El primer volumen de la colección "Insomnia",
La guardia de Jonás, me pareció muy bueno;
La joven ahogada, tercera entrega de la
colección me ha deslumbrado. Como el nivel
siga así (y reconozco que aún no he leído ni
El
hijo de la bestia y otros relatos de terror y sexo extravagante ni
Extraños eones) voy a hacer exactamente como hacía con la colección "Gótica", es decir,
comprar cada volumen religiosamente, a veces sin siquiera leer
previamente la sinopsis. Es el hechizo en el que nos tiene atrapados
Valdemar.
Y es precisamente de hechizos y
compulsiones de lo que trata La joven ahogada, aunque no tan
agradables. Dice mucho de la habilidad de Kiernan el que haya
conseguido que su novela, que no es nada convencional ni sigue una
estructura narrativa fácil, se lea con la misma misteriosa
compulsión que afecta a su protagonista; considerémoslo uno más de
los trucos que la escritora usa para crear una complicidad entre la
historia y el lector. Hay fragmentos que se repiten, por lo que crean
cierto ritmo, musicalidad; otros se cuentan desde distintas ópticas.
Cuando la protagonista (que es quien narra en primera persona, en el
esquema clásico de la literatura de fantasmas por el cual la
“víctima” u observador del fenómeno cuenta su vivencia en
retrospectiva) está confusa o alterada, eso se refleja en el texto
que escribe, a veces simplemente introduciendo una palabra incorrecta
que nos remite a su subconsciente. Hay la confusión propia de un
texto redactado bajo la forma de un monólogo interno y la mezcla de
sensaciones y hechos que es propia de un sueño: todo, en conjunto,
crea una historia que fluye como una canción, un canto de sirena.
“Mezcla el terror ambiental y la
sensualidad con
algunos hechos reales
sobrecogedores”
La joven ahogada? Su protagonista,
Imp, la define como
“una historia de fantasmas”; de los fantasmas que la han
hechizado, o bajo cuyo hechizo ha caído; de la forma en que han
influido en ella y han pasado a formar parte de su historia
personal. Pero la historia de fantasmas de Imp no
es para nada convencional. Sus fantasmas no son los de M. R.
James, criaturas etéreas, ni los conjuros en los que queda atrapada
son los de Lovecraft; aquí son trampas mentales, memes, o como ella
los define, "contagios sociales"
que
pueden transmitirse desde una fotografía, un escrito, o como en su
caso, una pintura. Un cuadro obra de un pintor torturado que, usando
más terminología del libro, abre una ventana a través de la cual
Imp percibe una realidad subyacente y a la vez es percibida por otra
criatura,
Eva Canning. Canning es punto común entre dos historias,
dos vivencias, que Imp no puede o no sabe separar, que se mezclan en
su mente; una joven desnuda que recoge en su coche una noche de julio
(o noviembre, quizás). ¿Es lobo o sirena? Intentará contarnos
ambas versiones, quizás encontrar la verdad por el camino.
La
narración danza a dos ritmos, mezcla dos historias que son una, que
pueden ser ambas auténticas o serlo solo una de ellas; donde la
percepción está distorsionada. Donde la propia protagonista se habla a sí misma, en tercera persona,
creando otro nivel en la historia.
Ilustración de Matthew Jaffee para el cuento de Albert Perrault Fecunda Ratis. En el texto situado abajo a la izquierda puede leerse “No one is coming for you” (Nadie viene a por ti).
Si este esquema es peculiar, Imp
(acrónimo de India Morgan Phelps) tampoco es una protagonista
convencional. Le afecta una esquizofrenia heredada; hija y nieta de
suicidas, vive el presente dedicada al arte, a la pintura, sin mucha
vida social hasta que conoce a Abalyn y empiezan un romance. Y su
romance es otro de los puntos fuertes del libro; sin que de hecho nos
den muchos detalles del mismo, impacta, consigue ser entrañable; es
muy curioso que en tan relativamente poco espacio Kiernan pueda
establecer un slice of life que
realmente importe al lector de tal modo que cuando queda alterado por
la visita de Eva Canning se refuerce la atmósfera de tristeza y
melancolía. Como lector, uno no se limita a leer sobre la añoranza
de Imp; siente también esta añoranza por el statu quo previo a la
llegada del canto de sirena. Y temor, mezclado con la melancolía,
puesto que no sabemos realmente hacia donde vamos, donde nos va a
llevar Kiernan, tan magistralmente mezcla la cronología y dosifica
la información.
No se puede encasillar
La joven
ahogada, es algo nuevo.
Mezcla el terror ambiental (que va in
crescendo a medida que avanza la demencia de la protagonista, hasta
llegar a cierto capítulo terriblemente opresivo) y la sensualidad con algunos hechos
reales sobrecogedores; el asesinato de la Dalia Negra, el turbulento
bosque de Kuroi Jurai (entre cuyos árboles se han suicidado
centenares de personas), la historia de la
Inconnue de la Seine
o las distintas versiones e interpretaciones de los cuentos clásicos
de la Caperucita Roja y "La sirenita". Todo cargado con significados ocultos, subyacentes a este tipo de historias, y simbolismos. Como Lovecraft, construye una
serie de referentes ficticios que mezclados con los reales quedan
completamente verosímiles; Albert Perrault y sus siniestras
creaciones es el Pickman de Kiernan (y sobre Pickman precisamente
escribió en su relato “El otro modelo de Pickman” que abría la
antología
Alas tenebrosas: 21 nuevos cuentos de horror lovecraftiano, también en Valdemar). Como Lovecraft, usa el
arquetipo del personaje sensible y cerebral, artístico, soñador,
con antepasados aquejados de locura, y el marco de Providence para
desarrollar la historia: ya podemos considerar Providence la capital
sobrenatural de Estados Unidos. A diferencia de los personajes de
Lovecraft, sin embargo, Kiernan va mucho más allá de esta
superficie de tópico y nos presenta a Imp como un personaje profundo
y complejo, muy real, muy humano, con toques autobiográficos.
Kiernan en este sentido posee la sensibilidad y la visión por lo
oscuro de Lovecraft, pero a diferencia de aquel, es emocional, no
solo racional; los personajes de Lovecraft eran como él, ermitaños
encerrados en ellos mismos. Cuando lo irracional les asaltaba,
colapsaban y la locura acababa con ellos. Cuando lo irracional asalta
a Imp, y la locura la embarga –el canto de la sirena que puede llevarla a
estrellarse contra las rocas–, puede tener salidas,
vías de escape; la cuestión es si duran, o si las cuerdas que la
atan al mástil serán lo bastante resistentes.
No puedo ser suficientemente enfático
al recomendar La joven ahogada; va directa a mi lista personal
del mejor terror contemporáneo. Habrá quedado claro que no es una
novela de terror al uso: es original, en cierto sentido experimental,
muy personal, y muy ambiental. E inmensamente disfrutable. Es sin
duda de esos libros sobre los que uno reflexiona, y sigue
reflexionando días después de haberlos terminado; y algunas de las
imágenes que evoca (Fecunda Ratis) o lo que envuelve la
Contradanza del Bogavante de Carroll (que aquí se rodea de un
sentido y un contexto siniestros) son de las que perduran. Es duro publicar una obra así entre
los primeros números de una colección, porque parece difícil que
se pueda superar el listón... pero no dudo de que nos llevaremos muchas
sorpresas en los años venideros en el marco de "Insomnia".
Información adicional
Terror Literatura Novela
La joven ahogada.
(The Drowning Girl).
Traducción de Marta Lila Murillo.
Valdemar, abril de 2014.
392 páginas.
No disponible en ebook.
26 € (tapa dura con sobrecubierta).
Lectura independiente.
Primeras páginas
por Nyarla
mayo 15, 2014
comentarios
Me llama más el de Alas tenebrosas, pero la verdad es que cada reseña de terror que nos dejas por aquí me mete más ganas en el cuerpo de explorar más a fondo este género. ;)
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.