Una novela sobre el misterioso pasado celta del sur de la Provenza, por el autor de 'El Tapiz de Fionavar' y 'Tigana'.
Guy Gavriel Kay siempre ha sido uno de esos autores clásicos de la fantasía épica por obras como Tigana (comentada por estas líneas), la trilogía de "El Tapiz de Fionavar", o más recientemente, Los Leones de Al-Rassan. El autor siempre introduce un componente histórico que es una de las bases de la novela junto al habitual recurso fantástico, por eso creo que el autor tiene el éxito del que goza actualmente, aparte de haber colaborado con el hijo del profesor Tolkien para la compilación de El Silmarillion (eso da fama, sin duda). O también introduce elementos históricos en un entorno de fantasía cuyo mundo recuerda mucho al nuestro en trasfondo, pero en cualquier caso, sus novelas suelen ser autoconclusivas, salvo excepciones como la mencionada trilogía "El Tapiz de Fionavar" o la duología "Los Mosaicos de Sarantium". En el caso de Ysabel, que es la novela que ahora nos ocupa, el autor se dedica a explorar las raíces de las costumbres celtas del sur de la Provenza para establecer una trama que entrelaza la actualidad con el pasado (o la realidad con la magia), protagonizada por un chico canadiense de instituto, Ned Marriner, que de pronto se ve involucrado en un conflicto que lleva gestándose durante miles de años. Su padre es fotógrafo, recopilando imágenes para su nuevo libro, su madre, que es médica, está en misión humanitaria en Oriente Medio, y Ned conoce a una joven de su edad, Kate Wenger, que le ayudará a descubrir el misterio que encierra la aparición de un hombre calvo portando un cuchillo, una chupa de cuero, y que de pronto sale de la cripta de una iglesia francesa.
Escrita en un estilo más ligero del que nos tiene acosumbrados el autor, Ysabel es una novela sumamente sencilla donde las páginas suelen pasar con relativa rapidez en pos del descubrimiento que nos hará reflexionar sobre las condiciones de nuestro mundo, o así esperamos una vez nos sumergimos en su lectura. Sin embargo, en mi caso ese esperado desenlace no ha llegado en ningún momento, haciendo que Ysabel me haya parecido una lectura harto decepcionante, con detalles agradables, sí, pero frustrante por la pobre calidad de los diálogos de los protagonistas que desfilan por la novela, así como por la excesiva cantidad de descripciones, poca incisión en el argumento (no es lo que nos pretende hacer ver) y, como digo, decepcionante desenlace para todo el tinglado que se había montado previamente, haciendo de Ysabel una lectura de segunda fila tanto en terreno histórico como fantástico que no recomiendo salvo que se sea fan completista de Guy Gavriel Kay y queramos leer absolutamente todas sus obras. Se puede prescindir perfectamente de esta novela, que no es ni mucho menos de las mejores de toda la bibliografía del autor.
Como puntos positivos, se agradece ese intento de escritura desenfadada, con la inclusión de elementos modernos como pueden ser los iPod, los coches, los ordenadores, los videojuegos (con alguna que otra mención al Guild Wars), el Google, etc. A protagonista joven, nuevas tecnologías, hecho que casa muy bien con ese aire cuasi reverencial que impregna todo el relato respecto a los mitos, la leyenda o la historia del pasado, y que tiene que ver con la cultura celta antes de la llegada de los romanos, con las consiguientes referencias al folklore celta (el jabalí, los druidas, los animales, la magia...). Es en definitiva, un ligero paseo por la historia de la región, focalizado en un tema en concreto que no revelaré para no estropear la lectura. Los personajes tienen fuerza, es uno de los aspectos que salvaría de la novela, aunque en la mayoría de las ocasiones se quedan en una especie de stand by, quizá inducido por el hecho de que lo que ocurre durante la trama les pilla demasiado por sorpresa, o quizá por la propia naturaleza sobrenatural del conjunto. Pero ese mensaje que el autor nos quiere transmitir, también el propio tema escogido para la obra, no está del todo aprovechado.
Si tengo que poner en una balanza las cosas buenas y malas de la novela, sin duda se inclinaría por lo segundo. Pese a todos los intentos de sacarle algo destacable tras los dos meses transcurridos desde el cierre de la tapa del libro y la escritura de esta reseña, sólo le veo defectos, por lo que es una lectura que definitivamente no recomiendo, esta novela no está hecha para mí. La superficialidad de los diálogos, la propia carga banal de lo que comentan los personajes es uno de sus mayores lastres, que a mi personalmente me hacen desconectar puntualmente de lo que estoy leyendo. El intercambio de información entre líneas, sus propias reacciones (a menudo exageradas, muy similares a una comedia americana con tintes dramáticos), no tienen el debido peso que deberían tener dadas las circunstancias, aunque por momentos la propia carga dramática de Ysabel se deja notar en muchas de sus páginas, imprimiendo un cierto toque melancólico en algunas situaciones que se evapora con facilidad. Entretenida lectura a ratos, con más defectos que ventajas, salvable para ciertos lectores por determinados puntos que pueden encontrar de interés, en especial por el nexo de unión que establece con una obra anterior del escritor (de la que Ysabel no me parece una segunda parte), y que por supuesto no revelaré, aunque muchos ya lo sepáis a estas alturas. De todas formas, y como siempre digo, que no se tome esta reseña como una cátedra, porque es tan sólo una opinión mía, porque sé de muchos lectores a los que Ysabel les ha parecido una lectura excelente.
Aparte de Los Mosaicos de Sarantium, ambientada en una imaginaria Constantinopla (publicada hace unos años por Plaza & Janés), o Los Leones de Al-Rassan (publicada por La Factoría de Ideas, al igual que Ysabel y Tigana), donde El Cid campa a sus anchas por una España ficticia en la época de la Reconquista, otros trabajos de Guy Gavriel Kay incluyen obras como la inédita The Last Light of the Sun, ambientada en una ficticia Britania durante el reinado de Alfredo el Grande (siglo X d. C.), A Song for Arbonne, una historia de bardos también ambientada en la Provenza, y la más reciente, Under Heaven, nominada a la mejor novela en los World Fantasy Award de 2011, situada en la China de la Dinastía Tang (618-907).
Ventajas:
-Es una novela de fácil consumo, y eso se deja notar en el momento que arranca la lectura.
-La inclusión de elementos modernos en la trama.
-La alusión a otra conocida obra del autor, un guiño a todos los fans de dicha obra.
Desventajas:
-La artificiosidad de los diálogos es una de sus peores bazas.
-No se le saca todo el partido que debiera al tema de la novela.
-Una lectura menor no comparable a otros clásicos del género fantástico también firmados por Gavriel Kay.
5 comentarios
¡Ahí va, cómo ha cambiado esto! Hacía mucho que no me pasaba... Pero seguís teniendo los mismos artículos interesantes de siempre :)
Un abrazo desde el Laberinto,
Noemí.
Gracias por la crítica, tenía ganas de leer algo de este autor pero no será esta novela.
Pues yo también me fío bastante de vuestra opinión, así que descarto esta novela, porque además no tengo a Guy Gavriel Kay entre mis autores predilectos. Una que tenía ganas de tantear es A Song of Arbonne, pero no sé yo... Además, me saca un poco de quicio esa manía de este autor por mezclar una historia o personajes contemporáneos con una etapa pretérita. En fin, aún me falta por ver Tigana, que se supone es su obra maestra...
Yo la verdad es que me he decepcionado un poco con el autor. Como ya os dije con la reseña de Tigana... quizás es que me esperaba demasiado de él y lo tenía algo mitificado por lo mucho que me gustó El Tapiz. Por ahora tengo la sensación de que Ysabel se va al final de mi lista de libros de obligada lectura. Tengo demasiados acumulados y me fío de la opinión del Capitán. ;)
Otro para ti, Noemí! Sí, algo ha cambiado. xD
Yo a lo mejor termino leyendo alguna obra de Kay en inglés, como por ejemplo la que dice Jolan de Arbonne, tiene buena pinta por todo el tema de los trovadores. También "Under Heaven", que creo van a publicar en castellano.
Para leer a un autor como Kay comenzaría por sus primeras obras, por "El Tapiz de Fionavar" mismo, que es fantasía épica, luego ir seleccionando algunas posteriores, más que nada para ver los pros y los contras de su estilo.
Aún me falta por leer la de los leones, que la tengo cogiendo polvo desde que salió.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.