La editorial Astiberri, editora de cómic, está sacando una serie de clásicos de la literatura en edición ilustrada que parecen interesantes. Recopilan relatos o novelas, pero interpretados gráficamente por un dibujante de cómics en concreto, que realiza una labor gráfica con ilustraciones principalmente a página completa. Las obras que han sacado hasta ahora se corresponden con El Golem, de Gustav Meyrink, El Mundo Perdido, de Arthur Conan Doyle, Monkton el Loco, de Wilkie Collins y Solomon Kane, de Robert E. Howard.
La edición de Solomon Kane es la última en aparecer. Una edición en cartoné, ilustrada por David Rubín. 296 páginas en blanco y negro por 20 piezas de a ocho. Es una edición publicada íntegra a partir de los relatos originales sin modificar.
Sinopsis:
Solomon Kane, la obra ilustrada por el dibujante David Rubín y protagonizada por el otro gran personaje, además de Conan nacido de la pluma de Robert E. Howard, continúa –junto con El Golem, de Gustav Meyrink, al que pone en imágenes Santiago Valenzuela– la colección Clásicos Ilustrados de Astiberri, donde una recopilación de relatos o una novela completa de un autor de referencia de la literatura, es interpretada gráficamente por un dibujante de cómics a lo largo del libro por medio de una serie de ilustraciones principalmente a toda página.
La serie Solomon Kane –publicada íntegra en este volumen a partir de los cuentos originales y no de las versiones que sufrieron tras la prematura muerte de su autor– bebe de la aventura, el folletín, las historias de piratas, el género histórico y el terror. Solomon Kane es un justiciero puritano de la Inglaterra del siglo xvi. Solitario y reservado, se expresa mejor con las armas que con las palabras en su deambular por unas convulsas Europa y África. El tomo se cierra con el único relato de corte histórico protagonizado por Sonia la Roja que Howard escribiera en vida.
2 comentarios
Las he visto hoy en la librería. Unas ediciones francamente bonitas.
Hola. Que version recomendarias, esta o la de valdemar?
Gracias
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.