«El profesor de Oxford, padre de la actual literatura fantástica fue rechazado a los Premios Nobel por no estar a la altura.»
Con este lapidario título nos encontramos con esta noticia que ha aparecido recientemente en el periódico británico The Guardian. Una noticia que sin duda ha levantado ampollas estos días en todo internet, especialmente entre los seguidores más aférrimos de la obra del profesor de Oxford más célebre de la literatura fantástica.
Los motivos por los que John Ronald Reuel Tolkien (o "Jota Erre Erre") no fuera galardonado con un Premio Nobel de Literatura en 1961, fue solamente uno, aunque personalmente considero que fueron varios. En primer lugar la opinión de Anders Österling, crítico literario dominante del jurado por aquel entonces, que declaró que la prosa de Tolkien, y cito textualmente, «no está en modo alguno a la altura de la narración de alta calidad», siendo «de segunda categoría». El antiguo amigo de Tolkien, C. S. Lewis, autor de la célebre obra de fantasía infantil, "Las Crónicas de Narnia", fue el encargado de hacer valer la importancia narrativa de su amigo.
El funcionamiento del comité Nobel resulta por otra parte, extrañamente arcano. Hasta cincuenta años después se tiene que mantener en secreto los motivos de la decisión de otorgar el Nobel de antaño, hasta que pasada esa fecha se hacen públicos enla Biblioteca Nobel de Estocolmo. ¿Una medida para dejar correr el agua hasta que los escritores rechazados dejen este mundo?
Por otro lado, el Nobel de Literatura de 1961 fue otorgado al escritor yugoslavo Ivo Andric, por lo siguiente: «la fuerza épica con la que traza los temas y representa los destinos humanos de la historia de su país». Según el periodista sueco Andreas Ekström, que es quien ha aireado todo este tema gracias a los documentos originales, otros nombres como Robert Frost (rechazado por su avanzada edad), E. M. Foster (descartado por ser una sombra de lo que fue), Lawrence Durrel o Graham Greene, también fueron desestimados por diferentes razones.
Sólo me queda una reflexión tras todo este revuelo. Por un lado, me parece una prueba más que evidente de que la literatura fantástica difícilmente podrá optar a ser considerada jamás como un género por derecho propio (si es que le podemos llamar tal, porque sigue siendo novela de toda la vida, al fin y al cabo). Segundo, parece que los medios de comunicación dejan pasar por alto el hecho de que en 1961, que es cuando C. S. Lewis recomendó a Tolkien para la candidatura, apenas había pasado un lustro desde la publicación de El Señor de los Anillos, la obra magna que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Con ese breve espacio de tiempo, el calado de la obra cumbre de Tolkien no había llegado a un apogeo tal como lo conocemos ahora, aunque es cierto que por entonces ya gozaba de una popularidad más que encomiable.
En cualquier caso, con un poco más de tiempo, es posible que hubieran concedido a Tolkien el Nobel de Literatura, y dado que no pueden ser concedido póstumamente, jamás lo sabremos. Sin duda el profesor de Oxford lo merece, y lo estoy diciendo desde un punto de vista objetivo, como fan de la Tierra Media que soy. Su creación de un mundo ficticio que ha servido de escapismo para millones de lectores (y sigue haciéndolo hoy día), sumado a toda una panoplia de criaturas, bestias, plantas, lugares, e incluso un par de lenguas funcionales, serían motivos suficientes para que su calado en la historia de la literatura sea justo y razonable.
Solo me queda pensar que en esto de los Premios Nobel existe demasiada arbitrariedad, las razones de peso del emisor pueden no estar totalmente justificadas en el momento de emitir el veredicto, como tampoco puede estar el crítico de turno con el ánimo apropiado como para reconocer algunas cosas. Por menos razones se han otorgado premios de embergaduras similares, todos hemos puesto el grito en el cielo cuando se comenten errores, algo no nos parece bien, o creemos que ciertos galardones deberían haber ido a tal o cual personaje (véase la gala de los Oscar). Al final todo se reduce a una cuestión política, de ojo sumamente crítico de acuerdo a las modas imperantes, y a diferentes causas que sólo el gran Cthulhu conoce.
Los motivos por los que John Ronald Reuel Tolkien (o "Jota Erre Erre") no fuera galardonado con un Premio Nobel de Literatura en 1961, fue solamente uno, aunque personalmente considero que fueron varios. En primer lugar la opinión de Anders Österling, crítico literario dominante del jurado por aquel entonces, que declaró que la prosa de Tolkien, y cito textualmente, «no está en modo alguno a la altura de la narración de alta calidad», siendo «de segunda categoría». El antiguo amigo de Tolkien, C. S. Lewis, autor de la célebre obra de fantasía infantil, "Las Crónicas de Narnia", fue el encargado de hacer valer la importancia narrativa de su amigo.
El funcionamiento del comité Nobel resulta por otra parte, extrañamente arcano. Hasta cincuenta años después se tiene que mantener en secreto los motivos de la decisión de otorgar el Nobel de antaño, hasta que pasada esa fecha se hacen públicos enla Biblioteca Nobel de Estocolmo. ¿Una medida para dejar correr el agua hasta que los escritores rechazados dejen este mundo?
Por otro lado, el Nobel de Literatura de 1961 fue otorgado al escritor yugoslavo Ivo Andric, por lo siguiente: «la fuerza épica con la que traza los temas y representa los destinos humanos de la historia de su país». Según el periodista sueco Andreas Ekström, que es quien ha aireado todo este tema gracias a los documentos originales, otros nombres como Robert Frost (rechazado por su avanzada edad), E. M. Foster (descartado por ser una sombra de lo que fue), Lawrence Durrel o Graham Greene, también fueron desestimados por diferentes razones.
Sólo me queda una reflexión tras todo este revuelo. Por un lado, me parece una prueba más que evidente de que la literatura fantástica difícilmente podrá optar a ser considerada jamás como un género por derecho propio (si es que le podemos llamar tal, porque sigue siendo novela de toda la vida, al fin y al cabo). Segundo, parece que los medios de comunicación dejan pasar por alto el hecho de que en 1961, que es cuando C. S. Lewis recomendó a Tolkien para la candidatura, apenas había pasado un lustro desde la publicación de El Señor de los Anillos, la obra magna que ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo. Con ese breve espacio de tiempo, el calado de la obra cumbre de Tolkien no había llegado a un apogeo tal como lo conocemos ahora, aunque es cierto que por entonces ya gozaba de una popularidad más que encomiable.
En cualquier caso, con un poco más de tiempo, es posible que hubieran concedido a Tolkien el Nobel de Literatura, y dado que no pueden ser concedido póstumamente, jamás lo sabremos. Sin duda el profesor de Oxford lo merece, y lo estoy diciendo desde un punto de vista objetivo, como fan de la Tierra Media que soy. Su creación de un mundo ficticio que ha servido de escapismo para millones de lectores (y sigue haciéndolo hoy día), sumado a toda una panoplia de criaturas, bestias, plantas, lugares, e incluso un par de lenguas funcionales, serían motivos suficientes para que su calado en la historia de la literatura sea justo y razonable.
Solo me queda pensar que en esto de los Premios Nobel existe demasiada arbitrariedad, las razones de peso del emisor pueden no estar totalmente justificadas en el momento de emitir el veredicto, como tampoco puede estar el crítico de turno con el ánimo apropiado como para reconocer algunas cosas. Por menos razones se han otorgado premios de embergaduras similares, todos hemos puesto el grito en el cielo cuando se comenten errores, algo no nos parece bien, o creemos que ciertos galardones deberían haber ido a tal o cual personaje (véase la gala de los Oscar). Al final todo se reduce a una cuestión política, de ojo sumamente crítico de acuerdo a las modas imperantes, y a diferentes causas que sólo el gran Cthulhu conoce.
¿Cuál es vuestra opinión sobre todo este tema? ¿Creéis que el desestimar a Tolkien para el Nobel fue injusto, por el contrario, totalmente justificado?
Vi la noticia el otro día en el telediario y me quedé un poco alucinado. Sin duda, la opinión del jurado de los Nobel, como de cualquier otro, no deja de ser subjetiva, y está claro que en aquella época la literatura fantástica no tenía un peso como el que posee hoy. Pero desestimar El señor de los anillos diciendo que su prosa no está a la altura y que es de segunda, me parece una auténtica barrabasada. Si el señor que emitió tal comentario viera a lo que ha llegado hoy el fenómeno Tolkien... en fin, que opinen lo que quieran... para mí es una de las mejores obras de la literatura universal.
ResponderEliminarEl mundo está lleno de... Y otra vez, una opinión respetable no es más que una opinión.
ResponderEliminarSaludos.
Si veis la película "Tierras de Penumbra" dedicada a narrar la vida de C.S. Lewis como autor de novelas comprobareis que sus propios compañeros y amigos se burlaban de su obra o pretendian analizarla desde un punto de vista raccional o subliminal sin entender nada.
ResponderEliminarBasicamente es eso, la gente "normal" no acepta la fantasía como algo digno sino como algo o bien para niños o bien para frikis, aun cuando la fantasía en si misma contiene absolutamente todos los géneros que la gente disfruta en cualquier cosa. Toda novela de fantasía puede contener a su vez género romántico, misterio, terror, comedia, drama o el que sea, convirtiéndolo en el género más completo que existe.
Si no aceptarla ocurre hoy día que ya está muy extendida y forma parte cotidiana del cine o de la televisión, tenemos que hacer un ejercicio de abstracción para imaginarnos como sería en una sociedad de hace 50 años.
A mi no me importa realmente. No se necesitan premios para reconocer la grandeza de lo que creó Tolkien ni la calidad del hombre que narraba para describir un sendero flanqueado por árboles torcidos que "los árboles se inclinaban a escuchar" en El Hobbit.
Además, mejor así. Que siga siendo algo íntimo nuestro.
Tolkien no necesita un Nobel de Literatura. Él en sí mismo es toda una institución que no necesita reconocimiento externo alguno. Con el corazón en la mano... ¿Sabe alguien quién fue el ganador del año pasado sin mirarlo en la Wikipedia?
ResponderEliminarAdemás, los Nobeles están tan politizados, son tan subjetivos, tan injustos, tan faltos de criterio, con tales campañas de marketing y semejantes intereses creados que el propio Alfred Nobel se retorcería en la tumba si lo viera. Ver como Obama, con todos mis respetos, se llevaba el Nobel de la Paz en el 2009 me dejó helada.
Como diría Bilbo Bolsón: " No conozco a la mitad de los ganadores del Nobel ni la mitad de lo que querría, y lo que yo querría es menos de la mitad de lo que la mitad de los ganadores de tal insigne premio merece".
No sé cuáles son los criterios para escoger al ganador del Nobel, pero ver a Tolkien entre ellos me hubiera causado una gran alegría. Los momentos que me hizo pasar J.R.R. fueron mágicos.
ResponderEliminarEilonwy tiene razón, los Nobel están demasiado politizados. Ese fue motivo por el cual Borges nunca ganó el Nobel: sus obras no poseen el suficiente contido político crítico.
ResponderEliminarSolo hace falta leer dos o tres de las obras que han ganado el Premio para darse cuenta del perfil de obra que se lo lleva (El extranjero de Camus; El señor de las moscas de Golding; El callejón de Midaq, de Mahfuz Naguib, etc...).
Veo que la polémica está servida, todos tenemos claro que esto de los Premios "gordos" son totalmente subjetivos. Alguno se escapa, pero los criterios la mayoría de las veces son totalmente ambiguos. Sin duda Tolkien, aunque no necesita el Nobel para reconocerle el mérito, como dicen Eilonwy, no estaría de más que se lo hubieran otorgado.
ResponderEliminarEn cuanto a la cita de Tildoras, "Tierras de Penumbra" es una de mis películas favoritas, totalmente recomendable su visionado para quienes quieran echar un vistazo al ambientillo de los Inklings. El problema que le veo es que la figura de Tolkien no aparece por ningún lado (por cuestión de derechos, imagino), ni mencionado, ni caracterizado, porque debería estar en los pasillos de Oxford, al lado de Lewis, junto a los Inklings, etc.
Realmente, los Inklings hacían chanzas entre ellos, aunque todos se respetaban y admiraban la obra de sus compañeros. Otros, aparte de Lewis y Tolkien también escribían género fantástico, como Charles Williams, e iban desde la poesía, la novela adulta o destinada a los niños (caso de Narnia).
Excelente película sin más.
Honestamente no puedo hablar sobre como deciden dar un premio, pues no entiendo mucho de prosa, escritura, etc.; lo que si tengo bien presente en mi cabeza, es que se merece el reconocimiento por ser un impulsor de la literatura fantástica, mas bien de los mundos de fantasía, su historia épica, su forma de escribir.
ResponderEliminarvamos que lo merece... en fin estamos nosotros para darle ese reconocimiento :D
Y por cierto Lewis tiene un nobel? no se mucho de los que tienen o no, pero si a èl se lo dieron :S no me cuadra, por que no a Tolkien..rayos
Eilonwy me encantó tu comentario, como diríamos en mi tierra (El Salvador) sos la mera pupusa en su salsa XDD es un platillo nacional jeje.
No no, C. S. Lewis no tiene ningún Nobel... Como amigo de Tolkien fue el que le recomendó para los Nobel.
ResponderEliminarYo no mencionaba Tierra de Penumbras por Tolkien. Simplemente en el articulo mencioas a C.S. Lewis como promotor de la candidatura de Tolkien a los Nobel.
ResponderEliminarEso y el comentario del tal Oesterling acerca de que Tolkien tenia un estilo "de segunda" me hizo recordar que en Tierra de Penumbras también menospreciaban los relatos de Lewis.
A mi sinceramente no me parecían simples chanzas. Eran menosprecios en toda regla. Se burlaban de los relatos de Lewis o bien intentaban interpretarlos desde un punto de vista racional (cosa que es absurdo, la fantasía no va de eso) e incluso intentaban buscar mensajes ocultos entre líneas.
Basicamente la fantasía por el mero hecho de hacer referencia a elfos, enanos, dragones, ogros, duendes y demás nunca va a ser respetada como un género digno sino mas bien como "tolerada" como mucho como algo infantil.
Ya puedes crear el mundo fantástico más perfecto y más completo, con un contenido tan detallado que eclipsaría al mundo real, que les da igual por el mero hecho de ser simplemente tierras imaginarias. Son prejuicios muy arraigados.
Sé que mencionabas la películas por Tolkien, lo mío era un aporte añadido, espero que me lo permitas. Lo que dices es cierto, el género fantástico está muy mal respetado, aunque por aquella época ya habían aparecido muchas muestras del mismo ("La Serpiente Uróboros", "Entrebrumas", los relatos pulp como los de Robert E. Howard y otros cientos, etc).
ResponderEliminarSimplemente debía tratarse de una cuestión académica, pero entre esos menosprecios también existía la propia comprensión del texto, luego se morderían las uñas por el éxito de sus compañeros. :D
Siempre he creído que los que buscan mensajes ocultos en El Señor de los Anillos pierden totalmente el tiempo. La fantasía, al igual que cualquier otro subgénero novelístico, es lo que es. Habrá de todo, desde racionalismo camuflado, hasta reinterpretaciones que sirven para comprender nuestro entorno inmediato o histórico. A cada cosa lo suyo.
Vamos a ver, es innegable que a la fantasía siempre se le ha considerado un género de segunda categoría, ya que según estudié yo en su día, los estudiosos consideraban que era más "sencillo" escribir algo inventado que ceñirse a algo que tenía que responder a una coherencia real.
ResponderEliminarEsto evidentemente es como todo, como cuando a Boticelli lo puso a caldo Giorgio Vasari en su libro "Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos". En la época en la que Vasari escribió este libro, Boticelli era poco más que una aberración, cuando no supo ver que serían los primeros trazos de un movimiento artístico que surgiría muchos años después y que marcaría toda una época.
A Tolkien yo creo que le pasó lo mismo. Se estaban dando los primeros pasos en un género literario que, como bien podemos comprobar hoy en día, ha llegado a ser importante en muchos ámbitos. Es un medio como cualquier otro para enseñar a los más jovenzuelos o para oxigenar las cabezotas de los más mayores que solo leen cosas que les hacen sentirse más y más viejos. Hace falta la literatura fantástica, y más en tiempos como los que estamos viviendo, para que podamos tener ese escape de nuestra vida real y sentirnos, aunque solo sea media hora al día, como verdaderos héroes de leyenda.
Estas personas ya se sentirían así con otras cosas, ya fuese la familia o con libros de filosofía de gafapastas (con perdón de los posibles presentes xD), por lo que no creo que se estuvieran planteando la decisión como un error. Quizás Tolkien fue un adelantado a su tiempo. Si lo pensáis bien, ¿quién en esa época se iba a dedicar a inventarse un idioma propio con acontecimientos como una guerra mundial de por medio?.
Como bien habéis dicho algunos por aquí, creo que se lo merece pero considero que debido a ese supuesto desprecio, es mejor que seamos todos nosotros los que lo tengamos a nuestro lado. Como si fuese ese abuelo que nos leía cuentos a la hora de dormir y que ya no está. No lo queremos compartir con esos académicos estirados, es nuesssssssssssstro tessssssssssoro.
Estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que se ha mencionado aquí, hoy los nobeles, como la mayoría de los premios se han vuelto demasiado exclusivistas, y tienen sus intereses. Sin duda nadie, o muy pocos grupos han tenido una influencia tan decisiva como la de los Inklings en el terreno de lo Fantástico. Respecto al comentario del usuario Loren estoy totalmente de acuerdo, pero la película Tierras de Penumbra se empieza a contar cuando ya C.S. Lewis ha dejado Oxford, y se ha ido a Cambridge, y ya no se veían tanto J.R.R. Tolkien y C.S. Lewis aunque se seguían viendo. Tolkien no le gustó la relación de C.S. Lewis con Joy, además no le gustó que C.S. Lewis se lo contara antes a su amigo común George Sayer, que a él. De todas formas Tolkien ya estaba intentando mejorar sus trabajos sobre la Tierra Media, e intentando pasar más tiempo con su mujer y su familia, pero aún seguían siendo amigos. Respecto a Tolkien no es el único olvdo del Film, también se obvio al final, que Douglas, tenía un hermano llamad David, y estaba preparado su rol, pAara el film, pero al final se prescindió de este personaje, y a mi modo de ver Joseph Mazello, hizo una amalgama de los dos hermanos Gresham. Respecto a la Espada en la Tinta, para tiodos los amantes del género fantástico, y de ciencia ficción es un regalo la existencia de un sitio como este, para los amantes de lo fantástico, atentamente Fonch.
ResponderEliminarHola Fonch, gracias por comentar y por tus alabanzas, que son tremendamente bien recibidas. :) ¡Gracias!
ResponderEliminarEn cuanto a lo que comentas sobre la película Tierras de Penumbra. Desconocía lo del hermano de Douglas, pero sin embargo la universidad en que se ambienta la película sí que es Oxford, precisamente por ese motivo uno de los grandes fallos de la película es no contar con esa otra gran personalidad del mundo académico que fue Tolkien. De ser lo contrario, y con todo el boom que tuvo El Señor de los Anillos en la pasa década (con las películas de Peter Jackson), la película sido muchísimo más conocida de lo que es ahora. Sigue siendo uno de los mejores dramas que existen junto a "Lo que Queda del Día" (también con Hopkins), pero lamentablemente, algo desconocida para el gran público.
Un saludo.
Lo lamento mi querido Loren, y lamento corregir a un experto tan notable como usted, pero la Universidad, ya no es Oxford es Cambridge C.S. Lewis durante su último período no estuvo en Oxford, sino en Cambridge, yo creo, que este factor posibilito el enfriamiento (pues nunca llegaron a tener un conflicto grave entre Tolkien y C.S. Lewis) los motivos de la discusión fueron la aceptación de Charles Williams, con el que al final Tolkien acabo por llevarse bien, pero nunca aprecio sus novelas, particularmente buena era Guerra en el Cielo, luego se publicó en Marella Todos los Santos. El segundo motivo del distanciamiento fue la relación de C.S. Lewis con Joy Gresham, nunca acepto que C.S. Lewis solterón afable y crítico del matrimonio se casara con una mujer divorciada, sin embargo llegó a ser gran amiga de Edith, lo que más le entristeció a Tolkien, fue que C.S. Lewis no se lo contara a él, y si a su amigo común George Sayer, a parte de que C.S. Lewis exigía una adoración constante de su esposa, algo que no tragó jamás Tolkien. Respecto a lo que queda del día, a mí también me encanta la peli de Ivory, basada en una novela del fallecido Kazuo Ishiguro, me gusto más que la sobrevalorada Retorno a Howards End. Un abrazo, y lo repito, su página es excelente. PD. Respecto a Shadowlands, yo la tenía en casa, pero no repare en ella hasta el anuncio del estreno de la primera de las Crónicas de Narnia la magnífica el León, la Bruja y el Armario.
ResponderEliminarCuando leí el Hobbit... Me pareció sencillamente la expresión de un verdadero genio y cuando terminé de leer toda su obra, sin duda me pareció admirable... Es tan facil "criticar"... Pero crear y crear a lo grande... Es solo de personas especiales.
ResponderEliminarCuando leí el Hobbit... Me pareció sencillamente la expresión de un verdadero genio y cuando terminé de leer toda su obra, sin duda me pareció admirable... Es tan facil "criticar"... Pero crear y crear a lo grande... Es solo de personas especiales.
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