Título original: Necessary Evil (The Milkweed Triptych).
Edición: 544 págs. Random House Mondadori, sello "Random", julio 2013
Disponible en ebook: Sí
Precio: 11,95 € (tapa dura con sobrecubierta) / 8,99 € (electrónico)
Traducción: Gabriel Dols Gallardo.
Temática: Ucronía
dieselpunk, Segunda Guerra Mundial, espionaje, ciencia ficción
Correlación: Tercera entrega de la trilogía “Tríptico de Asclepia”.
¡Y llegó el final de nuestra aventura con Asclepia, grumetillos!
Me he quedado con ese regusto agridulce que se tiene al terminar un buen
libro, la alegría de disfrutar de una fantástico argumento y la tristeza de
llegar a la última hoja y tener que pasar página. Tras las dos primeras
entregas,
Semillas amargas y
La guerra más fría, el listón estaba muy, pero
que muy alto, y aun así, con
Un mal necesario, Ian Trigillis ha sabido resolver de forma espectacular todos los
enigmas, cerrar todas las tramas y darnos ese
final espectacular, ese broche de oro que se merecía el “Tríptico de
Asclepia”. Sin lugar a dudas, una de las mejores trilogías adultas que he
tenido este año.
“Ian Trigillis es uno de esos nuevos autores de ciencia ficción que voy a seguir bien de cerca”
¿Qué os puedo contar de
Asclepia que no os haya contado ya? Pues
si quiero evitar el terreno del
spoiler, poca cosa, la verdad, salvo un “corred a la librería más cercana ipso facto”. Tras el espectacular final de
La guerra
más fría,
Raybould Marsh se sitúa justo donde
Gretel quiere, de tal forma que
el peso del libro se reparte entre ellos dos en un tira y afloja que nos tendrá
pegados a la butaca con el corazón encogido durante toda la novela. Todas las
preguntas, las frases que parecían no tener sentido, situaciones extrañas,
las idas y venidas de personajes que parecía que no venían a cuento, quedan
perfectamente conjuntadas con la perfección de un reloj suizo. Un puzle gigantesco, perfectamente estructurado,
que no veremos hasta el mismísimo final de la novela.
Ian Trigillis deja todas
las tramas más que cerradas, las preguntas contestadas y lo hace con giros
argumentales inesperados que ni siquiera seremos capaces de intuir. No quiero
ni pensar la titánica tarea de planificación que habrá tenido la realización de la novela, pero chapó,
chapó, chapó. ¡Qué trilogía más soberbia! Ian Trigillis es uno de esos nuevos
autores de ciencia ficción que voy a seguir bien de cerca porque con esta
primera trilogía ha hecho un trabajo impresionante a todos los niveles:
argumento, desarrollo personajes y ambientación, sin desviar por un momento la
atención del lector y sorprendiéndole una y otra vez con giros de tuerca
argumentales de quitarse el sombrero.
La estructura de la novela es coherente con la línea que
presentaban tanto Semillas amargas como La guerra más fría. La única
novedad es la alternancia con los capítulos dedicados en exclusiva a las dos
estrellas de la trilogía, Gretel y Marsh, narrados en primera persona, mostrándonos
en primera línea y haciéndonos más cercano todo el devenir de la historia de
Asclepia y de los experimentos en la granja de von Westrap. Por un lado, eso
nos acerca mucho más a los dos protagonistas indiscutibles de la trilogía, y
por otro, las historias de Will y Klaus quedan relegadas pasando a ser meros actores
secundarios. Una lástima, porque Klaus ha sido desde el inicio de la trilogía mi “chosen one” y me hubiera gustado que tuviera tenido tanto peso en la historia
como Gretel. Pero es que Gretel es “mucha Gretel” y, a su lado, cualquier otro
personaje queda eclipsado.
En cuanto a la traducción, volvemos a tener a
Gabriel Dols, primer
traductor de la serie. Si sois un poco tiquismiquis para estas
cosas, como yo, notaréis el cambio de traductor de un libro para otro. También es cierto que
Random ha publicado los tres libros en menos de medio año
y no nos ha tenido esperando una eternidad. Supongo que esta política comercial
ha obligado a una traducción a dos manos. ¡Si es que no se puede tener todo!
Por otro lado, sigo clamando al cielo por un mapa y glosario de términos alemanes,
porque soy así de rarita. Pero como bien indicó
Manu Viciano en la anterior
reseña, Marsh habla perfectamente alemán, así que no necesita ir con un
diccionario bajo el brazo. Así que seguimos comprando vocales para los
impronunciables nombres alemanes y de tanto leerlos, hasta el famoso “gotterelektrongruppe”
tiene su encanto.
No puedo deciros más, y mira que me gustaría, pero ya me
metería en zona spoiler, y en esta trilogía es fundamental mantener el “secreto
de sumario”, aunque la sinopsis de la contraportada tenga uno de los mayores
spoilers de la faz de la tierra literaria. Justamente por eso, no voy a molestarme
en poneros un resumen del argumento, que bastante sangrante es ya a la retina lo que está publicado como
para ir reproduciéndolo y dando más pistas de Un mal necesario.
En definitiva, Un mal necesario es el
brillante punto y final de “Tríptico de Asclepia”, ucronía dieselpunk ambientada
en la Segunda Guerra Mundial con una calidad argumental indiscutible, una
historia potente, una originalidad apabullante, unos giros argumentales de
quitarse el sombrero y unos personajes llenos de luces y sombras, siempre en el
filo de la navaja, enfrentados a las más peliagudas cuestiones morales, que
buscan el menor de los males posibles. Si
a todo esto le sumáis la cuidada edición en tapa dura con sobrecubierta a un
precio más que competitivo, “Tríptico de Asclepia” es de compra más que
obligada. ¿No oís a vuestras estanterías clamando por el “gotterelektrongruppe”?
Pues hacedles caso y leedla.
por Eilonwy
octubre 27, 2013
4 comentarios
Con lo que me gustó el segundo libro, este me está costando terminarlo. No tiene nada que ver con la calidad del libro, sino mi imposibilidad de concentrarme y mi deseo de que "ya se acabe".
Yo creo, Jeral, que el factor sorpresa se ha perdido un poco en este libro y vamos "reandando" todos lo que pasó en Semillas Amargas. Quizá eso haga que el libro es un poco más lento o previsible... Que a fin de cuentas, por culpa de Gretel, sabemos que va a pasar, y gracias a Marsh, lo que hay que evitar.
A mi me ha parecido un colofón perfecto a la trilogía, y el segundo libro, sin duda, es el mejor de los tres.
El segundo libro fue la hostia, pero también el más deprimente.
Totalmente de acuerdo. Un libro de atmósfera muy desesperanzadora :'( Pero creo que por eso, el final que tiene es tan impactante.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.