21 de abril de 2012

"Conan, la Leyenda: El Coloso Negro", de Timothy Truman y Tomás Giorello

Título original: Conan The Cimmerian #8-13 USA.
Guión: Timothy Truman.
Dibujo: Tomás Giorello.
Color: José Villarrubia.
Edición: 168 págs, color. Planeta DeAgostini, abril 2012.
Precio: 18,95 €.
Traducción: Francisco Calderón, V.M. García de Isusi.
Temática: Fantasía heroica, aventuras.
Correlación: Independiente. Octavo volumen de "Conan, la Leyenda".



El mayor exponente de la fantasía heroica es, y siempre será, Conan el Cimmerio. Aquel norteño nacido en el seno de una batalla, allá en las frías tierras de Aquilonia, es uno de los adalides del pulp original de género fantástico, cuando los musculosos bárbaros que rescataban princesas cautivas a manos de antiguos hechiceros, o se enfrentaban a otros males igual de dañinos, eran una idea novedosa y atrevida por aquellos años, hasta que con el tiempo se ha ido convirtiendo en un tópico, muchas veces a imitar, pero otras ha dado como resultado un atractivo y antológico envoltorio de espada y brujería, que por el simple hecho de extender y adaptar esa idea original hemos leído a lo largo de los años auténticas obras maestras del género, o por lo menos unas que han quedado en el imaginario del aficionado. Igualmente, siempre quedará Robert E. Howard como único impulsor de un subgénero literario del que aún hoy se sigue haciendo uso.

El volumen que hoy nos ocupa pertenece a la colección original publicada por Dark Horse (actualmente cancelada), "Conan el Cimmerio" (Conan, la Leyenda en los tomos en tapa dura de Planeta DeAgostini), donde Timothy Truman a los guiones y Tomás Giorello a los lápices, retratan en viñetas los diversos relatos originales del escritor tejano, mientras aportan ideas de cosecha propia con tal de rellenar huecos en la cronología allá donde Howard obvió en pos de dotar al conjunto de sus historias de un sentido más romántico, más dinámico. Como se ha dicho muchas veces, el hecho de que los relatos intercalen diversos periodos de tiempo en la vida del cimmerio, hace que todo parezca contado por un bardo en una de esas tabernas que tanto gusta de frecuentar al bárbaro. En uno de los momentos que pueblan la narración atisbamos a un Conan (gracias a Amalric, el León) que ya se le pasa por la cabeza la idea de convertirse en rey.


Es El Coloso Negro la octava entrega de la serie, aunque se puede leer de forma independiente. El relato original, Black Colossus, fue publicado en la revista Weird Tales de junio de 1933, y donde actualmente podemos encontrarlo publicado en castellano en una de las antologías de Timun Mas, concretamente en Conan el Cimmerio 1 (edición de bolsillo) o en Conan de Cimmeria Volumen I (en tapa dura con estuche).

"Has de saber, oh, príncipe, que entre los años en los que los océanos anegaron la Atlántida y sus resplandecientes ciudades y aquellos en los que se produjo la ascensión de los hijos Aryas, hubo una época insospechada en la que por el mundo se extendían reinos maravillosos como mantos azulados bajo las estrellas."

"Nemedia; Ophir; Brythunia; Hyperborea; Zamora, con sus mujeres morenas y torres misteriosas llenas de arañas. Zingara, con sus caballeros; Koth, que lindaba con las tierras postoriles de Shem; Stygia, con sus tumbas custodiadas por sombras; Hyrkania, cuyos jinetes llevaban acero y seda, y también oro."


Si nos gustan las aventuras de Conan en formato cómic, El Coloso Negro es una buena lectura donde podemos encontrar muchos de los elementos que lo caracterizan, desde la atractiva señorita ligera de ropa que pide auxilio para una tarea en concreto, hasta el brujo de turno que quiere esclavizar mediante un ejército a todos los pueblos que encuentre a su paso. Timothy Truman hace un excelente trabajo a la hora de convertir en cómic el relato original (todo un clásico, por otra parte), con una narrativa donde abunda la batalla (de hecho, todo el volumen es una gran campaña militar), y las páginas se suceden con una fluidez notable. El dibujo de Giorello no se queda atrás (con el color de José Villarrubia), no por nada es uno de los mejores dibujantes de Dark Horse, con un colorido y unas formas que hacen justicia a la historia original donde fue publicada la primera adaptación del relato en "La Espada Salvaje de Conan", con Roy Thomas, John Buscema y Alfredo Alcalá a la cabeza (podemos encontrar dicha historia en "La Saga de Conan Nº 10: La Montaña del Dios Luna"). Es por eso que el aspecto de Conan para la ocasión guarde tantos parecidos con el de Buscema. Gracias a adaptaciones como esta, el mito del bárbaro salvaje sigue vivo.

Puntuación: 8/10

2 comentarios:

  1. El viejo Conan, a estas alturas, me parece un tipo invulnerable. Cimmerio, leí ese nombre en un libro de historia, aunque no recuerdo a qué región o tribu se referían.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Altamente invulnerable, Igor. Precisamente esa cualidad es la que me parece más atractiva del personaje.

    Según la wikipedia:

    "[...]viene de los cimerios, un pueblo de las estepas de origen indoeuropeo que atacó a los reinos del creciente fértil en torno al siglo VIII AC".

    Imagino que habrás leídos sobre ellos en algún libro de historia o referencia, como dices.

    Un saludo.

    ResponderEliminar