Edición: 590 págs. Bóveda, mayo 2012.
Precio: 18 €.
Traducción: Alejandro Pareja Rodríguez.
Temática: Grecia clásica, novela histórica.
Correlación: Segundo volumen de la serie Long War tras Sangre Guerrera.
Maratón de Christian Cameron continua la línea argumentativa de su predecesora, Sangre Guerrera (podéis leer la reseña aquí), retomando la fascinante vida de Arímnestos de Platea, justo donde la terminó en la primera novela de la serie. Recordemos que tras la derrota de Platea a manos de Esparta, el muchacho Arímnestos es vendido como esclavo y tras una azarosa vida regresa a Platea como un hombre libre, un Matador de Hombres, con gloria y fama a sus espaldas. A sus 25 años, Arímnestos es un hombre cansado de sangre y batallas, y tras recuperar lo que por derecho le pertenece y reencontrarse con su madre y hermana Penélope, regresa al oficio de fundidor de bronce, como su fallecido y admirado padre. Sin embargo, los vientos de la guerra soplan por todo el Peloponeso y Ares no va a dejar que su mejor Matador de Hombres ande de agricultor cuando el destino de toda La Hélade pende amenazada por el gran Dario I, emperador de los Persas.
La novela está dividida en dos grandes partes. En la primera, Leda, se nos cuenta con todo detalle la vida política, cultural y social de la Nueva York del mundo clásico, Atenas. La gran aceituna del Mediterráneo, faro cultural y político de La Hélade, es una ciudad axfisiada por su propia burocracia, las rencillas entre las familias aristocráticas que pretenden dirigirla y el oro persa que corre a raudales por entre sus corruptas calles. Aquí nos reencontraremos con viejos conocidos, Aristágoras "el Justo" y Milcíades "el Joven", personajes de gran relevancia en los hechos que están por venir y grandes compañeros de Arímnestos. Este es un punto de inflexión en la novela: nos pone en antecedentes para que seamos capaces de entender la magnitud de la Batalla de Maratón, el origen de las Revueltas Jónicas, la perdición de Mileto y el desastre naval griego en la Batalla de Leda.
La segunda parte, Maratón, cuenta con gran realismo y detalle, de forma apasionante, la batalla que enfrentó a las ambiciones expansionistas de Darío I contra la libertad individual de las polis griegas. Además, lo más interesante de la batalla, aparte de su fantástica recreación táctica, es como el autor maneja el conflicto. Ni los persas son unos malvados demonios que lo devoran todo a su paso ni los griegos unos dechados de virtudes que merecieron ganar. De hecho, se muestra a los persas como una nación noble, culta y de gran valor personal, mientras que algunas tribus griegas ya estaban devoradas por la corrupción, el dinero y la ambición. De hecho, en algún momento el propio lector termina por pasarse al bando persa para preguntarse "¿Qué hubiera pasado si...?"
Como no solo de guerra vive el hombre, en Maratón también hay sitio para el romance en la persona de Euforia, una joven de noble cuna de la que quedará prendado Arímnestos, a la que adorará y venerará, aunque su corazón pertenezca a la ambiciosa, decidida, valiente y manipuladora Briseida, personaje que ya conocimos en la primera parte y que espero siga formando parte de la novela. Personalmente, me ha encantado la recreación del mundo femenino en las polis griegas, no siempre justo, no siempre valorado, pero de gran importancia en el desarrollo de la novela y la Historia.
Maratón es una novela fantástica desde la primera coma. No vamos a encontrarnos un ladrillo que pretende recrear milimétricamente la precisión de un libro divulgativo, sino que posee una narración amena y a dos voces (el joven y el anciano Arímnestos), recreando los hechos acaecidos en en el siglo V a.C, de forma bastante personal y objetiva. La edición de Bóveda, además, contiene un amplio glosario, epílogos históricos y mapas que ayudan muchísimo a entender la magnitud de lo narrado, y para los fanáticos como yo de estos detallitos, es todo un plus.
En definitiva, Maratón es una gran novela que sigue el arco argumental abierto en Sangre Guerrera, llena de grandes y emotivos momentos, muy bien escrita, muy bien narrada y muy objetiva, a la par que personal. Se nota la pasión de Cameron por el tema, su dedicación, su mimo y su amor por el libro. Salta en cada línea, en cada párrafo y toca el corazón del lector. Christian Cameron fue mi descubrimiento literario del 2011 y con cada nueva novela suya que leo, más afianzada está su posición en mi top ten particular de escritores de novela histórica. ¡Ardo en deseos de continuar mi andadura por toda la serie Long War!
Puntuación: 9/10
Creo que este tipo de novelas que, dentro de la ficción, recrean fielmente un periodo son una de las mejores y más divertidas formas de aprender Historia. Pensaba que Cameron se iba más por las ramas en sus libros, pero por lo que cuentas veo que sabe adaptarse y ceñirse a los acontecimientos históricos con mucha precisión, sin caer en un plomo, sino sabiendo contar un relato que engancha. En definitiva, Historia e historia, con mayúsculas y minúsculas... buena combinación si sabe hacerse bien.
ResponderEliminarHas despertado mi interés en este autor. Además, me declaro un apasionado de la historia clásica, así que lo tendré en cuenta. Aunque ahora mismo tengo otros títulos del periodo pendientes de leer, los de Philip Matyszak.
Muy buena reseña!
Pues me los voy a apuntar, no había oído hablar de ellos, pero creo que pueden gustarme =)
ResponderEliminarBesotes
La verdad es que solo por la portada ya resulta llamativo el libro. Creo que los de Bóveda han escogido bien el diseño tanto de la primera parte como de esta porque en ambos casos resulta llamativa la cubierta, lo que es un punto a favor.
ResponderEliminarTampoco yo he leído todavía nada de Cameron, pero en algún momento habrá que hacerlo. A mi lo que no me gusta de algunos autores de novela histórica es que parece que cuentan demasiada ficción, caen en hechos tan insustanciales que la propia historia queda relegada a un segundo plano, como mero trasfondo, pero no parece dar esa sensación el tal Cameron.
Habrá que probar también la serie "Tirano".
Ufff... reconozco que yo debo haberme cogido un trauma de los gordos debido a los pestiñazos que me hicieron leerme durante los tres primeros años de facultad con los griegos, los romanos y si apuramos los espartanos también salvo si contamos a 300 entre mis fobias.
ResponderEliminarNormalmente me basta ver algo sobre este tipo de temas para que mi atención rápidamente pase a cualquier otra cosa (normalmente libros de cocina o de viajes... *.* ) pero en este caso no me ha pasado tal cosa. A lo mejor es una señal para que me lo lea, o quizás ha influido la reseña. Quién sabe. ^^
Tendré que darle una oportunidad a ver si me quito esta fobia tonta. xD