Reseña: «Star Wars. Darth Vader y el noveno asesino», de Tim Siedell y Stephen Thompson

Lo primero que uno piensa cuando ve el título de un cómic titulado Darth Vader y el noveno asesino es sonreír al saber que en su interior va a encontrarse una serie de barrabasadas que terminarán con la previsible muerte de algún osado mercenario. Lo que no cuenta esa portada es que en realidad ese asesino en ningún momento intenta directamente matar a Vader, y que toda la aventura que puede leerse se basa en la investigación que hace el Sith predilecto de la saga para descubrir una conspiración urdida para matar no a él, sino al Emperador Palpatine.

Si lo que esperáis encontrar en el cómic es una revelación que cambie el paradigma con el que contempláis los productos generados por Star Wars, siento deciros que aquí no vais a poder encontrar eso. Darth Vader y el noveno asesino es un cómic para pasar el rato, disfrutar con las escenas de acción y ver a la mano derecha del Emperador en plena acción. Nada más.

No descubriréis nada nuevo de Vader, ni de Palpatine, ni tampoco ninguna civilización secreta con alguna bola de cristal en la que poder verse a sí mismo en manos de su hijo, redimiéndose por todo el mal que ha causado.

“El cómic da un giro inesperado por la decisión que termina tomando nuestro desgraciado Skywalker”

Por esa razón creo que es un cómic divertido. Tiene momentos espectaculares, como cuando es capaz de derribar a un bicho del tamaño de un rankor sin inmutarse ni alterar el paso hacia su objetivo. El dibujo además me parece muy interesante. Es difícil que los dibujantes representen correctamente a Vader: es una máquina chapada a al antigua, precisamente, con pinta de samurái extraño, por lo que lo normal es que tenga sus facciones muy bien delimitadas. No me gusta que haya quienes dibujan a Vader con formas variables, como si la máscara se moviese con sus gestos de la cara. Recordemos que se supone que tiene una máscara rígida, y siempre tiene la misma expresión. No cambia, ya esté triste, entusiasmado o terriblemente enfadado. Eso, en mi humilde opinión, es lo que le da ese aire de peligro a este Lord Sith. Su lado oscuro es tan poderoso que es capaz de transmitir sus emociones sin necesidad de tener facciones. Así que en este caso creo que el dibujante Stephen Thompson, quien tiene una gran habilidad a la hora de darle coherencia a su dibujo, ha acertado de pleno. De hecho, las expresiones de los ojos de los personajes y sus gestos en determinadas secuencias consiguen atrapar completamente al lector.

Con respecto al entintador y al colorista, Mark Irwin y Michael Atiyeh respectivamente, creo que han conseguido darle el tono adecuado a las escenas representadas en la zona de la ciénaga –donde los personajes del principio van a buscar al asesino para que termine con Vader–, al igual que los escenarios del planeta plagado de junglas al que termina derivando la historia. Los distintos colores verdes y amarillos contrastan radicalmente con la figura oscura de Vader, dando así la imagen de que es él quien realmente está gobernando lo que nace y muere en aquel lugar, no su propio ecosistema. Su figura se impone rápidamente a cualquier cosa que le salga al paso o que intente evitar alcanzar a aquel que está conspirando contra el Emperador.

Sin embargo, aunque el color y el dibujo sean una chulada y no me esperaba nada de la historia, creo que podría haber salido algo mucho mejor. Mejor organizado, más específico. Algo que nos incitara a querer conocer más a Vader, no algo que nos mostrase sin más cómo es el Lord Sith. Creo que quizás le falte algo de "chicha" al cómic, quedándome con una sensación vacía en la boca cuando lo acabé pensando «¿ya está? ¿esto es todo?». Es cierto que hacia el final, el cómic da un giro inesperado por la decisión que termina tomando nuestro desgraciado Skywalker, pero sigo creyendo que fue un giro desesperado al que decidió recurrir el guionista Tim Siedell para poder enderezar una historia que en ningún momento me ha causado una verdadera sensación de expectación ante lo que estuviese por llegar. Creo que hay otros cómics más interesantes como Darth Vader y la prisión fantasma, porque aunque sea un cómic para devorar y pasar a otra cosa, creo que nunca se debe de olvidar el hecho de que al fin y al cabo lo que estamos degustando no deja de ser una historia, y como tal, debe de poseer un nudo que tenga una serie de valores que al lector le causen ciertas sensaciones antes de llegar al desenlace. Si únicamente se me mueve la patata a dos páginas muy apuradas antes de acabar el cómic, seguramente considere que el guionista no ha hecho el esfuerzo necesario por asombrarme.

Debo decir, como siempre hago, que esta es únicamente una impresión personal. Habrá a quienes les guste un cómic más pulp, por llamarlo de alguna forma, y quizás haya quienes consigan encontrar algún mensaje cabalístico entre sus breves diálogos. Si vuestra opinión resulta ser distinta a la mía os animo a que os paséis por la reseña y lo comentéis conmigo. Quizás le pueda dar una segunda oportunidad gracias a vosotros.

Información adicional

Editado por Planeta DeAgostini Cómics en marzo de 2014.
Rústica, 120 págs, color, 14,95 €. No disponible en ebook
Traducido por V. M. García de Isusi.
Lectura independiente ambientada en el universo 'Star Wars'.

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