Título original: The Silence of Our Friends.
Guión: Mark Long, Jim Demonakos.
Dibujo: Nate Powell.
Color: Blanco y negro por Nate Powell.
Edición: 208 págs, b/n. Planeta DeAgostini, col. "Babel", mayo 2013.
Precio: 16,95 €.
Traducción: Nacho Bentz.
Temática: Autobiografía, derechos civiles, drama, cómic.
Correlación: Independiente.
A lo largo de 2012 hemos podido ver dos grandes películas estrenadas en la gran pantalla que explican de una forma más visceral y de otra más política, el drama sufrido por las personas afroamericanas en la llamada "Tierra de las Oportunidades", la que todos conocemos como Estados Unidos de América. En el caso de Django Desencadenado, unos cuantos años antes de que comenzase la Guerra Civil Americana y en el caso de Lincoln justo al terminar ésta, las dos cintas nos muestran la ardua lucha que distintos hombres y mujeres tuvieron que sufrir para poder conseguir que se les viera como personas, no como animales de los que se podía abusar y denigrar. Todo esto me lleva precisamente al año 1955, en el que Rosa Parks le dio a Martin Luther King la excusa perfecta para poder llevar a cabo la enésima lucha para poder conseguir la libertad para su pueblo, utilizando para ello el Movimiento por los Derechos Civiles de Estados Unidos. El simple acto de no querer levantarse para cederle su asiento a un hombre blanco provocó un estallido de indignación en la comunidad negra que conllevó una oleada de solidaridad y violencia a partes iguales por todo el territorio norteamericano.
De eso precisamente es de lo que trata El Silencio de Nuestros Amigos, en el que veremos como los distintos personajes del cómic se enfrentan a los prejuicios por ser de una u otra raza, mientras intentan mantener ante todo pronóstic, la gran amistad que ha surgido en medio de tan crueles circunstancias entre ellos. Ante todo tenemos que tener claro en qué lugar se ubica la trama: Texas. Como uno de los últimos estados que tardaron en adaptarse al resultado de la Guerra Civil Americana y como parte de uno de los estados segregados, los prejuicios raciales aún siguen muy presentes a mediados del siglo XX. Es por esta causa que un grupo de institutos se unieran para crear una "universidad para negros", que terminaría siendo la TSU (Texas Southern University), y que no sentó muy bien a la sociedad en general que trató de boicotear todos los intentos de los más de mil quinientos estudiantes de color que solicitaron matrícula para reclamar los derechos que gran parte de la comunidad blanca les negaba. Al fin y al cabo, todo esto podría haberse reducido a unos cuantos enfrentamientos dialécticos entre racistas y liberales, pero empezaron a aparecer grupos radicales en ambos bandos, como el Ku Klux Klan y su opuesto Las Panteras Negras.
Entre los dos comenzaron las matanzas y amenazas utilizando las calles para ello, y en ocasiones, utilizando de justificación las protestas pacíficas que realizaban los estudiantes de la TSU, manipulando las noticias que se emitían por los canales de televisión, todos ellos dirigidos por personas de raza blanca. Tomando pues como punto álgido el atropello de una niña de color en la llamada Avenida Wheeler –una avenida que cruza totalmente la TSU y que terminaba en una iglesia baptista; una calle, utilizada normalmente por los racistas de la zona para insultar a la gente de color–, toda la comunidad afroamericana se alza para volver a reclamar sus derechos haciendo una sentada en la universidad, lo que se saldará con una acción policial desproporcionada en el que morirá un agente de policía y otro resultará gravemente herido.
El Silencio de Nuestros Amigos lo considero recomendable no solo por su historia, sino también por la expresividad de la que están cargados los dibujos de Nate Powell, con esos tonos grises que no cansan a la vista, sino que nos ilustran una época que debe de verse precisamente en ese color, mucho más con la temática que posee esta fabulosa historia. Igualmente diré que quizás los diálogos podrían haber sido más complejos, intentando meternos en la trama de una forma distinta, pero es posible que esto haya sido algo intencionado, así que tampoco lo considero una nota especialmente negativa. Este cómic creo que es uno de esos que no se debe de perder la oportunidad de tener, ya que no solo nos ilustra sobre aquellos años sesenta en los que los derechos de la gente de color eran vulnerados, si no que demuestra cómo el poder se movía a instancias de ciertos sectores de la sociedad más conservadores, como bien era el departamento de policía. Si queréis saber cómo acabó esto os aconsejo que no lo leáis una sola vez, sino que hagáis varias relecturas, ya que en las mismas acciones de los hijos de los dos protagonistas veréis muchos mensajes que en una primera ojeada podrían pasaros desapercibidos. ¿Lo mejor de todo? Es el primer cómic autobiográfico que leo, ya que serán las vivencias de Mark Long en su más tierna infancia lo que se ha representado hasta la página 191, y el mismo que escribirá al final de su historia una de las citas más famosas de Martin Luther King: "... al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos".
por Cyram
mayo 29, 2013
2 comentarios
Es una época bastante interesante y muy reciente de los Estados Unidos, y que no se ha tratado mucho en el ámbito de las viñetas. Merecerá la pena echarle un vistazo, sin duda.
Muchas veces cuando cae en nuestras manos un comic nos puede gustar o no, pero pocas veces sabemos que hay detrás de él.
En esta ocasión Cyram, como en tantas otras de tus reseñas, nos introduces en la historia y contexto de la historia que mueve a este cómic de "El silencio de nuestros amigos" dentro derechos humanos haciéndolo especialmente aún más interesante. Pero todo gracias a ti pues sin tu magnifica introducción, biografía y guía nos hubiera pasado desapercibido.
De nuevo te agradezco tu magnifico trabajo que siempre me permite un conocimiento más profundo de las obras publicadas. Mil gracias.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.