11 de marzo de 2012

"Ghost Rider: Espíritu de Venganza", de Mark Neveldine y Brian Taylor

Título original: Ghost Rider: Spirit of Vengeance.
Dirección: Mark Neveldine, Brian Taylor.
Guión: Scott M. Gimple, Seth Hoffman, David S. Goyer.
Producción: Marvel Knights, Columbia Pictures, Hyde Park Entertainment, Imagenation Abu Dhabi FZ.
Duración: 95 min
.
Estreno en España: 24 de febrero, 2012 (ver tráiler).
Temática: Acción, fantasía, superhéroes.
Correlación: Continuación de Ghost Rider: El Motorista Fantasma.



UNO DE MIS PERSONAJES favoritos de Marvel es El Motorista Fantasma, un superhéroe que no creo que deba recibir como tal ese nombre, aunque existe la tendencia a llamar "superhéroe" a todo lo que tenga que ver con La Casa de las Ideas. Estamos hablando entonces de antihéroe. Más que la propia evolución de las historias, a mi lo que me gusta es el concepto del personaje en sí: chupa de cuero, cadenas, moto de tipo duro y un poder sobrenatural que hace temblar a los villanos. Con esa premisa, la secuela de El Motorista Fantasma no sorprenderá a nadie si establecemos de antemano los conceptos del personaje, porque ese es precisamente el reclamo de Ghost Rider: Espíritu de Venganza, más allá de su manido argumento.

La cinta estrenada en 2007, dirigida por Mark Steven Johnson y protagonizada por Nicolas Cage y Eva Mendes me parece sin dudarlo una de las peores películas que se han hecho al amparo del logotipo Marvel. Cierto, tiene unos efectos especiales totalmente espectaculares, la mera idea de contemplar a Ghost Rider en todo su apogeo, combatiendo contra demonios o cabalgando en su motocicleta en un halo de fuego debería bastarnos, pero cuando una película tiene como punto flojo la pobre caracterización de los actores y un argumento poco explotado y demasiado lineal, da como resultado un fallido intento de película.


Su continuación va por un camino similar, aunque debo decir en su defensa que en esta ocasión me he divertido más con las nuevas aventuras del Motorista que en la vez anterior. Salgo del cine con la idea de que todo lo que me han contado en su argumento se reduce a lo que ya vimos en El Motorista Fantasma, es decir, el Diablo vuelve a las andadas con un anticristo que le conferirá poderes en la Tierra. Ni que decir tiene que Ghost Rider deberá convertirse una vez más en lo que tanto detesta con tal de salvar al mundo. Pero más allá de eso, la mera pirotecnia de la cinta me ha hecho olvidar lo predecible del argumento, porque Ghost Rider: Espíritu de Venganza no es más que una sucesión de escenas acrobáticas espectaculares, explosiones, tiros, y valga la redundancia, el Motorista brilla mejor que nunca. Su puesta en escena es amenazadora, psicótica, demencial, cruel, y lleva consigo un aire de brutalidad que echábamos de menos en la entrega anterior, sin duda lo mejor de la película. Para el caso, Nicolas Cage, aunque no me parece uno de los mejores actores de Hollywood, trata de sobrellevar al personaje con bastante acierto, usando un humor negro y salvaje (por e.j. la meada de fuego), evitando la aparición de su
alter ego. Respecto al actor que interpreta aquí al Diablo, no es otro que Ciarán Hinds, en sustitución de Peter Fonda. Las recientes participaciones del actor incluyen filmes como John Carter, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte II o La Mujer de Negro.


Por esto último conseguimos dejar de lado el argumento que en esta ocasión está poblado por una organización secreta (¡capitaneada por Christopher Lambert!) que aguarda desde tiempos inmemoriales el desbaratamiento de los planes del Diablo, una madre que va en pos de su hijo, y un trasunto de monje guerrero cyberpunk, Moreau (interpretado por Idris Elba, el Heimdall de Thor), que ofrecerá información sobre los planes del villano principal. Espectáculo con efectos especiales y digitales para no pensar demasiado, porque esto es lo que es Ghost Rider: Espíritu de Venganza, un conjunto de escenas de acción excelentemente ejecutadas, cuyos directores, cámara en mano, ruedan las acrobacias como si de especialistas se tratase, algo que notaremos enseguida por esa estética que busca hacer partícipe al espectador con planos dinámicos, persecuciones a pie de vehículo y vuelos por el aire más alla del borde de un acantilado, entre otras cosas.

Si eres de los que disfrutaron con el El Motorista Fantasma (2007), sin duda Ghost Rider: Espítiru de Venganza se convierte en una buena opción de domingo. Pero si por el contrario no soportas la cinta de Mark Steven Johnson (responsable de otra de las perlas de la Marvel como Daredevil), hay que decir que esta segunda entrega ha cambiado de mano, por lo que no estamos ni mucho menos ante el mismo ejercicio, aunque sí ante el mismo tipo de película, es decir, antihéroe sorteando peligros para enfrentarse al enemigo final. Por otro lado, aunque el argumento es manido (hasta para el Motorista) y goza de elementos insertados con calzador y sin explicación alguna, es en el apartado técnico donde Ghost Rider: Espíritu de Venganza resulta notable, con abundantes escenas de acción, tanto en terreno abierto como en autopistas, que dejarán a nuestras neuronas deseando ver la siguiente salvajada que hará el Motorista.

2 comentarios:

  1. A mi es que la primera ya me pareció tan, pero que taaaan mala, que la segunda parte ni para alquilar ... ¡¡Uff!

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  2. Para que voy a mentir, yo me voy a ver este tipo de pelis porque me encanta que me asalten los tímpanos con super-explosiones y para poder ver esa pedazo de moto que lleva este nuevo "morte". Eso sí, en esta segunda peli la moto me la han cambiado y ahora parece más roñosa que la primera, pero bueno, me lo pasé bien aunque el tema del demonio esté demasiado manido. Osea, ¿me estás diciendo que puede crear un engendro de la putrefacción y no puede quitarle el poder al motorista así tal cual? Supongo que en los cómics explicarán esto mucho mejor... xD Por mi parte también le doy un 6. Bueno va un 6,5, que la cocacola de 1 litro ayuda. xD

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