Edición: 336 págs. Panini, agosto 2011.
Disponible en ebook: No.
Precio: 17,95 €.
Traducción: Raúl Sastre.
Temática: Fantasía épica.
Correlación: Segunda parte de la trilogía de novelas basada en "Cataclismo", expansión para el videojuego "World of Warcraft".
Azeroth se estremece bajo la ira de Alamuerte. En todos los rincones del mundo, los druidas y los chamanes no saben qué les está ocurriendo a los elementos. Neuróticos, rabiosos, indecisos, y en algunos casos simplemente malignos, se han vuelto contra aquellos que siempre les amaron y respetaron. Algo les ha azuzado a comportarse de esta manera. Es Alamuerte, antiguamente conocido como Neltharion, elegido por los antiguos titanes como representante de la tierra de todo Azeroth, uno de los Aspectos más poderosos. Éstos, representados por dragones de distintos colores, son los guardianes de Azeroth, algo parecido a dioses de escamas, carne y hueso.
En Thrall, El Crepúsculo de los Aspectos podremos comprobar cómo nuestro orco más internacional abandona su lugar como líder de la Horda para unirse al Círculo de la Tierra en La Vorágine, lugar que ya cité anteriormente en la reseña de Devastación: Preludio al Cataclismo, donde un grupo hermanado por todas las razas de Azeroth intentan curar al mundo. Sin embargo, Thrall no podrá ayudar como realmente quiere al Círculo, llegando incluso a ponerlo en peligro. Por esta causa se ve sorprendido por la petición de ayuda del Aspecto del Vuelo Verde Ysera, ahora llamada La Despierta. Tras dirigirse a una aldea de Feralas para ayudar a sus moradores ante un terrible incendio, nuestro orco se percata de que la petición de ayuda de la bella Ysera puede que se convierta en la gran aventura de su vida. Conocerá a los demás vuelos del dragón, en los cuales donde debería de haber unión entre ellos y los Aspectos, únicamente queda resentimiento y desconfianza.
Esta novela nos transporta en un viaje bastante interesante por todos y cada uno de los vuelos, explicándonos el porqué de sus actuales problemas y cómo puede ayudarles Thrall a dirimirlos. Podremos ver cómo el Vuelo de dragones azul, los cuales son los representantes de la magia arcana en Azeroth, tienen que verse obligados a estudiar antiguas tradiciones para poder elegir un sucesor que ocupe el puesto de cabecilla de su vuelo. El anterior Aspecto azul llamado Malygos muere a manos de Alextrasza, la Reina de los Dragones y reina del Vuelo Rojo, representante de la vida, en unión de los distintos aventureros reunidos en el juego de "World of Warcraft" (no se trata de ningún spoiler, lo podemos ver de primera mano en la expansión para el juego conocida como Wrath of the Lich King). Es por esta razón por la que la sucesión es discutida por Arygos, hijo del fallecido Malygos -violento y desafiante-, y Kalecgos, moderado y comprensivo. También podremos recorrer junto a Thrall los caminos de las arenas del tiempo en búsqueda de Nozdormu, haciendo un viaje bastante intenso por el pasado del orco y también veremos el lado más amargo del Aspecto de la vida.
Debo decir que si lo que buscáis leyendo esta novela es enteraros de cómo los Aspectos se alían con Thrall para intentar vencer a Alamuerte, tal y como podéis vivir en persona en el videojuego, poco vais a poder ver entre estas páginas. Nuestro malvado protagonista no hará presencia en ningún momento, salvo a través de un orbe de visión con el que hablará con el llamado Padre Crepuscular (quienes hayáis jugado sabréis quien es, quien no lo haya hecho prefiero que lo descubra por sí mismo). Únicamente podremos acercarnos en cierta forma a las creaciones que ya intentó llevar a cabo Nefarian hace unos cuantos años, utilizando sangre y huevos de distintos Aspectos de dragón. Como resultado de esto, veremos como un ser salido de las pesadillas más dantescas llamado Chromathus, amenazará con destruir tanto a los Aspectos como a su progenie, evitando que puedan perdurar en el tiempo.
Para mi gusto, considero que la historia de Thrall: El Crepúsculo de los Aspectos podría haber sido mucho más concreta y reveladora sin haber mostrado nada de lo que los aventureros pueden vivir dentro del videojuego, así parece ser la política de Blizzard Entertainment. No obstante, hay elementos muy mezclados en la historia, un pastiche que considero puede llevar a error al que no esté muy versado de lo que ocurre con Alamuerte, el Círculo de la Tierra o el mismo Azeroth. En mi opinión, podría haber sido una historia muy rica plagada de referencias que nos indicaran porqué los Aspectos pueden llegar a perder su poder por el bien de la humanidad. Después de haber leído Devastación: Preludio al Cataclismo, libro con el cual me quedé encantada, este otro me ha decepcionado bastante. Digo más, en el mismo juego, quienes hayan conseguido el logro de “Erudito” y hayan leído la gran mayoría de los libros sobre la historia de Azeroth, habrán obtenido más datos y mejor explicados de lo que podemos encontrarnos en este último trabajo de Christie Golden. Espero que su siguiente libro, Jaina Proudmore: Tides of War, esté mucho mejor descrito y explicado para no desperdiciar un entorno y trasfondo tan rico y completo como el de World of Warcraft.
En Thrall, El Crepúsculo de los Aspectos podremos comprobar cómo nuestro orco más internacional abandona su lugar como líder de la Horda para unirse al Círculo de la Tierra en La Vorágine, lugar que ya cité anteriormente en la reseña de Devastación: Preludio al Cataclismo, donde un grupo hermanado por todas las razas de Azeroth intentan curar al mundo. Sin embargo, Thrall no podrá ayudar como realmente quiere al Círculo, llegando incluso a ponerlo en peligro. Por esta causa se ve sorprendido por la petición de ayuda del Aspecto del Vuelo Verde Ysera, ahora llamada La Despierta. Tras dirigirse a una aldea de Feralas para ayudar a sus moradores ante un terrible incendio, nuestro orco se percata de que la petición de ayuda de la bella Ysera puede que se convierta en la gran aventura de su vida. Conocerá a los demás vuelos del dragón, en los cuales donde debería de haber unión entre ellos y los Aspectos, únicamente queda resentimiento y desconfianza.
Alexstrasza, Reina de los Dragones y reina del Vuelo Rojo.
Esta novela nos transporta en un viaje bastante interesante por todos y cada uno de los vuelos, explicándonos el porqué de sus actuales problemas y cómo puede ayudarles Thrall a dirimirlos. Podremos ver cómo el Vuelo de dragones azul, los cuales son los representantes de la magia arcana en Azeroth, tienen que verse obligados a estudiar antiguas tradiciones para poder elegir un sucesor que ocupe el puesto de cabecilla de su vuelo. El anterior Aspecto azul llamado Malygos muere a manos de Alextrasza, la Reina de los Dragones y reina del Vuelo Rojo, representante de la vida, en unión de los distintos aventureros reunidos en el juego de "World of Warcraft" (no se trata de ningún spoiler, lo podemos ver de primera mano en la expansión para el juego conocida como Wrath of the Lich King). Es por esta razón por la que la sucesión es discutida por Arygos, hijo del fallecido Malygos -violento y desafiante-, y Kalecgos, moderado y comprensivo. También podremos recorrer junto a Thrall los caminos de las arenas del tiempo en búsqueda de Nozdormu, haciendo un viaje bastante intenso por el pasado del orco y también veremos el lado más amargo del Aspecto de la vida.
Templo de Reposo del Dragón, lugar de reunión de todos los Vuelos.
Debo decir que si lo que buscáis leyendo esta novela es enteraros de cómo los Aspectos se alían con Thrall para intentar vencer a Alamuerte, tal y como podéis vivir en persona en el videojuego, poco vais a poder ver entre estas páginas. Nuestro malvado protagonista no hará presencia en ningún momento, salvo a través de un orbe de visión con el que hablará con el llamado Padre Crepuscular (quienes hayáis jugado sabréis quien es, quien no lo haya hecho prefiero que lo descubra por sí mismo). Únicamente podremos acercarnos en cierta forma a las creaciones que ya intentó llevar a cabo Nefarian hace unos cuantos años, utilizando sangre y huevos de distintos Aspectos de dragón. Como resultado de esto, veremos como un ser salido de las pesadillas más dantescas llamado Chromathus, amenazará con destruir tanto a los Aspectos como a su progenie, evitando que puedan perdurar en el tiempo.
Para mi gusto, considero que la historia de Thrall: El Crepúsculo de los Aspectos podría haber sido mucho más concreta y reveladora sin haber mostrado nada de lo que los aventureros pueden vivir dentro del videojuego, así parece ser la política de Blizzard Entertainment. No obstante, hay elementos muy mezclados en la historia, un pastiche que considero puede llevar a error al que no esté muy versado de lo que ocurre con Alamuerte, el Círculo de la Tierra o el mismo Azeroth. En mi opinión, podría haber sido una historia muy rica plagada de referencias que nos indicaran porqué los Aspectos pueden llegar a perder su poder por el bien de la humanidad. Después de haber leído Devastación: Preludio al Cataclismo, libro con el cual me quedé encantada, este otro me ha decepcionado bastante. Digo más, en el mismo juego, quienes hayan conseguido el logro de “Erudito” y hayan leído la gran mayoría de los libros sobre la historia de Azeroth, habrán obtenido más datos y mejor explicados de lo que podemos encontrarnos en este último trabajo de Christie Golden. Espero que su siguiente libro, Jaina Proudmore: Tides of War, esté mucho mejor descrito y explicado para no desperdiciar un entorno y trasfondo tan rico y completo como el de World of Warcraft.
Imagino entonces que además de las novelas, juegas también a WoW. A mí es un juego que se me resiste; nunca me ha seducido lo bastante, al menos en esta etapa de unos años para acá (los tres primeros sí los jugué y me encantaron).
ResponderEliminarPor lo que veo, las novelas son algo irregulares, con títulos buenos y otros más mediocres... no?
Como bien dices Jolan, sí que soy una habitual jugadora de WoW, mis casi 10 personajes lo demuestran xDD. El tema es que de un tiempo a esta parte, en concreto desde que se instauró la expansión de Zandalari y Cataclismo... la cosa en el juego ha ido decayendo. En este caso, esperaba que las novelas pudieran suplir eso que en el juego he visto como un problema de peso. Se reutilizan muchos de los antiguos escenarios que fueron míticos en su día (como el combate contra el antiguo jefe del vuelo azul Malygos o el refugio de los dragones de bronce en el Cementerio de Dragones, a la hora de enfrentarte a Nozdormu).
ResponderEliminarEs por esto por lo que según veo, Blizzard ha intentado dar un trasfondo a una expansión que ha recibido muchísimas quejas precisamente por su carencia a tal respecto. Con Devastación se hizo muy buen trabajo, pero creo que el contenido ya de por sí soso en el juego del último parche del Crepúsculo de los Aspectos, ha terminado imponiéndose sobre la imaginación de la autora.
A veces tengo la sensación de que cuando leo novelas de Warcraft estoy tirando unos dados imaginarios a ver qué resultado sale en ellos. xD Unas veces sale bien la cosa, otras veces sale normal y en otras ocasiones una piensa: "Yo podría haberlo escrito muuucho mejor". Son libros muy sencillos para gente que está empezando a adentrarse en el mundillo de la literatura y quizás orientados a los que juegan a WoW pero no se animan a coger algo físico entre sus manos que no tenga soniditos ni bipidos.
A alguien más experimentado a lo mejor se le quedan algo cortos. De todos modos aún me queda el de Tempestira, a ver si aquí los dados me salen bien. ;)
Yo esta nueva hornada de novelas no la he probado, me quedé en las antiguas que llevaban simplemente el logo "Warcraft" en la portada, pero la sensación es la misma: depende de cual cojas te gustará más o menos. Es una cuestión de suerte.
ResponderEliminarPero probaré con las de Cataclismo a ver que tal están, también con Tempestira. Esa sí que llevo tiempo queriendo leerla, más que nada porque mi personaje en World of Warcraft (dejé de jugar hace tiempo) era un elfo de la noche, como Malfurión. XDD
10 personajes!! ahí es nada! :O
ResponderEliminarSí que ha debido ir decayendo el juego. Creo que hace un par de años estaba en su momento álgido, pero mi hermano y mi cuñado, que estaban enganchadísimos, ya lo tienen bastante abandonado (ahora en favor del Diablo III, que pronto tendré yo también). :D
Yo creo que lo de las novelas basadas en juegos, del tipo que sea, va siempre en esa misma línea. También ocurre con Warhammer. Hay títulos que merecen la pena y otros... pues en fin, más bien mediocres. Y mira que el mundo de Warcraft es bien rico. Ya digo, yo juego incluso al primitivo primer título de esta saga (allá cuando tenía como 14 o 15 años) y los siguientes, y me lo pasaba bomba. :)
Si es que lo que ha pasado con el WoW es que se ha reducido en dificultad para que gente de mayor rango de edad y experiencia con los videojuegos pueda acceder al contenido. Eso sumado, a que se les habían agotado las ideas y que siguieron la línea que ya comenzó Wizards destruyendo el mundo de Reinos Olvidados tal y como lo conocemos... ha dado como resultado una mezcla un poco rara, en el que es muy sencillo conseguir equipo, la historia no se sostiene por ningún sitio y la jugabilidad que tenían el WoW Classic, la Burning Crusade o la misma expansión del Rey Liche... ha quedado bastante menguada.
ResponderEliminarA parte claro está, de que en esta vida no se puede hacer todo y hay ocasiones en que te sale más rentable (tanto por pasta como por satisfacción personal), dejar el juego, donde terminas haciendo siempre lo mismo (recolectar recursos, hacer diarias y las mismas mazmorras) y leerte un buen libro como muchos de los comentados por aquí. xD
Jugar un poco para conocer la historia de WoW y tener el tiempo justo para verlo todo con tus propios ojos, me parece bien, abusar ya no. El cambio merece la pena ¿No crees? xD