"Fuego Azul", de Ana Alonso y Javier Pelegrín

Título original: Fuego Azul.

Edición: 365 págs. 13,50€. Anaya Infantil y Juvenil, col. “Libros Singulares”, junio 2011.

Traducción: Obra en castellano.

Temática: Histórica, fantástica, aventuras, viajes.

Correlación: Primer libro de la trilogía “Yinn”.

“Mi nombre es Akil y soy un yinn, un espíritu del otro lado del tiempo, una criatura de la eternidad. Soy muy poderoso, soy inmortal… y estoy aquí para serviros, mi señor”. Así arranca la última novela juvenil de Ana Alonso y Javier Pelegrín, autores de libros juveniles tan conocidos como la serie fantástica de “La llave del tiempo” o la trilogía de romance paranormal “Tatuaje”. En Fuego Azul nos situamos en la España del siglo XII. Cristianos, musulmanes y judíos conviven en una península Ibérica convulsa por las guerras internas, las contiendas religiosas y el choque cultural existente entre ellas. En este ambiente tenso y enrarecido, cuatro jóvenes y un yinn (un genio de la lámpara), tendrán que hacer frente a una conspiración que podría acabar con la corona española. Para ello tendrán que aprender a confiar los unos en los otros, a ver con el corazón en lugar de con los ojos, respetar y ser respetados.

Esta historia tiene muchísimas virtudes .Tantas, que no se si seré capaz de enumerarlas todas. Tengo la sensación de que me voy a dejar muchas cosas en el tintero y que no voy a ser capaz de contaros todo lo que me ha transmitido este libro…

En primer lugar, los protagonistas están muy bien definidos y construidos, son coherentes. Me encanta la tenacidad de Sahar, la joven musulmana con la que arranca la historia; la nobleza de Diego, el cristiano leonés que la acompaña; la curiosidad y alegría de Yehudá, el joven judío, y el gran corazón de Olaya, la valiente dama gallega que les ayuda cuando más oscuro es el camino. Y por encima de todo, me fascina la personalidad de Akil, el yinn que les acompaña. El misterio que le rodea, su origen digno de un cuento de Las Mil y Una Noches, el uso que hace de la magia, su lucha interna al quedar su destino unido a estos cuatro humanos, sus primeros amigos en su milenaria existencia…

La ambientación es cuidadísima y te transporta a los hermosos jardines de Isbiliya (Sevilla), a las juderías de Toledo o a las brumosas tierras del norte de Galicia. Está llena de pequeños detalles que enriquecen la narración sin hacerla pesada en absoluto y la hacen colorida. Además, tanto los diálogos como la acción son rápidos, nada forzados y sin paja innecesaria. ¡Vamos, es que no sobra ni una coma y se te pegan las manos al libro de mala forma! Desafío a todos los que se atrevan a empezarlo a tratar de dejarlo para ir a comer… ¡Imposible! Además, tengo que hacer hincapié en la preciosa edición de Anaya. Me encanta la brumosa portada del libro, el tamaño, la calidad del papel, la letra adecuada, los detalles árabes en las páginas, el glosario al final del libro. Tan solo he echado en falta una ilustración con el recorrido de los protagonistas, y es soy una fanática de los mapas en las historias de aventuras.

Un libro chapó recomendado a todo tipo de lectores, de los cero a los doscientos cuarenta y cinco años. ¿Quieres aventuras? ¿Quieres magia? ¿Romance? ¿Historia medieval? ¿Viajes? ¿Misterios? ¿Conjuras? ¿Espías? ¿Protagonistas con carisma? Fuego Azul tiene todo esto y mucho más, es adictivo, y para descubrirlo tan solo tienes que tener el valor de sumergirte entre sus páginas. ¿Podré aguantar hasta la publicación de su segunda parte, Luna Roja, en mayo? Me parece que no…

Puntuación: 9/10