Segunda entrega de las saga de películas centrada en la popular marca de juguetes de Hasbro. Ficha en IMDb.
He de reconocer que hay momentos espectaculares, como los diseños de los nuevos Transformers (el robot felino, los titanes...) o la secuencia inicial; me gustan las escenas nocturnas de explosiones, tiros y efectos digitales, un conjunto que se presta a casar especialmente bien. Pero salvando las contadas secuencias donde el cerebro desconecta para sumergirse en la acción más pura, Transformers: La Venganza de los Caídos (Revenge of the Fallen) es para mi un suspenso, no como la copa de un pino (ese puesto siempre lo tendrá reservado El Mundo Perdido y otras que le siguen, que curiosamente no recuerdo), pero sí como algo simbólico, pues con todo el material del que dispone Michael Bay y su amigo Spielberg, podrían haber hecho una secuela digna de la primera parte, que no es que fuera una película excelente de todos modos, pero se deja ver de una forma agradable.
El protagonista humano de la cinta sigue siendo Sam Witwicky (por lo menos hasta la tercera entrega), interpretado por el prometedor Shia LaBeouf, que tras desinvolucrarse de todo lo que tiene que ver con los robots gigantes que se transforman en cosas, pretende reubicar su vida trasladándose a la universidad, donde pretenderá convertirse en un hombre de provecho. Pero nada más pisar terreno académico su destino vuelve a llamar a la puerta de su habitación para meterle de lleno, otra vez, en la ancestral guerra entre los Autobots y los Decepticons. Está claro que el chaval no va a decir que no a eso, si no no habría película ni nada, más si Megan Fox, que ahora es su novia, se pasa buena parte del film poniendo morritos y posturitas sexys (aunque más morritos que la nueva chica de Transformers: El Lado Oscuro de la Luna creo que es imposible), haciendo honor a la expresión "mujer florero". Así es como comienza de nuevo la guerra entre los robots, sumado al hecho de que uno de los fragmentos del cubo de la primera entrega aún está en poder del chaval, lo que le traerá más de un quebradero de cabeza porque comienza a ver símbolos raros por todas partes, unido al hecho de que eso hace que se vuelva de pronto un lumbreras en los misterios de la ciencia, siendo capaz de ver símbolos por todas partes. La premisa es interesante, pero el desarrollo, en parte debido a un mal guión, plagado de deus ex machina y quién sabe qué otras cosas, como comento al principio, hace que esta segunda parte se distancie de la base iniciada por la primera Transformers, aunque esto es una mera opinión personal después de todo.
Sinceramente, no sé que les pasa a Bay o a Spielberg con la duración de sus películas, porque cuando un metraje resulta excesivamente largo, el guión, cuando de por sí no es bueno, se ve resentido aún más todavía. Creo que hubiera preferido que en esta segunda parte se hubiera prescindido de todo el rollo militar estadounidense, incluso que la recta final no tuviera lugar de nuevo en el desierto (que ya parece un cliché en este tipo de películas), aunque hay que reconocer que la secuencia de la pelea entre robots por el bosque es bastante llamativa. Los humanos, con lo limitado de su armamento, peleando contra robots con avances tecnológicamente ultraavanzados, queda poco creíble y aún menos realista. Si en Cybertron ya se daban de lo lindo (y todos tenían más o menos la misma tecnologia al alcance), a los Decepticons no les debería costar demasiado acabar con un simple puñado de humanos, pero por cuestiones de la épica y el heroismo exacerbado, no es así. Por lo menos hay alguna que otra secuencia interesante, interpretada por robots, cómo no, sobre todo aquellas en las que participa Optimus Prime, o alguno de sus compañeros Autobots (Bumblebee, por ejemplo). Para eso hemos cogido un cubo de palomitas y hemos visto Transformers: La Venganza de los Caídos, ¿no? Para ver a los buenos dar de leches a los malos (o viceversa, para quien guste del morbo robotil). Yo si no fuera por eso no me habría acercado a ver nada que lleve el logo de "Transformers", más que nada porque no tendría ese nombre, asegurado al cien por cien.
La película, aunque fue la más taquillera de 2009 (tras Avatar y Harry Potter y el Misterio del Príncipe), fue nominada a los Razzies de 2010, a un total de seis candidaturas, entre ellas la de peor actriz, director, peor película y peor guión, ganando merecidamente esos tres últimos títulos. John Turturro, aunque da algo de coherencia al producto, su personaje resulta demasiado paródico para mi gusto. No es ni mucho menos la peor película de acción que he visto en mi vida, y aunque el dicho popular de "segundas partes nunca fueron buenas" (con el que nunca he estado de acuerdo, ni estaré) se le puede aplicar. Me gustó más la primera.
Ventajas:
-¿No queríamos más peleas entre robots gigantes?
-Los efectos especiales son lo mejor de la película.
-Bumblebee sigue siendo uno de los compañeros de ficción con más carisma.
Desventajas:
-Un guión deficiente plagado de situaciones increíbles.
-Ese guión se ve resentido por la duración del metraje, algo largo.
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