¿Qué tienen que ver unos chavales desamparados (Martin, Nicholas, James y Geoffrey) que viven mirando al cielo esperando ver a la aviación alemana bombardeando Londres y el reino mágico de Olkrann, el cual espera la llegada de un niño con la marca de un Dragón Blanco que terminará con la era de oscuridad? Pues si queréis saber más, tendréis que ir y haceros con el libro.
La batalla de los dos reyes me ha despertado sensaciones muy contradictorias.
Por un lado, me ha gustado mucho la mezcla de nuestro mundo y el reino de
Olkrann. Una servidora, que se ha pasado la vida abriendo armarios a Narnia o
buscando librerías con puertas a Fantasía, ha encontrado ese detalle
encantador. Sin embargo, su puesta en escena me ha parecido desordenada y poco
entendible. La estructura interna de la novela es caótica: lo mismo estamos en
Londres que, sin previo aviso, aparecemos en Olkrann tan ricamente. Ni siquiera
la historia está ordenada en capítulos alternos –un capítulo en Londres, un
capítulo en Olkrann– por lo que iremos saltando de forma poco equilibrada y
desordenada de un arco argumental a otro, rompiendo el ritmo de
las dos historias.
Pero si ha habido veces en las que no tenía claro el “dónde”,
ni que decir del “cuándo”. Mientras que en Londres transcurren apenas unos meses
desde que conocemos al Club Chatterton, en Olkrann llegan a pasar años. No hay separación en la presentación de las dos historias, los
capítulos van y vienen alegremente sin coherencia interna, hay referencias temporales distintas y llega un momento en el que crees que vas a necesitar que venga el mismísimo Stephen Hawking a desvelarte los misterios del
espacio-tiempo y a poner un poco de orden y concierto.
〈〈 La idea de las dos historias paralelas me ha gustado mucho 〉〉
Otro problema que he visto es que no dejan de abrirse
frentes narrativos en la novela, de la que entran y salen personajes de los que
apenas llegamos a saber algo más que sus nombres. Bien es cierto que es la
primera novela de la trilogía, que es un libro de presentación, sin embargo la
sensación de desorden es tan acusada, hay tan pocas descripciones y los
personajes están tan poco trabajados (apenas un esbozo y sin apenas
descripciones físicas o psíquicas) que tienes la sensación de que todos tienen el
mismo peso en la novela. Ninguno de los personajes lleva el peso real de la
historia, hasta que llegas al final.
¿Recomiendo leer La batalla de los dos reyes? Por descontado, cada libro es un mundo y
para gustos, mil colores. La idea de las dos historias paralelas –una ubicada en
nuestro mundo y otra en Olkrann– me ha
gustado mucho y tengo mucha curiosidad por lo que pasará, especialmente tras
haber llegado al final. Es diferente la forma de presentar la historia, muy desordenada y caótica, sin rumbo fijo y con escasez de
descripciones que hacen que haya tramos difíciles de
leer y sin finalidad aparente en los dos arcos argumentales. Espero que esto se aclare un poco más en las dos entregas siguientes.
El libro en fotos
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