La quinta entrega de la serie de los cuentos por excelencia del sello Vértigo, se presenta como una vuelta a las Tierras Natales, que como los lectores ya sabrán (y si no, no sé a qué esperan para leer esta interesante serie), es el lugar de procedencia de todas las fábulas que huyeron del Adversario para instalarse en una comunidad organizada con sede en Nueva York. Como viene siendo habitual volumen tras volumen, al comienzo tenemos un recordatorio de personajes con su situación actual, por si hemos olvidado algo de la entrega anterior, así como un número introductorio que no tiene porqué tener relación con la trama principal desarrollada en el conjunto de la serie. A destacar una vez más el estupendo trabajo que tanto el creador de la misma, Bill Willingham, como los diversos dibujantes que imprimen su sello en cada uno de los números (mención especial para las excelentes portadas de James Jean), en relación a este entorno de fantasía fresco y novedoso, que los aficionados a los cómics, los cuentos o la fantasía en general, pienso que encontrarán de su agrado. Al igual que el resto de volúmenes publicados por Planeta, Tierras Natales se corresponde con el volumen original Homelands, que incluye los números 34 a 41 de Fables.
Llegados a este punto, comienza el volumen con un número especial dedicado a las nuevas aventuras de Jack. Decir que este personaje abandonó Villa Fábula en uno de los volúmenes anteriores para tomar su propio camino, dando ocasión para desarrollar su propia serie, donde el protagonista absoluto es él mismo. Podéis leer una reseña del primer volumen de la serie, La (Casi) Gran Evasión pinchando en el enlace. Se trata de un personaje narcisista, egocéntrico, pícaro... Un papel que ni le viene al pelo. En este número incluído en Tierras Natales le vemos trasteando en Hollywood, formando su propia productora de películas, y la que seguro no traerá nada bueno. Es una historia bien planteada, divertida, ambientada en el mundo del cine, y con multitud de referentes cinéfilos, en especial el dedicado a El Señor de los Anillos de Peter Jackson. A partir de este número, y dependiendo de cómo funcione esta empresa, habrá que saltar directamente a la serie propia del personaje, sirviendo este número de puente entre ellas.
Retornando a la trama principal... Muchas cosas han pasado en la comunidad de fábulas tras los volúmenes precedentes. Una de ellas fue la desaparición del Chico de Azul. Nadie sabe dónde a ido, si solo o acompañado, solamente que se llevó consigo un par de objetos mágicos y algo más (para más señas, leer el final de La Marcha de los Soldados de Madera). Pero nosotros como lectores deberemos averiguarlo, así que es por eso que este Tierras Natales trata exclusivamente de él, una historia de venganza y descubrimiento, pues es en este número donde se nos revelará finalmente la identidad del Adversario, el mayor misterio desde que arrancara la serie. Evitando spoilers y demás para no revelar absolutamente nada, basta con decir que el Chico de Azul vuelve a las Tierras Natales para encararse con los enemigos de las fábulas, indagando, enfrentándose a diversas fábulas que se aliaron con el Adversario... para finalmente descubrir la dura realidad.
Me ha resultado atractiva la manera en la que los dibujantes han plasmado el entorno de las Tierras Natales, de pura fantasía, con escenarios que difieren entre sí, mucho colorido, personajes fantásticos propios de la ambientación, y muchos elementos que podríamos ver en cualquier libro infantil de cuentos, pero trasladado al entorno "adulto" de "Fábulas". El aspecto del Chico de Azul (a la manera de un espadachín enmascarado) es otro de los detalles visuales interesantes. Los elementos de esta historia, además, incluyen dragones, goblins, hechizos mágicos, portales dimensionales que llevan de un reino de las fábulas a otro situado en el interior, y sobre todo, las constantes referencias literarias o culturales que es una de las características de la serie. En este caso, uno de los dos objetos mágico que el Chico de Azul emplea en su aventura, que no es otro que la espada mágica creada por Lewis Carroll para el poema Jabberwocky, la espada vorpalina. Así, también leemos sobre algún cuento ruso o clásicos con El Libro de la Selva, y es que uno de los personajes presentados en el interludios del Chico de Azul, en Villa Fábula, no es otro que Mowgli en persona, muchos años después del clásico de Kipling.
Tan sólo queda hacerme un par de preguntas. ¿Si tan poderosos objetos se atesoran en los almacenes de Villa Fábula... porqué nadie, en grupo en o en persona, pensó en emplerarlos para una hazaña semejante? Podría tratarse de una grave incongruencia, o simplemente algo preparado de antemano, pero que en cierto modo resulta inverosímil. Lo que está claro es que este volumen plantea varias incógnitas que deberían resolverse en entregas posteriores. Un buen punto de inflexión en la serie.
Para leer más reseñas de la serie: Leyendas en el Exilio | Una Historia de Amor | La Marcha de los Soldados de Madera | Las Crueles Estaciones | La (Casi) Gran Evasión (Jack).
Colección/Serie: Fábulas, 5
Título Original: Fables: Homelands / Editorial: Planeta DeAgostini. / Formato: Rústica, 192 pág, en color. / Año: 2007. / Precio: 12,95 euros. / Traducción: Raúl Sastre.
2 comentarios
A mi este número la verdad es que me ha gustó mucho. Es cierto que resulta algo inverosímil la mayoría de la historia, pero hay que reconocer que acción e intriga no le falta.
Además, gracias a esto conocemos quien es el adversario. Bien pensado podría ser un recurso "deux ex machina" a lo bestia. Pero creo que es uno de los más interesantes.
Yo creo que la forma en que el prota se adentra en las Tierras Natales sí que puede ser un enorme "deux ex machina" para mostrárnos sólo la identidad del enemigo final. Pero viéndolo desde otro lado, a mi me gusta esa manera de haberlo hecho. xD
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.