30 de enero de 2012

"Madre Noche", de Rachel Pollack


Título original: Godmother Night.

Edición: 373 págs. 18,95 €. Grupo Ajec, col. "Tangentes", octubre 2011.

Traducción: María Pilar San Román.

Temática: Fantasía, folclore.

Correlación: Independiente.



Madre Noche, de Rachel Pollack, es una novela de corte fantástico o realismo mágico que aborda con naturalidady sin tapujos la homosexualidad femenina y viene avalada por el Premio Mundial de Fantasía, en 1997. Es más, podría decirse que nos encontramos con una novela de mujeres, escrita por mujeres y para mujeres, ya que aborda el mundo femenino desde las tradiciones, el folclore y el simbolismo, reivindicando su papel en el mundo con un toque muy new age.

Podemos dividir la historia en cuatro partes claramente diferenciadas. En la primera de ellas, “La mujer sin nombre”, Laurie y Jaqe, las dos protagonistas, se conocen en una fiesta universitaria gracias a la intervención de una misteriosa mujer que se llama a sí misma Madre Noche. Mientras que Laurie tiene clara su orientación sexual, Jaqe no. Es más, esta última tiene un serio problema de identidad personal con su propio nombre, y Madre Noche es el catalizador para que ella se encuentre a sí misma y a Laurie. Esta parte es bastante introductoria y se centra en el día a día que tienen dos personas del mismo sexo que se aman: rechazo por parte de la sociedad, de la familia, de los que les rodean…

En la segunda parte, “El bebé en la piedra”, nos centramos en el deseo de Jaqe de tener un hijo y las dudas que tiene Laurie al respecto. Es aquí donde empiezan a darse los primeros signos de fantasía y realismo mágico, y mejora respecto a la primera parte que, como ya he mencionado, es tediosa hasta el punto de preguntarte… ¿y la fantasía, por dónde queda?

Sin lugar a dudas, lo mejor de la novela son las siguientes dos partes, protagonizadas por Kate, la hija de ambas protagonistas. Tengo que decir que hasta que no llegamos a este punto de la historia, no descubrimos la verdadera magia de la novela, la verdadera razón por la que Rachel Pollack le arrebató el Premio Mundial de Fantasía a George R. R. Martin y su Juego de Tronos. Tanto en “En la niña que jugaba con la muerte” como en “La mujer de la barca”, vemos el simbolismo, la magia, el folclore, la alusión a los cuentos de toda la vida (como “El Soldado y la Muerte”), el verdadero amor, los sacrificios por mantenerlo, los no vivos y los no muertos, quién es en realidad Madre Noche y los hilos que entreteje la vida. Es aquí donde toma sentido toda la novela y sin duda la parte más elaborada, mejor narrada, más fantástica y lo que hace que Madre Noche pase de un comienzo mediocre y aburrido a ser una historia sorprendente, fabulosa, atípica, llena de sutilezas y simbolismo. Personalmente, yo hubiese eliminado por completo las dos primeras partes de la novela (entorpecen y desvían la atención de la verdadera trama e intención del argumento) y me hubiese centrado en la historia de Kate y Madre Noche, dada la fuerza que tiene por sí mismas y lo innecesario de un prólogo de 219 páginas

Hay un personaje secundario que me gustaría destacar. Ese es Mark, jefe de Laurie. Antes de comenzar Madre Noche, ya había leído todo tipo de críticas, y una de las más sorprendentes era el papel de los hombres en esta: machistas, violadores, borrachos, degenerados… De hecho, salvo un personaje del pasado que no voy a desvelar, no he visto por ningún lado semejantes alusiones. Todo lo contrario. Mark es uno de los mejores personajes de la novela. Es como la sangre que acude a la herida, siempre ahí, sin ni siquiera llamarlo. Gran amigo, excelente jefe, hombro sobre el que apoyarse, amante, padre y solicito esposo… No he encontrado uno de los puntos que más se le criticaban al libro, ese feminismo a ultranza y esa visión sesgada del papel de los hombres. Lo que tenemos aquí es una fábula y una reivindicación mágica al papel y al rol femenino desde que el mundo es mundo con una perspectiva muy espiritual.

Este libro no se lo recomendaría a todo el mundo. Primero, porque la temática homosexual es un tema delicado y encontramos escenas muy explícitas al respecto, y segundo por la cantidad de simbolismos, alegorías y poesía que tiene en su propia estructura narrativa y que no es fácil ni de leer ni de entender. A mí me encanta este tipo de narración, tan simple en estructura y tan compleja en contenido, pero puede dificultar el aprehender el verdadero significado de la historia de Madre Noche y quedarse en la superficie, en las primeras capas de la novela, y no en el entramado y el corazón, en la simbología, en la reivindicación de las fuerzas femeninas como motor y ejes para mover el mundo. Madre Noche empezó siendo una lectura aburrida y ardua, para terminar siendo un verdadero diamante en bruto de infinita belleza y sensibilidad. Una historia de descubrimiento personal, de amor, de muerte, de simbología y mitos ancestrales narrado de forma muy evocadora. Fascinante.


Puntuación: 7,5/10

4 comentarios:

  1. Muchas de las novelas que empiezan regular, al final terminan siendo obras casi maestras. No sé si es un recurso buscado, para apreciar mejor esos segmentos, o simplemente un descuido del autor.

    Las historias de folclore, cuentos y fantasía son de mis preferidas, todas las que han pasado por mis manos me han terminado gustando, salvo excepciones muy puntuales, claro.

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  2. Una gran apreciación de toda la estructura de la novela, estoy de acuerdo contigo :o). La primera parte a mí me pareció bien, sólo que al ser un romance con búsqueda de baby de por medio y todo tan habitual, pues me resultó totalmente ajeno, aún así bien escrito. Luego empezó la buena materia ;o).
    Besotes nocturnos.

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  3. Hasta ahora sólo he leído opiniones positivas y muy positivas... veremos a ver =)

    Besotes

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  4. Estupenda reseña, muchas gracias por tu opinión.

    Me alegra que al final haya resultado una buena lectura.

    Un beso ;)

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