4 de marzo de 2012

"Los Herejes: De Bogomilo y los cátaros a Wyclif y Hus", de Michael Frassetto


Título original: Heretic Lives: Medieval Heresy from Bogomil and the Cathars to Wyclif and Hus.
Edición: 300 págs. Ariel, mayo 2008.
Precio:
24,90€.
Traducción: -.
Temática: Historia medieval, herejías.
Correlación: Independiente.



DESDE QUE EL CRISTIANISMO se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano, la Iglesia pudo, tras tantos años en la clandestinidad, ejercer de manera lícita sus creencias. Sus fieles seguían unos dogmas y unas doctrinas extraídas de las Sagradas Escrituras que constituían el modelo de una vida recta y piadosa. Los textos enseñaban al cristiano la buena manera de proceder para llegar a la salvación y a la vida eterna. Como cualquier otra religión, la institución oficial que ostentaba el poder religioso -en este caso, la Iglesia- guiaba a sus fieles en el camino de la buena interpretación de la palabra de Dios. Lo hacía mediante la oratoria que impartían los sacerdotes en un recinto sagrado. La fidelidad a las enseñanzas que Dios había transmitido cuando se encontraba entre los hombres eran la base a seguir de la doctrina cristiana. La dificultad residía en el hecho de que estas escrituras podían ser re-interpretadas. La Iglesia oficial había impuesto la doctrina que creía correcta y la gran mayoría de creyentes la seguían fielmente. Una minoría, no obstante, vio en las prácticas litúrgicas hechos que, desde su punto de vista, no se ajustaban a lo que realmente decían los textos sagrados.

Hace falta tener presente que la institución eclesiástica, a medida que iban pasando los años desde su constitución oficial, había ido creando un poder consolidado y jerarquizado, donde cada miembro jugaba un rol propio y destacado. La Iglesia adquirió una influencia tan considerable que incluso sus miembros se disputaban su ascenso. Pronto, la corrupción hizo acto de presencia y la acumulación de riquezas fue un hecho evidente. Está claro que todo esto no lo enseñaban las escrituras. La Iglesia se estaba desviando de su concepción original y hacía falta una reforma drástica y contundente para evitar la depravación en la que había caído la institución. Viendo este panorama, algunos cristianos se apartaron de la oficialidad de la Iglesia y anunciaron unas doctrinas que, si bien también tenían como base los Evangelios, promovían diversas creencias o teorías que no se ajustaban al que hasta entonces había predicado la jerarquía eclesiástica. Estos movimientos que aparecieron a lo largo de la Edad Media, como ponían en peligro la institución oficial de la Iglesia, fueron considerados heréticos. Aunque muchos de sus miembros tan sólo deseaban crear una Iglesia más pura y próxima a Dios, fueron igualmente quemados en la hoguera por herejes, difamadores y adoradores del diablo.


La intención de Michael Frassetto -autor de diversos trabajos sobre las herejías, la religión y la sociedad medieval- es hacer un recorrido por algunos de los movimientos heréticos más importantes de la Edad Media, dejando constancia de la importancia que tuvieron dentro del panorama político y religioso de la Europa de los siglos X al XV. Algunos de estos herejes llegaron a inquietar a la institución eclesiástica, como en el caso de los cátaros o los valdenses, contra los cuales se llevó a cabo una feroz represión. Los Herejes está dividido en once capítulos acompañados de notas, de una cronología y de una extensa bibliografía. Se trata de un libro informativo, pero riguroso, que está al alcance de todos. Cualquiera que tenga interés en conocer las herejías medievales encontrará en este libro una buena oportunidad para adentrarse en ellas. Y los que ya las conocen, les servirá para repasar y profundizar en ciertos aspectos.

El libro empieza con el primer gran hereje medieval, Bogomilo, aparecido en la Bulgaria del siglo X. El bogomilismo marcaría el camino del resurgimiento de la herejía, y sus enseñanzas influenciarían a muchos movimientos heréticos aparecidos poco tiempo después en Europa. El autor trata algunas de las más importantes: la de Esteban y Lisois en Orleans, la de Enrique el Monje en Le Mans, la de los valdenses en Lyon, la de los cátaros en el Languedoc, la de los Apostolici, liderados por fra Dolcino, en Italia, la de las beguinas -movimiento femenino surgido en Lieja-, la del catedrático John Wyclif en Inglaterra y la de Jan Hus en Bohemia -el inspirador de la Iglesia nacional checa-.


Michael Frassetto narra de una manera clara y amena lo que representaron esas herejías y expone el impacto que estos movimientos causaron entre la sociedad medieval y, sobre todo, entre la Iglesia oficial. El temor de ésta de un posible desequilibrio o de una pérdida de influencia y del poder conseguido hizo que se tomaran unas medidas violentas -como la implantación de la Inquisición-, con la finalidad de borrarlas del mapa. El resurgimiento de la herejía en la Bulgaria del siglo X influenció a la Europa contemporánea de tal manera que aparecieron nuevos grupos contrarios a la religión establecida. El autor insiste en la importancia de estos grupos en el desarrollo de la Iglesia y de la sociedad a lo largo de la Edad Media, sobre todo por sus predicaciones de pureza, de vida apostólica y de retorno al primitivismo de la Iglesia. Es evidente que, aunque fueron considerados herejes, influenciaron considerablemente en la reforma eclesiástica iniciada en tiempos de Gregorio VII; en la vida de la sociedad y en el desarrollo de la cultura y de la política medievales. Hubieron herejías más moderadas y otras más violentas o radicales, pero a todas las unía el hecho de que plantearon una alternativa a la doctrina cristiana establecida. Cada una de ellas pertenece a este turbulento período que asentó las bases de la reforma protestante en Inglaterra y Alemania. Cada una de ellas es testimonio de la evolución del cristianismo.

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Puntuación: 9,5/10

3 comentarios:

  1. Muy buena y rigurosa reseña, Beldz. La literatura sobre las herejías medievales engancha. Y, por suerte, es cada vez más abundante, así que hay bastante donde elegir. A mí -como ya sabes- es un tema que me parece apasionante.

    Viendo la alta nota que has dado a este libro -que no conocía- tomo nota de él como posible compra, aunque la verdad que tengo ya un montón de libros sobre el tema (varios aún pendientes de leer), en especial sobre el catarismo y la cruzada albigense. Por mi parte, recomendarte a ti como al resto de lectores los tratados escritos por René Nelli, verdadero especialista en la materia.

    Como ya te comenté, lo mejor es complementar estas lecturas con una escapada al Languedoc y disfrutar de los fascinantes enclaves del país cátaro. Una maravilla. :)

    Saludos.

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  2. Pues me llama bastante la atención, es un tema que me gusta =)

    Besotes

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  3. Jolan: ¡Gracias! Y tanto que es un tema que engancha. Me lo pasé muy bien leyendo este libro; me dejó con muchas ganas de más. Lo bueno es que es muy ameno de leer. No se hace pesado (igual lo parece a simple vista) y es riguroso en cuanto a la información que proporciona.

    Sé que te encanta el tema de los cátaros, jeje. De este movimiento creo que le dedica dos capítulos. Es normal que a la herejía más importante le dedique más páginas. Yo también tengo muchas cosas pendientes de leer sobre este tema... ¡tomo nota de la recomendación, Jolan! Y no digas lo de las escapadas al Languedoc-Rousillon, que se me ponen los dientes más largos... aún no veo el día de poder ir otra vez por allí. Espero que surja alguna escapada pronto (al menos hasta Narbona o Béziers, que está más cerca).

    Shorby: pues el libro hace un buen resumen sobre las distintas herejías medievales que he nombrado en la reseña. Y, como he dicho, es ameno y entretenido. Igual soy yo, que como me gusta tanto el tema... ¡Saludos! :)

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