Reseña: «Nadie es más que nadie», de Miguel Ángel Revilla

Título original: Nadie es más que nadie.
Edición: 256 págs. Espasa, abril 2012.
Disponible en ebook: Sí.
Precio: 19,90 € (rústica con solapas) / 6,99 € (electrónico).
Traducción: Obra original en castellano.
Temática: Biografía, política, anécdotas.
Correlación: Independiente.

Es de todos sabido lo que suele ocurrir cuando un político decide sacar un libro. Normalmente influenciados por sus tendencias hacia un lado o hacia el otro de la balanza, proceden a relatarnos sus miles de anécdotas, sentimientos e impresiones de esos años que tanta fama les han otorgado, ya sea como Presidentes del Gobierno, como directores de algunas de las empresas más importantes que tenemos en nuestro país o directamente como consejeros de altos miembros de la nobleza. En muchas ocasiones, también hay que fijarse, antes de comprar un libro sobre determinados personajes, quienes son los escritores que han redactado el texto, ya que podemos llevarnos a error pensando que la escritura va a acompañar a nuestra tendencia política, cuando quizás de lo que se trate sea precisamente de todo lo contrario. No lo voy a negar, nunca me he leído nada sobre ningún político. Quizás porque considero que en nuestro país, no hay actualmente ningún tipo de inclinación política que responda a lo que a mi me gusta llamar "la lógica del honor". Aunque suene algo muy "gafapasta" y muy rimbombante, es un concepto muy sencillo: si los políticos utilizasen la lógica en la toma de sus decisiones haciendo lo que deba de ser más correcto en cada circunstancia y apelasen a su honor –los que lo tengan, claro está–, quizás las cosas serían de otra manera.

"El escritor nos explica porqué ha decidido escribir el libro"

Por esta causa, cuando conocí a un personaje como Miguel Ángel Revilla, me llevé una gran sorpresa. Este señor, nacido en 1943 en la localidad de Salceda (Poblaciones, Santander), era lo más cercano a lo que yo entendía por un buen hombre, en el amplio sentido de la palabra. No tenía ni idea de su tendencia política, ni tampoco de los hechos íntimos de su vida, pero sí que le había visto defender cosas que para cualquier persona habría sido de lógica defender en una posición como la suya. Siendo el séptimo presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, pactó con quien tuvo que pactar durante toda su estancia en tal puesto, siempre en beneficio de los ciudadanos que habían decidido darle su voto. En la actualidad lo podemos ver en programas como LaSexta Noche, defendiendo temas tan importantes como "el pago de las Preferentes" a los afectados por Novagalicia y argumentando en contra de leyes como las de la reforma de la educación o la recién aplicada reforma laboral. Aunque claro, eso no es todo lo que defiende con pasión, sencillez y campechanía, también nos habla en muchas ocasiones de su libro, del cual os vengo yo hoy a dar mi humilde opinión.

Nadie es más que nadie nos ofrece desde el primer momento una imagen bastante interesante: el Rey en la  romería del día de San Cipriano, en la que el presidente de la Comunidad Cántabra le ayuda a calzarse una alpargata típica de la región. Ante todo, es curioso que el título del libro difiera tanto con la imagen representada en la portada. Quizás si el escritor hubiese sido otro que no el mismo protagonista, la imagen habría significado mil cosas que no serian, al fin y al cabo, lo que Miguel Ángel Revilla ha querido que represente. Al inicio del libro, el escritor nos explica porqué ha decidido escribir el libro. En su decisión, como él mismo ha reconocido, ha influenciado tanto la presión de la editora de la editorial como de las anécdotas que gusta de contar frecuentemente. Así pues, el libro con el que nos encontramos no será una propaganda política de manos de un señor que quiere ganar gloria y renombre con él, ya que todo el que podría tener ya lo disfruta en la actualidad.

"Lo podemos ver en programas como LaSexta Noche, defendiendo temas tan importantes como "el pago de las Preferentes" a los afectados por Novagalicia"

Tendremos ante nosotros un compendio de anécdotas que, desde su nacimiento hasta su actual estado como ex-presidente de la Comunidad Cántabra, pueden interesar al lector desde muchos ámbitos. Desde conocer más cosas sobre ese lugar tan hermoso como es Cantabria, como a reconocer cuáles son los valores de los que dispone el hombre tras la palabra representada en este libro. No se nos incita a abandonar nuestras creencias hacia un bando o hacia el otro, simplemente se nos presentarán, a modo de crónica, como si estuviésemos con el mismo Revilla hablando en una cafetería, una narración sobre sus vivencias, sus sorpresas, sus decepciones, sus ilusiones cumplidas y no realizadas y sobre aquello que más le puede irritar y a la vez hacer feliz. Nos habla de su familia, de su hogar de nacimiento, de la vida en las villas, de su salida a un mundo gobernado por la alta alcurnia de los que manejan grandes cantidades de dinero y los que, sentados desde sus sillones de terciopelo, gobiernan la existencia de miles de personas sin alterarse lo más mínimo o en ocasiones, más de lo que muchos imaginamos.

Considero que es un libro interesante si queréis saber cómo es capaz de evolucionar un hombre que nació en una de las regiones más humildes de Cantabria y cómo llegó, a base de superación personal, a convertirse en el séptimo presidente de la Comunidad Autónoma, cumpliendo su sueño de intentar darle una vida mejor a los pobladores de esas tierras. Que lo consiguiera o no, ya creo que es un debate que habrá que mantener en otra ocasión y que quizás, se tenga que someter a una larga revisión en años posteriores, ya que, como en todo, habrá miles de opiniones diferentes. De todos modos, ya que este libro no se basa en su labor como presidente de Cantabria, sino de su evolución como ser humano, considero que es interesante para todos aquellos a los que les pique aunque sea un poco la curiosidad con respecto al único político que es capaz de anteponer eso que al principio os refería como "la lógica del honor".

Claro que, bien pensado, creo que también en nuestro entorno tenemos personas que podrían narrarnos verdaderas obras de arte utilizando sus vivencias para darnos una moraleja que usar en nuestros días. Ya sean nuestros abuelos, nuestros padres o incluso conocidos nuestros, creo que un libro de vivencias siempre es algo bueno a consultar, a contrastar y como no, a analizar, ya que la experiencia atesorada en las anécdotas de aquellos que han vivido mucho y en tiempos muy cambiantes, siempre nos puede ayudar a afrontar tiempos venideros.

por Cyram mayo 13, 2013