntos clave importantes.
La novela se desarrolla de forma dinámica, centrando nuestra atención en los diferentes sospechosos que Jax Pavan y sus compañeros (Laranth, I-5, Den Dhur, Rhinamm…) investigan por los bajos niveles de Coruscant. Desde pubs de renombre, pasando por traficantes, contrabandistas, ladrones, e incluso uno de los mecenas de Ves Volette. Cada personaje investigará por su cuenta y hará sus descubrimientos, ayudando a avanzar la trama un poco más para acercarnos al asesino de Ves Volette. Dicho asesino será alguien totalmente inesperado y que parece un homenaje a las historias clásicas de investigación de este tipo de casos, aunque sinceramente, hubiera preferido que tuviera mucha más relación con el trasfondo que se da al principio respecto al planeta Caamas y sus implicaciones intelectuales: dicho planeta, pacífico como él sólo, ha sido arrasado recientemente por la flota Imperial, un hecho que se ha encubierto por todos los medios posibles arguyendo un desastre natural. Este hecho ha causado un profundo impacto en la sociedad, preguntas sin respuesta y miedo en las demás especies de la galaxia.
La novela está bien construida, y su ritmo es ágil, sin dejar apenas pausas o tiempos muertos en los que recrearnos de manera aburrida. Se trata de una novela de detectives, algo que parecía apuntar la primera novela de la trilogía, pero que sin embargo se lo ha llevado esta segunda parte. Junto a esto, hay acción, de la que ya se encargan de crear los protagonistas por los líos en que se meten. Sin embargo, una cosa muy achacable y que por ello me ha parecido inferior al anterior volumen, es el hecho de que se trata de un volumen de transición, una aventura más que no tiene relación con el fondo argumental que ya se planteó en la anterior entrega: la búsqueda de Jax Pavan por parte de Darth Vader. El asunto está ahí, pero demasiado diluido como para que nos demos cuenta ya que nuestra atención se centra en otra cosa. Por el contrario, Darth Vader contrata a un mercenario para darle caza, y esa es la relación que tenemos, de forma pasiva y sin dejarle un espacio activo, algo que sí imagino que se verá en el siguiente volumen, Patterns of Force. Por tanto, se nos presenta como una aventura más al margen de la trama más global. No es ni bueno ni malo, es según nos lo tomemos, ya que no todo va a ser ir al grano sin puntos intermedios.
Lo mejor de la novela son las diferentes tramas que plantea. Por un lado tenemos al Capitán Typho (ver fotografía adjunta a la derecha), antiguo guardaespaldas de Padmé (la mujer de Anakin Skywalker, que murió por su propia mano en el planeta Mustafar). Descubrimos un anhelo de venganza en Typho que no conocíamos, puesto que estaba fervientemente enamorado de Padmé, en secreto. Tras su muerte, busca al responsable del hecho por distintos medios administrativos y gubernamentales, aunque mayoritariamente por los bajos niveles de Coruscant. Y dicho responsable no es otro que el mismo Darth Vader, pero Typho no sospecha el que Anakin y Vader sean la misma persona. Por otro lado tenemos la recuperación de un personaje del que se sabía poco desde hace un tiempo: Aurra Sing (fotografía a la izquierda), cuya reciente aparición ha sido la nueva serie de animación llamada "The Clone Wars" (también hizo un cameo en "La Amenaza Fantasma"). Una de las cazarrecompensas más temidas de la galaxia y cuya fama le precede allá donde va. Contratada por Darth Vader, cuya misión es traer vivo a Jax ante la presencia del Señor Oscuro, conviertiéndola así en la antagonista de la novela. Y ya por último, investigar la muerte del artista Ves Volette. Las tramas se desarrollan cada una por su sitio, se entrecruzan hasta cierto punto, y hace que no les perdamos su pista. A mí me han parecido bastante interesantes, y uno de los puntos fuertes de la novela, puesto que Michael Reaves sabe una vez más centrar la atención tanto en los personajes como en los detalles de trasfondo de la saga, especialmente en aquellos que relacionan los hechos de la novela con las nuevas películas de la saga, especialmente con La Venganza de los Sith.
Es por tanto una historia recomendable, de aventuras y acción, con personajes interesantes, puesto que se desarrollan más y se abren nuevas posibilidades para otros (tendrán su momento en el siguiente volumen). Lo peor es que se trata de un volumen de transición, de poca relevancia para la trama global, dejando cabos sueltos de la anterior novela, aunque ambienta muy bien esa nueva época de Coruscant con el nuevo régimen, y así lo demuestra el cada vez más fuerte movimiento revolucionario conocido como Whiplash. Es en definitiva una novela de Star Wars recomendable, que te deja con ganas de leer la siguiente entrega, Patterns of Force.
Colección/Serie: Star Wars · "Coruscant Nights", 2 (de 3)
Título Original: Street of Shadows / Editorial: Del Rey. / Formato: Bolsillo (Mass Market Paperback), 308 pág. / Año: 2008. / Precio: 7,99 dólares (5 euros aprox.). / Traducción: -. / En Inglés.
comentarios
Loren donde puedo comprar (online) alguna de estas novelas de star wars en inglés, así comenzaré a practicar porque con Timun la cosa parece paradilla, jejeje.
Gracias.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.