Segunda entrega de los coches de Pixar, donde Rayo McQueen y su mejor amigo Mate se lanzan a una competición internacional.
Los estudios americanos de Pixar nos sorprendieron en 2006 con una curiosa película de animación centrada en un mundo alternativo donde los vehículos estaban dotados de vida, podían sentir, pensar y hablar. El director John Lasseter (Bichos, Toy Story, Toy Story 2), junto a Joe Ranft, plasmó en una generosa película de animación todo un mundo fresco y original que hablaba de la amistad y los problemas del éxito, que generalmente redundan en la personalidad del que lo sufre. En 2011 llega Cars 2, donde Lasseter, esta vez con Brad Lewis, vuelve a ese mundo tan automovilístico que no se queda tan sólo con los coches parlantes, sino que va más allá para ofrecer sus propias versiones de lugares conocidos como Tokyo, París, Italia o Londres, en una trama de espionaje internacional que cobra casi tanto protagonismo como las carreras. Esta nueva entrega no resulta tan fresca y original como su antecesora, haciendo más hincapié en el género de acción (explosiones no faltan), con una suerte de James Bond clásico como es Finn McMisil, pero en versión automovilístic. El protagonista casi absoluto de esta entrega es Mate, con Rayo McQueen, protagonista de la cinta anterior, en un segundo plano y dejándole hacer lo que mejor se le da: correr y presumir (aunque no tanto como su contrapartida de Formula 1).
Con estas líneas ya he resumido prácticamente todo lo que podemos encontrar en la película. No se trata de una producción especialmente notable de Pixar en el terreno fílmico más propiamente dicho, pues su condición de película de acción per se la convierte en un ejercicio de comer palomitas y dejarse llevar por las carreras y por la excelentísima adaptación de muchos lugares conocidos como son Tokyo, París, Londres (con las cosas propias de cada lugar, atención a la cultura japonesa) o una versión propia de Montecarlo, pero todo ello con el sabor inconfundible de "Cars", esto es, radiadores camuflados entre los edificios, chasis en las montañas, etc. Podemos decir que las ciudades quedan extremadamente realistas, siendo difícil distinguir si estamos ante un vídeo rodado en imagen real (en el caso de Londres) o ante unos gráficos hechos por ordenador. Sin duda lo mejor de la cinta junto a las impresionantes carreras de la que hace gala esta Cars 2, algo que ya se hizo notar en la primera parte, pero esta vez con más variedad, pues el argumento se centra en una competición internacional. Los planos, el sonido, la sensación de velocidad, todo el conjunto es de sobresaliente.
El ligero problema de Cars 2 es que no resulta ni tan fresca ni tan original como su primera parte, que ya de por sí no cuajó entre todo el mundo, quizá por lo extraño de su ambientación. Por ese motivo se puede disfrutar un poco menos de esta nueva película de Pixar, más si tenemos en cuenta que Mate, el oxidado mejor amigo de Rayo McQueen, es prácticamente todo el foco de atención. Se retoma el viejo tema de la importancia de la amistad, del ser uno mismo, centrado en torno al anticuado amigo del coche rojo de carreras, quien ya tiene su fama hecha, su carrocería abrillantada y su valiosa reputación, algo que choca con la simpática y torpe grúa. Es por eso que con los conflictos personales que surgen, Mate termina afiliándose con McMisil para una misión de importancia internacional. Por supuesto, Cars 2 está plagada de gags y alusiones a personalidades famosas (la Reina de Inglaterra, Fernando Alonso...), más todavía que la primera parte, porque todo el tema de la carrera, los lujos, el catering, etc, es un terrerno muy jugoso para explotar a Mate (en el buen sentido) y dejarle hacer de la suyas. Cars 2 es, en definitiva, una correcta cinta de Pixar para este verano. No es de las mejores, pero se deja ver con gusto, sobre todo en el plano de las carreras y las persecuciones, que abundan. Ah, no dejéis de perderos el corto del principio, que en sustitución de una de esas pequeñas obras maestras a las que nos tienen acostumbrados los chicos del flexo cada vez que hay película nueva, veremos de nuevo a los juguetes más famosos de la compañía tras Toy Story 3, con unos graciosos Barbie y Ken haciendo monerías.
Por último decir que la versión original cuenta con Michael Caine para Finn McMisil, así como John Turturro para Francesco Bernouilli, el resabido Ferrari de Formula 1 que se jacta de ser más veloz que Rayo McQueen, lo que provoca que este último se anime a participar en la carrera para demostrar que un nuevo tipo de combustible recién fabricado, hecho a base de componentes orgánicos, resulta fiable. Owen Wilson vuelve a repetir en la voz del coche de carreras rojo.
-Las secuencias de acción y las carreras, perfectamente realizadas.
-Las versiones de ciudades famosas en el entorno de "Cars" (la mejor sin duda Tokyo).
-Su impecabilidad técnica.
Desventajas:
-Ha perdido algo de frescura por el camino.
-Si Mate no te gustó en la primera parte...
comentarios
A mi la verdad es que esta peli me gustó bastante, aunque quizás habría puesto a Mate algo menos exagerado y con unos sentimientos más adultos. Pero bueno, es cuestión de gustos. xD
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.