2 de julio de 2013

Reseña: «Los héroes del Olimpo: El hijo de Neptuno», de Rick Riordan

Título original: Heroes of Olympus: The Son of Neptune.
Edición: 459 págs. Montena, col. “Serie Infinita”, junio 2013.
Disponible en ebook: Sí.
Precio: 16,95 € (tapa dura) / 10,99 € (electrónico).
Traducción: Ignacio Gómez Calvo.
Temática: Fantasía, aventuras, juvenil, mitología clásica.
Correlación: Segundo libro de “Los héroes del Olimpo” y continuación de la serie de “Percy Jackson y los Olímpicos”.


“TRES AMIGOS. UNA MISIÓN DE LOCOS. Y UN ENEMIGO CON PODERES SOBREHUMANOS. ¿A qué juegan los dioses del Olimpo? Gea, la madre Tierra, está despertando a un ejército de monstruos para acabar con la humanidad... y ellos se entretienen mareando a los semidioses, los únicos que pueden derrotar sus perversos planes. Ahora han mandado a Percy al Campamento Júpiter casi sin recuerdos y con la inquietante sensación de que él, el griego, es el enemigo. Por suerte, contará con el apoyo de Hazel, una chica nacida hace más de ochenta años, y de Frank, un muchacho que todavía no sabe muy bien cuáles son sus poderes (ni si los tiene). Juntos deberán emprender una peligrosa expedición para liberar a Tánatos, el dios de la muerte, de las garras de un gigante...”

Con este segundo libro y tal como indica el título, El Hijo de Neptuno, Rick Riordan nos devuelve a nuestro semidiós favorito. Va a ser muy difícil que os hable de esta novela sin contar algo de lo anterior, por lo que recomiendo de nuevo leer las precedentes por riesgo de spoiler, aunque trataré de no ir más allá de la propia sinopsis de la editorial. ¡Avisados estáis, grumetillos! El anterior libro, El héroe perdido, estaba protagonizado por Jason Grace, un chaval con amnesia que se despertaba, prácticamente, en un campamento lleno de semidioses griegos al borde de la histeria por la desaparición de su campeón, Percy Jackson. Pues en este libro averiguamos qué ha pasado con Percy. Éste, desmemoriado, anda dando tumbos por el mundo mientras es perseguido por unas gorgonas con un pésimo sentido de la moda. Hera, con un gran sentido del humor, le ha desposeído de sus recuerdos y lo deja en manos del… ¿enemigo? ¿O no? Por que el joven semidiós griego termina de cabeza en medio de otro campamento de semidioses, solo que estos hablan latín, siguen el estandarte del Águila de las legiones romanas y no se fían de los regalos griegos, que con Troya ya vieron más que suficiente.

Un extracto de la portada para la edición alemana de la novela,
Der sohn des Neptun, publicada por Carlsen.

La verdad es que después de haber leído "Percy Jackon", me he había preguntado qué había pasado con los dioses romanos, y eso mismo se debió preguntar más tarde Rick Riordan, para subsanar ese error, y crear el Campamento Júpiter. Esto da mucho juego porque, aunque el panteón es el mismo (los romanos absorbieron rápidamente la cultura griega) sus dioses tienen características nuevas y personalidades distintas, como si se desdoblasen. Si Ares, el dios griego de la guerra, por ejemplo, era un mal bicho por así decirlo, amante de la batalla caótica sin importar el bando al que sirviera la guerra mientras hubiera guerra, su homólogo Marte, es un general de tomo y lomo, ordenado, cuadriculado y muy cuidadoso de sus legiones. Además, vamos a tener nuevos protagonistas. Abandonamos a Jason, Piper y Leo para conocer a los integrantes del Campamento Júpiter, especialmente a Hazel y Frank, que serán los nuevos compañeros de Percy a la hora de embarcarse en otra peregrina misión contrarreloj para liberar a Tánatos, el dios de la muerte, que anda desaparecido del Inframundo, rompiendo el equilibrio de vida y muerte en el planeta. ¡Qué tendrá Riordan con las cuentas atrás para la destrucción del mundo!

Tengo que deciros que, en este libro, se echa de menos la aparición de los anteriores protagonistas. No me esperaba que en esta nueva serie, Percy volviera a tener todo el protagonismo. El anterior libro se había quedado muy emocionante con Jason en el Campamento Mestizo, y la historia, en lugar de avanzar, se queda en stand-by para contarnos qué pasaba exactamente en el Campamento Júpiter, con los dos héroes, el griego y el romano, recuperando la memoria poco a poco para el regocijo de Hera/Juno, que tiene un retorcido sentido del humor. Además, me han encantado las Legiones Romanas. Si tuviera que elegir entre alguno de los dos campamentos, sin duda, me iba con la Roma Invicta y sus pretorianos.

El Campamento Júpiter, extraído de la web oficial Rick Riordan.

De todas formas, esa falta de protagonistas del anterior libro, la suple Riordan con Hazel, una chica con un secreto de esos que dejan los ojos como platos, fuerte, independiente y muy guerrera, y Frank, un romano algo torpón, valiente, con un corazón tan grande como él y cuya vida siempre pende de un hilo por una “maldición familiar”. De esta nueva entrega, de todas todas, Frank es mi favorito, aunque Riordan tiene un no-se-qué para crear protagonistas, que es incapaz de hacer que no te gusten todos. Siempre hay alguno con el que el lector se identifica, no falla.

Para la edición del libro, Montena sigue el mismo formato que "Las crónicas de los Kane" y esta nueva serie de "Los héroes del Olímpo" , lo que es de agradecer porque no hay cosa que más rabia de que el cambio de formato de un libro para otro en la misma serie. Tenemos un glosario al final del libro con los principales protagonistas, dioses del panteón romano y su equivalente griego, y un mapa al inicio (¡habemus mapa!) que nos muestra la ordenación del Campamento Júpiter.

En definitiva, El Hijo de Neptuno, de Rick Riordan, nos devuelve a Percy Jackson en casi todo su esplendor (recordemos que anda desmemoriado y desorientado) acompañado de nuevos retos, protagonistas, dioses y otra cultura, la romana, tan apasionante como la griega. Además, los libros de este autor norteamericano destilan humor por las esquinas de todas sus páginas, y siempre se leen con una gran sonrisa en los labios, pegadas las manos al libro y pasando hojas sin poder despegarte de la historia. Adictiva, rápida, acelerada, divertida e ingeniosa, que es la marca de la casa. ¡Ah, y no os perdáis el guiño a Amazon. ¡Sin desperdicio!

No hay comentarios:

Publicar un comentario