9 de mayo de 2012

Star Wars, Invasión vol. 2: "Rescates", de Tom Taylor y Colin Wilson

Título original: Star Wars: Invasion - Rescues USA.
Guión: Tom Taylor.
Dibujo: Colin Wilson.
Color: Wes Dzioba.
Edición: 144 págs, color. Planeta DeAgostini, abril 2012.
Precio: 14,95 €.
Traducción: Bíttor García.
Temática: Ciencia-ficción, space opera, cómic.
Correlación: Segunda entrega de "Invasión", colección paralela a la serie de novelas "La Nueva Orden Jedi".



Tras haber visto como el planeta Artorias era atacado por los detestables Yuuzhan Vong, los miembros de la familia Galfridian se encuentran disgregados por diferentes puntos de la galaxia. Con algunos secretos a sus espaldas, hacen todo lo posible por recuperar Artorias de las garras de los Vong, y lo que es más importante, tratan de aprovechar los escasos momentos unidad familiar que parecen ir disminuyendo conforme transcurren las horas.

Con el mismo equipo creativo a la cabeza, formado por Tom Taylor al guión y Colin Wilson a los lápices, sin olvidar el color de Wes Dzioba, arranca la segunda entrega de "Star Wars, Invasión", un arco argumental paralelo a la serie de novelas "La Nueva Orden Jedi" que se ambienta en una Nueva República que se cimentó sobre los restos del Imperio tras la muerte del Emperador Palpatine. No es indispensable haber seguido aquellas, aunque ayudará en algo a conocer mejor algunos personajes y los movimientos políticos de la galaxia más de veinte años tras los acontecimientos de El Retorno del Jedi. Por así decirlo, no es una serie que vaya a disfrutar plenamente alguien recién llegado a los cómics de "Star Wars".

Lejos de querer contar el argumento o las diversas sorpresas que este encierra, mi opinión sobre Rescates es que se trata de una entrega notable, superior en algunos aspectos a su predecesora (Refugiados). Con algún que otro momento excelente, está claro que hasta ahora la voz cantante de la serie recae en los roles femeninos. Tanto Nina como Kaye Galfridian llevan un importante peso en la trama (más que Finn, el hijo de la familia), no por nada la liberación del planeta muerto de Dibrook (gracias a los Yuuzhan Vong) en el que ahora mismo se encuentran recae directamente sobre sus hombros. Por otro lado, la intervención de Jaina Solo, otra de las féminas que completan el círculo, es palpablemente superior a la de su hermano Jacen (será por el hecho de que congenia con uno de los protagonistas), aunque los autores han sabido darle un equilibrio a este dúo de gemelos Jedi, de vital importancia en el desarrollo de las novelas que componen "La Nueva Orden Jedi".

En el amor y en la guerra todo vale, pero los métodos bélicos de
los Yuuzhan Vong, fanáticos del dolor, son ciertamente brutales.


Con un guión eminentemente cinematográfico, Taylor dosifica la información sobre la misteriosa cultura Vong, incluyendo de forma progresiva más datos sobre su tecnología, sus ideas o sus procedimientos. Información que Colin Wilson, a los lápices, plasma a la perfección en imágenes. Se nota una mejoría en el arte de "Invasión" respecto a los números precedentes, una mejora sobre todo en el aspecto de las naves espaciales, aunque los planos lejanos con muchos personajes están poco definidos. No ocurre así esta vez con los rostros en primer plano de los mismos. El color de Wes Dzioba es otro aspecto fundamental a destacar, pues el colorista hace un trabajo excelente a la hora de conseguir una atmósfera ideal en cada una de las situaciones, como por ejemplo el momento de la batalla bajo la lluvia o el aspecto que lucen los personajes con todos sus accesorios, incluyendo gafas, ropa, armas, etc. Por contra, los interiores de los complejos o naves Vong resultan extremadamente sencillos en ocasiones. No hubiera estado de menos que el dibujante hubiera pulido más estos aspectos.

Respecto a la traducción por parte de Planeta, una vez más nos volvemos a encontrar con detalles que deslucen el acabado. No influirá en la lectura de todos aquellos que resten importancia a estos detalles, pero los más familiarizados con la saga impresa lo notarán, como han hecho en otras ocasiones. Gentilicios erróneamente empleados, bailes de términos (unas veces correctos, otras no), e incluso el cambio de nombre de algún personaje menor como el droide explorador de Finn, que en la primera entrega se llamó precisamente Explorador, mientras que en esta segunda parte ha pasado a llamarse Prowl. Detalles que podrían haberse cuidado, pero que afortunadamente no influyen demasiado en la lectura del cómic.

En resumen, una buena entrega para una colección que abunda en algunos detalles sobre los Galfridian, y que sin duda dará mucho juego (o eso esperamos) en un futuro. Interesante complemento a las novelas y otros arcos argumentales en cómic, aunque no tanto para los que no han seguido hasta ahora algunas de las publicaciones de "Star Wars" más relevantes de los últimos años. En cuanto a calidad artística se refiere, se ha recuperado parte del bajón que ha dado Dark Horse a algunas de sus sagas en los últimos años. Esperemos que a partir de ahora sea lo habitual.

Puntuación: 7,2/10

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