Nadie sabe con qué impaciencia esperaba el último libro de "Los portales de Éldonon", una de mis series de fantasía juvenil favoritas. Los libros de Patricia García-Rojo están hechos de pura magia e imaginación y es con La Sede de los Imaginatos donde lo muestra en todo su esplendor. Desde luego, y eso os lo digo ya, no podéis perderos esta serie si os gustan novelas como La historia interminable de Michael Ende, los libros de Harry Potter de J. K. Rowling, Las crónicas de Narnia de C. S. Lewis o cualquier historia de mi admiradísima Diana Wynne Jones. Si habéis llegado hasta aquí es porque sois unos eldonianos de tomo y lomo y lo de cruzar portales para viajar de la Tierra a Éldonon y viceversa no tiene secretos para vosotros. ¡Enhorabuena! Si no es así os haré un breve resumen libre de spoilers.
Nuestro mundo y Éldonon está comunicado por Portales que están vigilados por Guardianes. Nuestro protagonista, Carlos, es hijo de una pareja de estos Guardianes y su sorpresa es mayúscula cuando con doce años es enviado a Éldonon para comenzar su aprendizaje en uno de los cuatro gremios de este mundo maravilloso, imaginativo, colorido y carente de fronteras que es Éldonon. En La fábrica Créator, Carlos conoce a sus compañeros de fatigas: Marina, Mai, Ernik, Michael y Annette, quienes aprender a crear cualquier cosa que puedan imaginar. En su segundo año, Los cines somnios, se dedican a crear sueños para los humanos y con La última musa comienzan a comprender como se inspira a los humanos en cualquiera de las artes o las ciencias. Y en todos ellos la maléfica sombra de Igua, la enemiga mortal de todo Éldonon, les acecha poniendo sus vidas y las de sus seres queridos en peligro.
Pues bien, en esta última entrega por fin nos adentramos en el gremio más misterioso, incomprensible, secreto y ambiguo de Éldonon. Con la recién descubierta paz parece que el mundo de la imaginación es más maravilloso que nunca y todos los sacrificios que han realizado nuestros amigos por fin tienen su recompensa. La vida no podría sonreírles más y su último año como aprendices en Éldonon se presenta glorioso, hasta que un misterioso regalo de Igua desata todas las alarmas.
Y ya para finalizar, ¿qué os puedo decir de la fantástica edición que ha hecho la editorial Berenice, no solo en los cuatro libros de Éldonon, sino en toda la colección de "Los libros de Pan"? Estoy enamorada de lo bien terminados que están, de las representativas portadas, de la maquetación (aunque voy encontrando un poco pequeña la letra para mi gusto), de lo bien que quedan en las estanterías y de las maravillosas historias que esconden en su interior. Como dirían los ingleses, todo un «must have» en literatura juvenil.
Estaría horas hablando de esta fantástica tetralogía juvenil, así que si ya sois lectores eldonianos, la resolución de las aventuras de Carlos y sus amigos en La Sede de los Imaginatos va a superar todas vuestras expectativas. Si aún no habéis cruzado los portales, estáis tardando. Os lo dice una terrícola convertida en eldoniana; una imaginatos convencida. Patricia García-Rojo ha creado un maravilloso mundo donde el último límite está donde termina tu imaginación. Solo hay que tener el valor para ir y cruzar los portales de Éldonon.
Rústica con solapas, 427 págs, 17,95 €. No disponible en ebook.
Escrito originalmente en español.
Cuarta entrega de la tetralogía 'Los portales de Éldonon'.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.