1 de marzo de 2012

The League of Extraordinary Gentlemen, Century: 1969 – Alan Moore y Kevin O'Neill

Título original: The League of Extraordinary Gentlemen Century 1969 TPB.
Guión: Alan Moore.
Dibujo: Kevin O'Neill.
Color: Ben Dimagmaliw.
Edición: 80 págs, color. Planeta DeAgostini, enero 2012.
Precio: 4,95 €.
Traducción: Diego de los Santos.
Temática: Superhéroes, cómic.
Correlación: Segunda entrega de The League of Extraordinary Gentlemen, Century tras Century: 1910.


El heterogéneo grupo de aventureros creado por sir Alan Moore para la primera serie de The League of Extraordinary Gentlemen, ha alcanzado el año 1969 habiendo transcurrido casi un siglo tras las aventuras de aquel primer grupo de índole victoriana. Estamos ahora en la época del New Age, donde el hippismo, las drogas y el sexo libre campan a sus anchas por un Londres que se ha convertido de la noche a la mañana de los protagonistas, en una ciudad vanguardista, prácticamente irreconocible si tenemos en cuenta el contraste con aquel viejo grupo de héroes encabezado por una Mina Harker que continúa siendo la líder indiscutible del grupo, pero que se ve afectada por el constante cambio, a pasos agigantados, de cuanto le rodea. Century: 1969 da un salto en el tiempo tras Century: 1910, siendo, por tanto, aconsejable haber leído dicho número para no perdernos detalle.

El concepto del autor sobre lo que significa la Liga de los Hombres Extraordinarios, en el que diferentes personajes literarios trabajan unidos en una especie de grupo superheroico contra amenazas diversas, parece alcanzar de nuevo aquí una nueva cota. Debido al cambio que la sociedad europea ha ido asimilando tras la época victoriana y los albores de las dos grandes guerras del siglo XX, el grupo se acerca a una época donde la libertad del individuo, su capacidad de elección, la forma en que este encaja en la sociedad, es totalmente contrapuesta a lo que el grupo conoce desde hace décadas. Pero cabe decir que algunos de los integrantes del grupo lo llevan francamente bien. No así Mina Harker, quien parece realmente anclada en una estricta sociedad victoriana. Sinceramente, la "nueva onda" puede no estar hecha para ella.


Las múltiples referencias que el autor introduce en su historia siguen siendo una tónica habitual de la colección. Junto a las alusiones, tanto las ocultas o ficcionadas, como las mostradas abiertamente, de personajes literarios, cantantes, o sencillamente, a la cultura pop de los sesenta, dotan de un excelente trasfondo al cómic, donde el ocultismo y un sentido elevado de la espiritualidad se dan la mano para ofrecernos una trama de villanos y héroes a la antigua usanza, pero en un entorno caótico, en ocasiones psicodélico.

No abandonamos, por otro lado, la sensación de que la nueva Liga, o el nuevo grupo de personajes, dicho más claro, posee un aura de cierta nostalgia de épocas pasadas. Los integrantes se han visto reducidos a tan sólo tres miembros, en contraste con el grupo original que Moore retrató en la primera etapa de la serie, algo que ya pudimos ver también en Century: 1910, donde el nuevo grupo no poseía las mismas cualidades –habilidades especiales, podríamos decir– la misma capacidad de trabajar en equipo, pero que poco a poco se hacían unos a otros hasta dar como resultado –ya en Century 1969– una mejor compenetración entre los personajes. Pero su escaso número nos da algo que pensar: ¿significa esto la lenta disolución del grupo, el ocaso de la Liga? ¿El lento diluir de los mitos literarios?

El dibujo de Kevin O'Neill sigue tan lozano como siempre, con un estilo propio y personal que se adecua perfectamente a la historia que Alan Moore nos quiere contar en un tomo prestigio que apenas llega a las cien páginas, pero donde todo se desarrolla de una manera sencilla, ágil, en ocasiones confusa dada la cantidad de referencias que nos harán pensar en voz alta un: "¿se me estará escapando algo en esta viñeta?".

2 comentarios:

  1. No entiendo muy bien la referencia de que Mina Harker no se haya adaptado a los nuevos tiempos (bueno, viejos si lo vemos con la perspectiva). Quiero decir, mantiene relaciones sexuales con otra mujer, viste la ropa de ese momento, habla de una manera coloquial... Creo que ha sabido adaptarse.

    En cuanto a: "¿se me escapa algo en esta viñeta?". Sí, siempre. A todos nos pasa. Moore es mucho Moore (en inglés esta frase molaría más, lo reconozco). Sus referencias pueden ser intrincadas.

    Sobre la moraleja: sí, el mundo cultural se diluye en un negocio sin más. En parte va sobre eso este "último" viaje de la Liga que parece que cerrará "2009".

    Un saludo y buena reseña (menos mal que hay blogs como el vuestro que da importancia a los tebeos).

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  2. Gracias por tu aporte, Carlos. Realmente, a mi me ha dado la sensación de que Mina no se adapta totalmente a la nueva onda, de hecho, tiene bastantes momentos en que parece desfallecer, aunque es cierto que conforme nos acercamos al final del volumen ese sentimiento va diluyéndose. Hace todo lo que dices, sí, pero me da la sensación de que lo hace porque es lo que se espera de ella. A lo mejor la intención del autor es que tengamos sensaciones distintas, quién sabe.

    Cierto que Moore es mucho Moore. Si no fuera así estos tebeos de la Liga no serían lo mismo. Se convertirían en peleas a puñetazos como fue la película (y eso que me parece una correcta y entretenida cinta de aventuras, pero le falta muchísimo para llegar a ser el cómic).

    Por mi estaría encantado de que las historias del grupo hubieran ido extendiéndose a lo largo de los años victorianos. De esta forma da demasiado sentimiento de "ocaso". Podría hacer precuelas con grupos en la Edad Media o el Renacimiento, por ejemplo...

    Por último, damos importancia a los tebeos porque consideramos que aportan la dosis de ficción que no aporta otros formatos. Tan necesarios como cualquier otro tipo de lectura, así es. ;)

    Un saludo.

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