En El inválido loco del fuerte Ratonneau, relato de corte romántico escrito por el alemán Achim von Arnim, se nos habla de la importancia de la familia, del amor, pero también de la locura, de la pureza del alma, y de un motivo que mueve al relato que puede llegar a escapar a la razón, pero que tiene su explicación razonable al final en contrapunto con el sentido religioso que en ocasiones impregna el relato, como muchos otros cuentos surgidos de la pluma de esta época. El diablo parece ser el que mueve las manos de Francoeur, un sargento que fue capturado durante la guerra contra los prusianos, y que fue llevado a Leipzig como prisionero. Allí conoció a Rosalía, quien se enamoró de él y le procuró todos los cuidados, incluso abandonó su patria para irse con su amado a Pleissenburg, un hecho que la calificaría de antipatriótica por cambiarse de bando. Acarrea la maldición de su madre, pues debido a este hecho no le desea ningún bien a su hija, desentendiéndose de ella totalmente.
Por su herida en su cabeza, y a su extraño y errático comportamiento, Francoeur hace muecas a los soldados, pega saltos estrambóticos, y demuestra verdaderos alardes de valentía que ya quisiera un soldado para si. Habiéndose unido ya en matrimonio con Rosalía, y debido a los ataques de locura y una herida mal sanada en la cabeza, Francoeur es destinado al fuerte Ratonneau, donde sólo hacen falta tres hombres para salvaguardar las defensas. Mediante Rosalía, Francoeur es destinado a ese puesto, en lugar de ser el hazmerreír con los inválidos de la ciudad, y que gracias a su charla con el comandante de Marsella, el conde Dürande, se le destina a un puesto digno donde tendrá que fabricar fuegos artificiales en lugar del comandante, uno de sus oficios. Al estar el fuerte Ratonneau ubicado en una isla del Mar Mediterráneo, en el sureste de Francia, cerca de Marsella, de clima más cálido, es donde mejor se podrían curar las heridas sufridas durante la guerra.
La verdad es que el sentido fantástico del relato es aquí casi nulo, como ha ocurrido en otros relatos del Romanticismo alemán de los que hemos hablado previamente por estas líneas. Salvo la maldición que parece pesar sobre Rosalía, y el hecho de hablar del diablo que mueve las acciones de Francoeur, el resto del relato, incluso su tono, es de corte realista, una anécdota militar que nada tiene que ver con una carga fantástica, lugares misteriosos ni nada por el estilo. Es simplemente el relato dramático de un soldado y su mujer (y por ende, el hijo que ambos comparten), cuyo amor se ve interrumpido por él debido a la herida en su cabeza, lo que le lleva a actuar de una manera cruel y caótica, pues cree que su mujer se ha aliado con el comandante para causarle algún tipo de mal. El que todo el mundo crea que está poseído por el diablo le saca de sus casillas.
Me ha resultado al final un relato algo agreste, en ocasiones algo confuso por su planteamiento, con un final que termina bien en contraposición al resto de la narración. De todos los relatos que pueblan las páginas de la antología de Valdemar, Cuentos Fantásticos del Romanticismo Alemán (2008), este es con diferencia el que más se desbanca de la temática de corte fantástico, aunque no es ni mucho menos la marca única de los escritores de aquella época. Los temas de siempre siguen ahí: la locura, el amor, lo religioso o la pureza del alma, pues Francoeur no es totalmente dueño de sí mismo, se trata de un hombre bueno que se ve alterado por una condición física. Si se busca más, también se puede encontrar este relato en una antología que publicó Siruela en 1992, Cuentos Románticos Alemanes, donde también vienen incluidos otros relatos como Ondina o El rubio Eckbert. Como el resto de relatos de la época, el original, Der tolle Invalide auf dem Fort Ratonneau, se considera un clásico de la literatura, y como tal, ha sido adaptado a otros medios como las versiones narradas en CD tan características. Prueba de ello es la imagen con la que arranca este artículo, portada del disco narrado del relato, en una edición alemana.
El autor, Achim von Arnim (1781-1831), más conocido por ese nombre que por Ludwig Joachim von Arnim, destacó por sus artículos periodísticos, sus tragedias, sus relatos, sus poemas y sus novelas. Uno de los autores más importantes del Romanticismo alemán, perteneciente a la nobleza prusiana, especializado en Derecho y Ciencias Naturales. Se casó con Bettina Brentano, una famosa artista (escritora, compositora, cantante, ilustradora) de la era del Romanticismo, todo un arquetipo, y que gracias a esto entabló una duradera amistad con su hermano, Clemens Brentano, con quien publicó una importante colección de canciones populares distribuida en tres tomos que datan de la primera década del siglo XIX.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.