Fecha de lanzamiento: Mayo de 2010
Algunas sagas de fantasía son reconocidas de inmediato como obras de arte, erigiéndose por encima de las demás de su género. Farland, cuya serie épica comenzó con ‘Los señores de las runas’, merece ser mencionado junto a nombres como el de J. R. R. Tolkien o Steven Erikson.
«'Los señores de las runas' anuncian la llegada de un serio competidor de ‘La rueda del tiempo’ de Robert Jordan. Es un libro lleno de magia y mitos, valor, contiendas y bravura envueltos todos ellos en una aventura épica maestra»
—Michael A. Stackpole
«La magia es fundamental en el relato de Farland, no solamente un adorno, y tanto esa magia como la sociedad en la cual se desarrolla han sido elaboradas con minuciosidad e imaginación»
—Publishers Weekly
«Farland ha creado un mundo novedoso y singular que pone el acento en conceptos como la humanidad, la lealtad y el sacrificio... Altamente recomendado para todos los fans de la fantasía»
—Locus
«Un relato de primera clase, novela épico-fantástica que supera con creces lo que promete. Léanla cuanto antes y dense el gusto de una aventura inolvidable.»
—Terry Brooks
Este autor de obras de ciencia ficción y fantasía nació en Estados Unidos en 1957. David Farland es el seudónimo con el que firma sus obras de fantasía. Hasta la fecha ha escrito y editado casi cincuenta libros entre novelas y relatos. También es autor de juegos digitales y articulista. La saga de fantasía épica ‘Los señores de las runas’ ha sido traducida a más de diez idiomas. Es todo un fenómeno de ventas y su versión cinematográfica está en fase de preproducción. Sus intereses van desde la paleontología a la neurología, la medicina o la ingeniería genética. Dave Wolverton es mormón y vive en St. George, Utah, con su mujer y sus cinco hijos.
Páginas: 512
Encuadernación: Rústica con solapas
Colección: Solaris Fantasía nº 77
Traducción: Myriam García Bernabé
Premios: Writers of the Future Gold , MacLaurin Fat Fantasy
Precio: 26,75 euros
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.