29 de mayo de 2012

"Luna Roja", de Ana Alonso y Javier Pelegrín

Título original: Luna Roja.
Edición: 352 págs. Anaya Infantil y Juvenil, col. “Libros Singulares”, mayo 2012.
Precio: 13,50 €.
Traducción: Obra en castellano.
Temática: Histórica, fantástica, aventuras, viajes.
Correlación: Segundo libro de la trilogía “Yinn”.



No podéis imaginar las ganas que tenía de leer la continuación de Fuego Azul, del tándem Ana Alonso y Javier Pelegrín. Esa mezcla de novela histórica, fantasía, aventuras, viajes y las dosis justas de romance, me dejó encandilada y con las manos literalmente pegadas a las tapas del libro la primera vez que lo leí. Mis expectativas con Luna Roja eran muy altas y la impaciencia me corroía, así que devoré el libro -literalmente- en la primera tarde libre que encontré. Tengo que decir que no me ha defraudado en absoluto y que me he sentido más transportada que nunca a la España del siglo XII.

¿Qué es lo que encontraremos en esta segunda entrega de la trilogía "Yinn"? Tras la toma de Zaragoza por Alfonso I de Aragón, el sabio Avempace se refugia en Sevilla, donde reside su colega, el médico Tareq. Sin embargo, muchos son los que quieren perturbar el retiro del anciano y uno de ellos es Nasser, antiguo prometido de Sahar. Nasser quiere usar las tablas astronómicas del sabio para demostrarse a sí mismo y a Sahar que puede ser tan valiente y decidido como Diego Tovar, el noble muchacho leonés que abandonó los reinos cristianos en pos de la muchacha. Sin embargo, Nasser no es el único interesado en las tablas. Una misteriosa y poderosa mujer llamada Lilith, también va tras ellas al igual que el rey Alfonso y los almorávides, ya que las tablas son una pieza clave en las futuras batallas que están por librar por la hegemonía de la Península Ibérica y que están recogidas en la profecía de la Luna Roja.

En este segundo libro se ahonda más en las relaciones entre todos los protagonistas, dejando un poco de lado la historia del joven judío cabalista Yehudá para centrarse en la lucha interna de Akil -el yinn que poco a poco se va haciendo más humano gracias a su corazón- y en el triángulo amoroso que se establece entre Sahar, Nasser y Diego Tovar. Además, el peso de la narración recae sobre el yinn y veremos las tradiciones, la religión, las costumbres ancestrales, la incertidumbre ante el futuro, la incomprensión entre las distintas culturas que cohabitaban la España de la Reconquista, a través de sus ojos. Además, conoceremos nuevas fuerzas elementales traídas de la Arabia de Las Mil y Una Noches, letales, peligrosas y dispuestas a lo que sea necesario para hacerse con su objetivo.

La Ciudad Blanca de Saraqusta (Aljafería de Zaragoza).


La ambientación de la novela sigue siendo tan cuidada como en el primer libro y nos dejaremos seducir por la Ciudad Blanca de Saraqusta (Zaragoza), la exótica Isbiliya (Sevilla) o la ciudad marítima de Daniya (Denia). En ese aspecto, sigo echando en falta un mapa que muestre la ruta que siguen los protagonistas y que dé más luz a la geopolítica de la España de la Reconquista. ¡Es que me encantan los mapas! También tengo que hacer hincapié, de nuevo, en la preciosa edición de Anaya. Me encanta la calidad del papel, el tamaño adecuado de la letra, los detalles en las páginas y la oscura portada, fiel reflejo de la atmósfera enrarecida que se vivía en la España de la Reconquista, agitada por los vientos de la guerra. Luna Roja es la fantástica continuación de Fuego Azul, y al igual que hice con el anterior, lo recomiendo encarecidamente a todo tipo de lectores. No hay que dejarse engañar por que la colección de Anaya esté dirigida a un publico juvenil. Un buen libro es siempre un buen libro, no importa a quién vaya dirigido y este, sin lugar a dudas, lo es.

Puntuación: 8'5/10

1 comentario:

  1. Pues tanto la primera parte como esta sigue teniendo buena pinta. Siempre digo que aparte del entretenimiento que puede suscitar una novela juvenil, en ocasiones también hay que enseñar diversas partes de la historia necesarias para comprender la actualidad. Esas mezclas de toque fantástico con novela histórica seguro suelen sentar bien.

    La España musulmana de entonces creo que jamás será lo suficientemente explotada. Siempre parece haber algo que contar. Por lo menos es una de mis épocas favoritas.

    ResponderEliminar