Una aventura del normando-galés Cormac Fitzgeoffrey en la época de las cruzadas, así dejó constancia de ella Robert E. Howard en sus escritos.
Los personajes que creó el escritor tejano Robert E. Howard son tan abundantes que los menos duchos en su obra no dejan en cualquier momento de descubrir a algunos de ellos, y los hay de todos los tipos: un boxeador y marinero, un aventurero puritano, un rey picto, un bárbaro de la desaparecida Atlantis y otro de la antigua Cimmeria, pero también un guerrero medio galés, medio normando, que participó en la Tercera Cruzada (1189-1992).
Cormac Fitzgeoffrey es el centro indiscutible de Halcones de Ultramar, primera de las tres únicas historias cortas que protagonizó el personaje –la tercera, advierto, quedó inconclusa– y que fueron publicadas en 1931 por la evocadora revista Oriental Stories. La primera de ellas, "Halcones de Ultramar", ha sido trasladada recientemente a formato cómic por el dúo artístico compuesto por Michael Alan Nelson y Damien Couceiro, y cuya versión en español (la original es de BOOM! Studios) hemos leído gracias a Yermo Ediciones, quien ha incorporado a su catálogo esta historia, no de fantasía por lo que pudieran creer los lectores desconocedores del personaje, sino de aventura ubicada en un periodo histórico concreto, y con una edición impecable con un papel excelente y una encuadernación mejor que otras publicaciones del estilo de cómic americano, y sin dejar de lado las portadas de la serie original, ni las dos páginas de texto del escritor Mark Finn (Blood & Thunder: The Life & Art of Robert E. Howard) sobre la obra de Howard.
Lo que comento ahora es la versión en cómic (algún día hablaré del relato), por lo que únicamente me ceñiré a él. Halcones de Ultramar es, básicamente, una historia pulp de aventuras y acción, de carácter autoconclusivo aunque deja adivinar que es únicamente una parte de la vida de este interesante personaje que es Cormac Fitzgeoffrey, quien sin duda tuvo una vida tan activa como su alter ego Conan de Cimmeria. La adaptación de Alan Nelson refleja sin lugar a dudas el espíritu combativo y resuelto del personaje, quien con solo unas pocas viñetas transmite toda su fuerza y vigor. Tal es así que en ocasiones costará distinguirlo del propio Conan, con quien comparte muchas cualidades, aunque seguramente el cimmerio no sería tan temerario en determinadas ocasiones y se dedicaría más a la reflexión a la hora de abordar tal o cual situación (dependiendo, claro está, de sus posibilidades).
El cómic nos transporta hasta una de las clásicas etapas de las cruzadas, común a muchas otras historias similares, donde el eje central es la lucha de territorios entre musulmanes y cristianos, y entre todo ello se suceden las traiciones y las ansias de poder de los que lo tienen a su alcance. Cormac, como guerrero cristiano que busca aventuras en solitario, hace lo posible por defender su religión, pero también pelea contra la injusticia y es una figura cuyo mera mención provoca algún tipo de sentimiento en los hombres que escuchan su nombre.
Los lápices de Damien Couceiro para Halcones de Ultramar cumplen a la perfección con la intención de la historia, que es la de ofrecer una aventura de fácil consumo y que deje en el lector el poso de haber conocido a un personaje poderoso y con mucho carisma. El trazo no tiene excesivos alardes, y las figuras son bastante sencillas, pero demuestran mucha expresividad, especialmente en cuanto a rostros o posturas se refiere. El color de Juan Manuel Tumburús, por otra parte, se complementa perfectamente con los lápices de Couceiro, sin demasiados alardes cromáticos y puede que hasta demasiado elemental, pero creo que ahí está la gracia: que es una muestra de la rudeza de la época.
En definitiva, el cómic Halcones de Ultramar es una interesante historia de aventuras, directa al grano y sin complicaciones, que una vez leída nos da ganas de seguir leyendo más cosas de este interesante personaje que en ocasiones recuerda mucho a Conan, tanto que parece él mismo transportado hasta el siglo XIII. El cómic está dirigido a todos los que busquen entretenimiento de aventuras y a los seguidores de Robert E. Howard, tanto si conocen al personaje como si no habían oído hablar de él, y si anteriormente eres de los que has leído el relato, quizá no te aporte nada el cómic salvo el volver a revivir las aventuras orientales de Cormac. Es una pena que Howard no escribiese más cosas de Cormac, porque dos relatos y medio es una cantidad terriblemente escasa.
Fecha de publicación: 27 junio, 2014. Editor: Yermo Ediciones. Géneros: Aventuras históricas, Cómic. Traducción: -. Páginas: 104. Precio: 12 €. Electrónico: No. Correlación: Lectura independiente.
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Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.